Pués sí, un año más el FC Barcelona reinó en la Copa del KO, y lo hizo en una bonita final ante un Real Madrid que esta vez estuvo más cerca pero incomprensiblemente muy lejos aún de este Barça de Pascual que, como el de Pep, va a ritmo de récord.

Y digo ‘incomprensiblemente’ porque el Real Madrid está obligado a mucho más, no a conformarse con ser un segundón, que es lo que está pasando en Baloncesto y en Fútbol, sus dos secciones.

El Madrid –con Florentino o sin él- está desaprovechando una histórica oportunidad de plantarle cara al Barça de verdad. ¿Cómo? Dándole en la línea de flotación. Si no puedes en Fútbol y Baloncesto, crea equipos de Fútbol Sala, Balonmano, Hockey y hasta de Waterpolo, y a pelear los títulos.

Eso sí, la aparente desidia con la que hipotéticamente se trata a la sección de baloncesto en el Real Madrid no anima, precisamente, a nuevas aventuras (por supuesto), pero daría un colorido al deporte español ciertamente espectacular. Además, Anderson estuvo en el mercado y ahí el Barça estuvo más atento. Desde luego, el chico y su MVP han justificado ya el desembolso.

Que conste que esto es sólo una idea, ¿eh?, que lo que de verdad queremos es que haya competencia, una palabra que el Madrid de baloncesto no ha podido tener en la segunda parte en la final de Copa. Una pena, porque era una gran oportunidad, en su casa, con su público, y ante un Barcelona en ciertos momentos con aire despistado.

El caso es que al Madrid le queda la Copa del Rey de fútbol, esa en la que las pasiones se desbordarán el próximo 20 de abril. De momento, los blancos recortan sin Íker, y los de Pep pinchan en Gijón, parados por un tal Preciado, que según Mourinho se dejó ganar en la ida. ¡Qué lío! Bueno, el caso es que hay Liga, aunque Benzemá siga sin arrancar, Abdebayor lo falle todo en Cornellá, y Morata los meta ya de tres en tres con el Castilla, no se que se enfade Mourinho y le acabe desterrando de la capital.