Muchos fueron ya quienes criticaron severamente alguna de las películas de la saga Spiderman, aunque sus cintas recaudaron más de 2.500 millones de dólares. Ahora, la crítica se ha cebado con el musical sobre el personaje. No le perdonan que, siendo la obra más cara en la historia de Broadway, su calidad deje tanto que desear, tal y como publican diversos medios estadounidenses.

El musical "Spiderman: Turn off the dark", dirigido por la dos veces ganadora del premio Tony de teatro Julie Taymor, ha retrasado su estreno al público hasta en cinco ocasiones. Por fin, el 15 de marzo todo el mundo podrá verla en Nueva York.

Una superproducción de 65 millones de dólares, con música de Bono y The Edge, una historia de Marvel muy conocida, fieles seguidores del personaje y un escenario como Broadway (Foxwoods Theatre) prometían un gran éxito. Sin embargo, ya desde el primer estreno para los periodistas hubo problemas técnicos graves y una gran decepción, que se ha ido sumando en cada uno de los previews de la obra.

En la página web de la producción enseñan fragmentos de la representación, básicamente los efectos aéreos. Es el aspecto mejor valorado por los críticos. El resto, lo desechan. Y no sólo ellos, todos aquellos fans que han podido verla. Desde infantil hasta un completo despropósito. Entran ganas de pagar los 67,50 dólares (la entrada más barata) para comprobarlo. No obstante, las malas críticas han generado una bajada en las ventas.

Bren Brantley, de The New York Times, comentó que es “pura ineptitud” y que no aporta elementos novedosos. Se refirió especialmente a la parte del vuelo, que comparó con una falsa propuesta vista anteriormente en Mary Poppins, por el uso de arneses. Concluyó que el musical "tiene problemas tan graves que no tiene solución". "La absoluta ineptitud de esta obra, inspirada en las historietas de Spiderman, pierde el factor sorpresa al comienzo. Después de 15 minutos, las preguntas que uno se hace van desde ¿cómo puede ser que 65 millones de dólares se vean tan baratos? hasta ¿cuánto tiempo falta para irme de aquí?'", dijo el crítico.

Peter Marks, de The Washington Post, lo calificó como un desorden insípido y cuestionó que fuera sólo la fama de la directora la que ha colaborado a crear grandes expectativas en torno a la obra. Relegó la representación de dos horas y 50 minutos "al sótano más frío y húmedo de la historia musical estadounidense". "Si alguien gasta 65 millones de dólares y no logra el mejor musical de todos los tiempos, supongo que ser uno de los peores es una distinción perversa", sentenció.

Para el Chicago Tribune, que lo calificó de “incoherente”, destrozaron el montaje. Por su parte, el New York Daily News comentó que “necesita mucho trabajo”. Bajo el título Cuesta cara y aburre, el New York Post destacó que los vuelos eran "impresionantes", pero que el musical era "errático", con escenas imponentes seguidas de otras irrisorias.

Quizá sólo le falta rodaje y correcciones, de ahí el largo tiempo de sesiones de prueba y los sucesivos cambios en la fecha de estreno. Peter Parker no se merece un final así.