El pasado lunes se cerró el plazo de fichajes en el mercado de invierno para los equipos españoles y para el Mallorca tuvo un final inesperado. Se esperaban muchos movimientos pero algunas operaciones se fueron al traste en el último suspiro. El resultado ha sido un debilitamiento de la plantilla respecto al inicio de temporada en un momento clave deportivamente.
Gonzalo Castro parecía destinado a abandonar el club balear ya que durante dos meses se habló de múltiples ofertas de España, Italia y Rusia y la voluntad del club de venderlo para sacar provecho económico de un jugador que termina contrato en junio de 2012. Al final no fructificó ninguna de las ofertas y el uruguayo continuará hasta final de temporada en el equipo, con la incógnita de un rendimiento venido a menos.
En principio, la venta de Castro iba a liberar una plaza de extracomunitario que sería para el japonés fichado en diciembre Akihiro Ienaga. Al cerrársele esta puerta, el club optó por dar la baja a Ratinho para poder inscribir al japonés. Con la baja del brasileño, cedido al Santos, el lateral derecho del equipo queda cojo ya que tan sólo cuenta con un joven Pau Cendrós que todavía está en fase de formación.
Pero, sin duda alguna, la gran papeleta de la directiva bermellona este mes de enero era encontrar un delantero bueno, bonito y barato para sustituir a Cavenaghi, que se marchó a Brasil. Hubo varias opciones, entre ellas lograr la cesión de algún carioca del club de destino de Cavenaghi, el Inter de Porto Alegre. Pero, otra vez más, la condición de extracomunitarios acotaba las opciones al veterano Edú, ex de Betis y Celta, que no era el perfil concreto buscado.
Por su lado, Laudrup había recomendado un delantero nigeriano de la liga noruega y el club decidió hacer caso al entrenador. Ujah no ocuparía plaza de extracomunitario y, lo más importante, al ser un jugador pedido expresamente por el técnico no sufriría la marginación que sí sufrió Cavenaghi. Se llegó a un acuerdo con el Lillestrom y el delantero viajó el lunes a la isla para cerrar su contrato.
Con todas las partes de acuerdo, la revisión médica superada todo listo para la presentación, el club noruego se subió a la parra al último momento pidiendo nuevas condiciones en el traspaso. El Mallorca no daba crédito a lo que ocurría y la operación se truncó, dejando al club sin margen de maniobra para buscar otro jugador y dejando al equipo muy débil en la punta de ataque.
La frustrante operación de Ujah y la negativa a última hora de Corrales de marcharse al Valladolid dejaron en nada el mercado de invierno para el Mallorca. Las bajas de Ratinho y Cavenaghi y el alta de Ienaga han sido las únicas novedades y dejan a la plantilla un tanto mermada para afrontar una segunda vuelta complicada en la que el equipo no puede relajarse si quiere lograr el objetivo de la permanencia.