El FC Cartagena ha comenzado este 2011 igual que terminó el 2010, esto es, sin director deportivo desde que el presidente, Paco Gómez, decidiera cesarlo por vaya a usted a saber los motivos.
Bueno, en realidad sí que hay un director deportivo. Se trata del propio Paco Gómez (al menos eso nos han dicho) que, ni corto ni perezoso, dice estar viendo videos y recopilando informes de jugadores que pueden llegar a la casa blanquinegra de aquí al 31 de enero. Vivir para ver.
La situación es propia de una película de Berlanga, en paz descanse. El entrenador ya ha dicho, para quien le haya querido escuchar, que un club profesional no se entiende sin la figura del director deportivo y que, por mucha buena voluntad que le ponga el Presidente, en esta parcela se necesita alguien profesional que se dedique a ello a tiempo completo. Claro que, también hay quien dice que el anterior director deportivo, David Buitrago, hacía bien poco aparte de poner la cara, y descargar al propio JIM de tener que dar explicaciones a la prensa sobre estos asuntos.
De ser esto último verdad, tal vez, lo que le pase a Juan Ignacio, y por eso no desaprovecha la ocasión para recordarle al presidente la necesidad de contratar a un director deportivo, sea eso. Durante esta última etapa, la figura de David Buitrago, ha venido muy bien para desviar algunas miradas y que la prensa, y los propios futbolistas –sobre todo los que han recibido bajas- tuvieran a quien pedir explicaciones fuera del vestuario. Ahora que no está, resulta complicado convencer a alguien de que, realmente, quien está tomando este tipo de decisiones en el club es un millonario metido a Presidente de fútbol, y JIM ve, con inquietud, cómo muchos focos se dirigen a él, como verdadero responsable de lo mismas.
Sea como fuere, esto es, tanto si el director deportivo era una figura decorativa que les venía muy bien a unos y a otros, como si realmente era el responsable de la confección de las geniales plantillas que ha tenido el Efesé en los últimos años, lo que sí parece claro es que un club de la Liga Adelante –y no un cualquiera- sino uno que anda en los puestos cabeceros, debe contar cuanto antes con un director deportivo que revista de cierta seriedad la imagen de un club que, ahora mismo, se encuentra bajo mínimos.