Los blanquiazules comienzan el año sumando un punto a domicilio y con el mayor optimismo.
Para el Club Deportivo Tenerife el comienzo de año ha tenido un buen sabor de boca, ya que en la situación que se encuentran sumar un punto y a domicilio, es muy importante para las pretensiones de remontar, subir en la clasificación e inyectar un poco de confianza en un plantel que lo necesita.
Tras el empate conseguido en casa de Real Valladolid 2-2, el plantel y los dirigentes han coincidido en que este es solo el comienzo, ya que se debe consolidar una “dinámica de resultados positivos”, y refrendarlo el próximo domingo en la isla ante al Albacete.
En rueda de prensa el presidente de la entidad insular Miguel Concepción, refiriéndose a la situación de su club afirmó que; "Este equipo tiene que salir y enero debe ser nuestro mes. Tenemos cuatro partidos en casa y habrá oportunidades, ahora recibimos al Albacete y después visitamos a la Ponferradina, que es otro equipo que está ahí con nosotros, por lo que tenemos una oportunidad única de salir de esta zona y alcanzar la media tabla", aseguró con optimismo.
Pero más allá del optimismo la realidad es que el Tenerife tiene serios problemas en el medio campo, que fueron evidentes frente a un débil Valladolid, al que los blanquiazules remontaron dos veces para conseguir al final un empate importante, pero donde no se mostro un juego claro y concreto, pero que sirvió para escalar un puesto en la clasificación.
Este mes será clave para el equipo isleño a la espera de las decisiones de la directiva en torno a las incorporaciones, solicitadas por el técnico Juan Carlos Mandiá, y además tendrá que demostrar en casa y frente a su afición que pueden salir de esta situación, incluyendo el partido que fue aplazado por la huelga de los controladores, frente al Granada.