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Pablo Lázaro

Todos contra el Copyright

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Mal que les pese a algunos, cada vez son más los autores atraídos por el Copyleft. El proyecto musical Triolocría, cuyo disco ha sido publicado hace unos días, incluye una versión del "Romance sonámbulo" de Federico García Lorca. Es la primera ocasión en la que los herederos del poeta granadino autorizan una obra registrada bajo licencia Creative Commons, bajo la modalidad “Reconocimiento-NoComercial-SinObraderivada 3.0 España”. Este tipo de licencia, incompatible con la SGAE, reconoce el derecho de reproducir y compartir libremente la obra, siempre y cuando se haga en los términos en los que el autor designa.

Pero no es un caso aislado. Es una prueba más de una irreversible tendencia a democratizar la cultura. El Copyleft es un conjunto de derechos, nacido en oposición al Copyright, basados en la consideración de la cultura, el conocimiento y la información como bienes sociales, en lugar de meras mercancías. Parte del principio básico del libre intercambio de ideas, y se propone como alternativa a las restricciones de derechos para hacer y redistribuir copias de una obra determinada de la propiedad intelectual. Se pretende garantizar así una mayor libertad para que cada persona receptora de una copia de un trabajo pueda, a su vez usar, modificar y redistribuirlo.

Esto ha supuesto un gran avance en la lucha para frenar la mercantilización del arte, pues ha dado un vuelco a la situación que imperaba, en la que la gente debía pagar o se quedaba sin acceso a la cultura. En un futuro que ya está comenzando, la nueva consigna es: acceso gratuito a la cultura, y el que lo crea necesario, quiera y pueda, que pague por ella. La idea principal del Copyleft es sustituir el "Todos los derechos reservados" del Copyright, por "Algunos derechos reservados " o "Ningún derecho reservado", según sea la voluntad del autor.

Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos al proceso. Los más importantes son los que vienen por parte de los intermediarios entre los autores y el público. En el mundo actual, gracias a las nuevas tecnologías, su papel mediador es cada vez más obsoleto: cualquier autor puede distribuir sus creaciones a través de descargas en su página web, sin necesidad de soporte físico. Pero estos intermediarios se resisten a renunciar a su suculenta participación en el proceso, culpando al libre intercambio a través de la red de “la muerte de la cultura”, cuando ellos son los únicos responsables. También muchos autores se resisten a permitir la libre difusión de sus obras, pero poco a poco se van dando cuenta de las ventajas de prescindir de las sociedades de gestión de derechos.

El objetivo de esta nueva concepción de la cultura es promover el intercambio de obras producidas individual o colectivamente para que estas circulen como una producción común. Defiende el conocimiento como un bien público, patrimonio de toda la humanidad, y está por lo tanto en contra de los límites artificiales al mismo, como patentes o derechos de autor. Se basa en la premisa de que un creador aspira a que su obra llegue a todo el mundo, no a enriquecerse con ella limitando su acceso sólo a quien pueda pagarlo.

Todos contra el Copyright

Pablo Lázaro
Pablo Lázaro
viernes, 10 de diciembre de 2010, 08:49 h (CET)
Mal que les pese a algunos, cada vez son más los autores atraídos por el Copyleft. El proyecto musical Triolocría, cuyo disco ha sido publicado hace unos días, incluye una versión del "Romance sonámbulo" de Federico García Lorca. Es la primera ocasión en la que los herederos del poeta granadino autorizan una obra registrada bajo licencia Creative Commons, bajo la modalidad “Reconocimiento-NoComercial-SinObraderivada 3.0 España”. Este tipo de licencia, incompatible con la SGAE, reconoce el derecho de reproducir y compartir libremente la obra, siempre y cuando se haga en los términos en los que el autor designa.

Pero no es un caso aislado. Es una prueba más de una irreversible tendencia a democratizar la cultura. El Copyleft es un conjunto de derechos, nacido en oposición al Copyright, basados en la consideración de la cultura, el conocimiento y la información como bienes sociales, en lugar de meras mercancías. Parte del principio básico del libre intercambio de ideas, y se propone como alternativa a las restricciones de derechos para hacer y redistribuir copias de una obra determinada de la propiedad intelectual. Se pretende garantizar así una mayor libertad para que cada persona receptora de una copia de un trabajo pueda, a su vez usar, modificar y redistribuirlo.

Esto ha supuesto un gran avance en la lucha para frenar la mercantilización del arte, pues ha dado un vuelco a la situación que imperaba, en la que la gente debía pagar o se quedaba sin acceso a la cultura. En un futuro que ya está comenzando, la nueva consigna es: acceso gratuito a la cultura, y el que lo crea necesario, quiera y pueda, que pague por ella. La idea principal del Copyleft es sustituir el "Todos los derechos reservados" del Copyright, por "Algunos derechos reservados " o "Ningún derecho reservado", según sea la voluntad del autor.

Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos al proceso. Los más importantes son los que vienen por parte de los intermediarios entre los autores y el público. En el mundo actual, gracias a las nuevas tecnologías, su papel mediador es cada vez más obsoleto: cualquier autor puede distribuir sus creaciones a través de descargas en su página web, sin necesidad de soporte físico. Pero estos intermediarios se resisten a renunciar a su suculenta participación en el proceso, culpando al libre intercambio a través de la red de “la muerte de la cultura”, cuando ellos son los únicos responsables. También muchos autores se resisten a permitir la libre difusión de sus obras, pero poco a poco se van dando cuenta de las ventajas de prescindir de las sociedades de gestión de derechos.

El objetivo de esta nueva concepción de la cultura es promover el intercambio de obras producidas individual o colectivamente para que estas circulen como una producción común. Defiende el conocimiento como un bien público, patrimonio de toda la humanidad, y está por lo tanto en contra de los límites artificiales al mismo, como patentes o derechos de autor. Se basa en la premisa de que un creador aspira a que su obra llegue a todo el mundo, no a enriquecerse con ella limitando su acceso sólo a quien pueda pagarlo.

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