¿Qué es juego limpio? ¿Qué es “trampa”? ¿Que es ilegal? Todas estas preguntas se me vienen a la cabeza cuando he conocido el jueves el expediente sancionador que ha abierto contra el R. Madrid la sacrosanta UEFA. Recordemos que el gran José María García (que solos estamos sin tu verbo en las ondas, maestro) ya definía hace más de una década a la UEFA como “Unión de Especuladores de Futbol Asociación”, y que solía aclarar que los “mandamales” de dicho órgano son maestros del comer y aún más del beber.
Y lo cierto es que les confieso que estas exóticas reflexiones de antaño me han venido a la mente cuando he leído que el próximo 30 de Noviembre la Comisión de Control y disciplina se va a reunir para estudiar una sanción para el R. Madrid porque dos de sus jugadores, Alonso y Ramos, forzaron sendas tarjetas para cumplir la sanción en el ultimo e intrascendente partido de la fase de grupos de la Champions. Ahora resulta que estos dos jugadores, más Mourinho e incluso Dudek, por haber supuestamente transmitido las órdenes del banquillo a sus dos compañeros, están en el punto de mira de los mandatarios de la UEFA.
Es increíble. Que estos de la UEFA son unos cantamañanas ya se sabía. No hay más que recordar la falta de castigo por la mano de Henry que eliminaba a Irlanda y clasificaba a los franceses (ya ven, menudas como se las gasta Platini) y compararla a los dos partidos que obtuvo Raúl por hacer lo propio en un intrascendente partido de Champions hace unos años. O los indignantes 7 partidos que Angulo tuvo que cumplir hace no demasiado por escupir a un rival, cuando la fea costumbre nunca había sido (ni lo ha vuelto a ser) juzgada con semejante severidad.
¿Cómo se le ocurre a la UEFA dudar de la deportividad del recurso que Mourinho ordenó hacer? La única manera de que me resulte antideportiva esta extendidísima práctica es que, para forzar dichas tarjetas, el jugador en cuestión agreda o dañe a un rival; pero no siendo así, es una soberana estupidez castigar a un entrenador que tan solo se aprovecha del reglamento para provecho de su club. Ni más ni menos. Si te enseñan una serie de tarjetas, cumples un partido de sanción. Ok, pues vale. Pues se fuerza la cosa para que sea para este partido. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Qué hay de antideportivo en estrujar los recursos del reglamento para minimizar el impacto de esa sanción? Es algo sin sentido.
Y más sin sentido tiene que se vaya contra los propio jugadores,que al fin y al cabo solo cumplieron órdenes de Mou. ¿Se imaginan a Dudek negándose a trasmitir a sus compañeros sus instrucciones? ¿O a Alonso o Ramos negándose a hacer lo que el exigente portugués decretara? Lo dicho. Increíble.
