La última victoria en casa, además del significado de vencer a un rival directo por la lucha por el descenso, ha servido para salir del bache en el que el equipo estaba estancado en las últimas jornadas. La afición no respira la euforia de las grandes gestas del principio de campeonato, pero tiene los pies en el suelo y es consciente de dos cosas: que el equipo se basa en la efectividad de los nuevos fichajes y que la defensa, con bajas, tiene muchos agujeros.
La delantera internacional del Hércules –el último, Drenthe, convocado esta misma semana por Holanda- es un auténtico salvavidas. Valdez, Trezeguet y el ídolo Royston llevan en volandas al equipo a la victoria en muchos partidos que se estancan. Además, Drenthe ha marcado de falta directa, cosa que los alicantinos no hacían desde la jornada 36 del 2007-08, hace ni más ni menos que cien partidos.
Pero conforme avanzan los partidos, han llegado las lesiones. El más importante, Abraham Paz, ha supuesto que Vigo pruebe con Rodríguez como central acompañando a Pamarot, y el equipo está sufriendo. Casi todos los goles que se han encajado últimamente han sido por despistes defensivos, como ha señalado el entrenador en reiteradas ocasiones. Esta semana hay motivos para la ilusión: Paz ha acelerado su recuperación y es posible que reaparezca el próximo encuentro.
Coque, el recogepelotas que se desmayó contra la Real, recuperado
Preocupación máxima supuso el desmayo que Coque, un joven recogepelotas de 18 años, sufrió minutos antes de iniciarse el segundo tiempo contra la Real Sociedad. Se temió incluso por la muerte súbita y el posible uso del desfibrilador, pero en el hospital el joven se recuperó. La causa no fue, como se dijo en un principio, por no haber comido, sino por un broncoespasmo que no es la primera vez que sufre.
Coque sabe que tendrá que dejar el fútbol, pero como él mismo dice, al menos su desmayo sirvió para algo: “Distraje a la Real Sociedad”. Efectivamente, nada más reaundarse el encuentro, los alicantinos dieron la vuelta al marcador en sólo seis minutos ante una Real desaparecida.