Indignación absoluta en todo el entorno de Las Palmas por los arbitrajes recibidos en lo que va de temporada.
El gol del Girona en el descuento ha encendido el ánimo amarillo (udlaspalmas.net)
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El inexistente penalti señalado en contra de los amarillos en el descuento ante el Girona, provocó que muchos no pudieran aguantar más las ganas de decir lo que piensan y sienten con respecto a este asunto.
Varios jugadores de Las Palmas a pie de campo al término del partido, no pudieron reprimirse lo que pensaban, y no dudaron un solo segundo en criticar abiertamente al estamento arbitral y como se les arbitra.
Ya en la rueda de prensa, Paco Jémez era consciente de las duras palabras de los suyos, y dio a entender que no podía repetirse más esta situación. Y es por ello que hoy en otra rueda de prensa, no permitirá más comentarios de los jugadores a pie de campo. Solo podrán hablar en zona mixta.
Pero aunque el club intente mantener la prudencia de puertas afuera. Por dentro el sentimiento de frustración y rabia es unísono. Tanto desde el propio club, como de los propios aficionados amarillos.
Los motivos para que la indignación hacia los árbitros sea tan elevada, no son solo por los errores puntuales de los colegiados que cuestan puntos o decanten la balanza al contrario.
Uno de los aspectos que más indignan a todo el entorno amarillo, es la enorme cantidad de tarjetas que reciben por partido. Cuesta mucho entender, como un equipo que trata de jugar al fútbol y que tan buenas críticas ha recibido esta temporada al respecto, pueda recibir tanta cantidad de tarjetas.
Muchas veces se reciben más tarjetas que otros equipos que vienen a impedir jugar al fútbol tácticamente. Se les saca muchas amarillas por protestas puntuales contra el árbitro o asistentes, que ahí no dudan en amonestar. Pero luego, a los rivales que bloquean e impiden el juego local, apenas son amonestados y se les permite destruir, castigando al que intenta jugar en vez de al que no deja.
Y es que uno de los datos que más justifican esta queja de los amarillos, es que Las Palmas, junto al Madrid y Barcelona, son los equipos que más faltan reciben de media en todo el fútbol profesional. Y sin embargo, Las Palmas es uno de los equipos que más tarjetas tiene de media en lo que va de temporada.
Si a este dato contundente, añadimos luego decisiones como las de esta última jornada ante el Girona, en donde se señala un penalti inexistente en el descuento del partido. Tenemos el “porqué” de esta reacción tan enérgica de los amarillos.
Por parte del aficionado, las quejas son mucho más duras y contundentes, dado que ellos sí pueden hablar abiertamente. Muchos acusan a las pistas de atletismo y a la lejanía de las gradas, de que los árbitros aquí puedan pitar con “comodidad”. Otros van más allá, y tienen muy claro que existe una “mano negra” contra Las Palmas desde los círculos de poder futbolístico. O también del “supuesto” malestar que produce para muchos el tener que desplazarse hasta las islas en avión por la lejanía, y que por tanto no interesa que un equipo canario esté en primera, e incluso ya en segunda.
Otros son más prácticos y simplemente dicen que el nivel arbitral es muy deficiente y que habría que hacer profundos cambios, como la utilización de tecnología y la profesionalización arbitral.
Pero lo que no deja margen de duda, es que la indignación en el entorno amarillo es muy elevada hacia el estamento arbitral, y si esta situación no mejora en las jornadas venideras, no se descartan mayores medidas de protesta y actuación, para intentar frenar la sangría de los colegiados hacia la UD Las Palmas.