Hace un tiempo que hablé en esta columna semanal de Alberto Contador y su sanción por dar positivo por clembuterol. Y ahora, cuando la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha emitido su informe, el asunto está más de actualidad que nunca.
Y es que el informe no está para nada claro. No se moja, de hecho. No dice nada si Alberto Contador es finalmente, inocente o culpable… sólo se dedica a explicar científicamente cómo llega el anabolizante al cuerpo del deportista. ¡Ni que fuéramos ahora expertos en la materia para que, tras la lectura de éste, tengamos una idea fija y clara sobre el tema!
Me sorprende, cuanto menos, que la UCI emita un informe así, digamos, de turbio. Pero es que imagino que el presunto dopaje de Contador sorprende a todos, y es más, nos hace dudar a todos también. Yo, sinceramente, ya no sé si es inocente, si es culpable, si tomó esa sustancia en la carne, si se hizo una transfusión de sangre…
No sé, todo es muy extraño. Hay tantos datos en el aire que se crea un clima difuso y raro. Y miren que yo tenía “clarísima” la inocencia del ciclista madrileño… pero encima va la UCI y lo lía todo más.
Aunque si se piensa de un modo positivo, si está todo tan difuso, ¿será por algo, no? ¿El positivo no es tan claro, no? En fin, sólo sé una cosa. Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. El deportista de Pinto está en ello. Tiempo al tiempo y todo se sabrá. Pero que no se alargue más esta “tortura”, por favor.