Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | A mi manera
Sara Massa

¿Llorente de mi vida?

|

La actuación de España el martes se resume en una palabra: victoria, la que le metimos a Escocia en el mítico Hampden Park. Eso sí, sufriendo como no podía ser de otra manera. ¿Quién no ha sufrido alguna vez con La Roja? 2-3 y la Eurocopa 2012 a tiro, da gusto.

Como cada vez que juega España, ayer me coloqué delante de la televisión para ver a la Selección como el que el que va a un concierto y espera en primera fila horas y horas. Ansiosa por ver a los internacionales y con ganas de que otros tres puntos encarrilaran un poco más la clasificación para la Euro 2012.

Tras unos primeros minutos en los que los goles brillaron por su ausencia, Villa se encargó de transformar un penalti rozando el descanso y de empezar poner calma en el equipo. La victoria no parecía difícil y menos aun después del tanto que marco Iniesta tras la reanudación del partido. 2-0 fácil y a esperar el pitido final.

El problema es que algunas veces las cosas se tuercen, vaya si se tuercen. En menos de lo que canta un gallo, Escocia empató. Un 2 a 2 en el marcador que no nos gustaba nada. Minuto 65, minuto 70, 75 y el gol de la victoria que no llegaba. Los escoceses no se lo creían y nosotros tampoco. Estábamos siendo mejores.

Entonces al ‘míster’, Don Vicente del Bosque, se le encendió la bombilla. Una bombilla de nombre Fernando y de apellido Llorente que entró en el terreno de juego en el minuto 75 y marcó en el 78. Así de fácil, llegar y besar el santo.

Con el tanto en el bolsillo, España ya no dejó escapar la victoria. Se dedico a esperar que pasasen los minutos y a evitar el gol de Escocia. Lo consiguió, el partido finalizó con un 2-3 y La Roja sumó un nuevo triunfo.

A parte de este asunto, debo reconocer que Llorente no era santo de mi devoción. Buen jugador, no lo niego, pero ya está. Con lo de ayer me demostró dos cosas. La primera, que como revulsivo no hay quién le gane, tiene el gol en las venas. Y la segunda, que como siga así sólo se me ocurre una cosa, después del “Iniesta de mi vida”, ¿será Fernando el nuevo “Llorente de mi vida”? De momento, va por buen camino

¿Llorente de mi vida?

Sara Massa
Sara Massa
jueves, 14 de octubre de 2010, 07:16 h (CET)
La actuación de España el martes se resume en una palabra: victoria, la que le metimos a Escocia en el mítico Hampden Park. Eso sí, sufriendo como no podía ser de otra manera. ¿Quién no ha sufrido alguna vez con La Roja? 2-3 y la Eurocopa 2012 a tiro, da gusto.

Como cada vez que juega España, ayer me coloqué delante de la televisión para ver a la Selección como el que el que va a un concierto y espera en primera fila horas y horas. Ansiosa por ver a los internacionales y con ganas de que otros tres puntos encarrilaran un poco más la clasificación para la Euro 2012.

Tras unos primeros minutos en los que los goles brillaron por su ausencia, Villa se encargó de transformar un penalti rozando el descanso y de empezar poner calma en el equipo. La victoria no parecía difícil y menos aun después del tanto que marco Iniesta tras la reanudación del partido. 2-0 fácil y a esperar el pitido final.

El problema es que algunas veces las cosas se tuercen, vaya si se tuercen. En menos de lo que canta un gallo, Escocia empató. Un 2 a 2 en el marcador que no nos gustaba nada. Minuto 65, minuto 70, 75 y el gol de la victoria que no llegaba. Los escoceses no se lo creían y nosotros tampoco. Estábamos siendo mejores.

Entonces al ‘míster’, Don Vicente del Bosque, se le encendió la bombilla. Una bombilla de nombre Fernando y de apellido Llorente que entró en el terreno de juego en el minuto 75 y marcó en el 78. Así de fácil, llegar y besar el santo.

Con el tanto en el bolsillo, España ya no dejó escapar la victoria. Se dedico a esperar que pasasen los minutos y a evitar el gol de Escocia. Lo consiguió, el partido finalizó con un 2-3 y La Roja sumó un nuevo triunfo.

A parte de este asunto, debo reconocer que Llorente no era santo de mi devoción. Buen jugador, no lo niego, pero ya está. Con lo de ayer me demostró dos cosas. La primera, que como revulsivo no hay quién le gane, tiene el gol en las venas. Y la segunda, que como siga así sólo se me ocurre una cosa, después del “Iniesta de mi vida”, ¿será Fernando el nuevo “Llorente de mi vida”? De momento, va por buen camino

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto