Tras la fuga de talentos acontecida en los últimos años, el Barça ha vuelto a cometer el mismo error. Primero fue un jovencísimo Cesc Fábregas el que partía a Londres en busca de una confianza que en la entidad catalana no le brindaban. Más tarde, los casos de Gerard Piqué, que se marchó rumbo a Manchester en plena etapa juvenil, y Fran Mérida, acompañando a Cesc con Arsène Wenger, fastidiaron a los dirigentes culés. Obvio.

¿Solución? Contratos 'semi millonarios' a las jóvenes promesas y futbolistas del B. Nano, actual futbolista del Numancia, fue una de las grandes promesas de La Masía. Incluso debutó con el primer equipo pero una inoportuna lesión truncó su evolución. No obstante, tuvo cuatro temporadas para reencontrarse en el filial azulgrana: se acomodó y se marchó. Pero su caso no es el único, otros también debutaron con la primera plantilla y se quedaron en el olvido del aficionado azulgrana: Roberto Trashorras, Dani Tortolero o David Sánchez. Seguro que hubo mil motivos y centenares de circunstancias que un servidor desconoce que hicieron que estas promesas no llegaran a ser las estrellas del futuro. Otros, no obstante, sobrevivieron, como 'Don Andrés', maestro dentro y fuera de las canchas. Fernando Navarro o Sergio García, campeones europeos con la selección en Austria, también formaban parte de esa cantera magnífica y prolífica.

Y lo digo porque el caso viene a cuento. Una analogía muy fea. La cantera del Barça es buena, muy buena. Nadie lo niega y Guardiola lo sabe. A los ya consagrados Xavi, Iniesta, Puyol o Víctor Valdés se les unieron pronto Sergio Busquets, Bojan y Pedro -que no es canterano, pero que proviene del filial-, entre otros. Y las nuevas generaciones pegan con fuerza: Jonathan dos Santos y Thiago Alcántara. El primero de ellos no quiere cometer los mismos errores que su hermano, aunque parece que Giovanni también se ha asentado con el paso de los años. Veremos su evolución.

El segundo nombre me inquieta. Hijo del internacional brasileño Mazinho, Thiago Alcántara es un talento nato, un diamante en bruto aún por pulir. Guardiola lleva apostando por el joven futbolista para el mediocentro desde hace un tiempo, pero lo hace a cuentagotas, como lo hizo con Gay Assulin.

Éste es otro. El delantero fue el israelí más joven en debutar con la selección nacional absoluta y llegó a disputar un encuentro de Copa del Rey la pasada temporada, ante la Cultural Leonesa. El ariete se presentaba en los entrenamientos del Mini Estadi con una 'L' en su flamante Audi A8. Esta misma temporada, el Barça ha prescindido de él. Probó en el City, pero ni los multimillonarios árabes quisieron hacerse con sus servicios. Actualmente está sin equipo.

El año pasado, Guardiola ya se enfadó con Thiago por dedicarle un gol a su amigo Gay Assulin y le abroncó en pleno partido. La línea que separa el éxito del fracaso es muy 'fina', pero el Barça no puede cometer los mismos errores del pasado. Sin embargo, hay esperanza: Oriol Romeu, Fontàs y Muniesa sí parece que cumplen los pasos adecuados, pero los errores en la juventud son muy frecuentes. Para evitar las tentaciones de los 'niños' de La Masía, el club barcelonés promete y firma contratos con estos jóvenes futbolistas que acaban por caer en la autocomplacencia y el divismo. Son chicos aún por formar, que tienen un camino por recorrer y mucho por aprender. Pero por suerte está Guardiola, sabio como nadie: no va a permitir que nadie se crezca.

No obstante, la cantera azulgrana tampoco pinta tan bien como parece. Pero ése ya es otro tema que trataremos en otra ocasión (II). El 'como se cargó Laporta La Masía' promete dar guerra y en un futuro, no muy lejano, se comentará. De momento, esperemos que esta generación, por el bien del fútbol, no se eche a perder. La última hornada de la etapa Núñez llama a la puerta y aún está a tiempo de rectificar. El tiempo dirá.