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Mañana, ese hoy,
donde tanto planea mi alquilado sino,
y el alba llegó tarde...
Mañana, ese hoy,
donde bailan mis sueños y duermen mis mil fantasías,
y aquel alba se rompió en mil pedazos de falso oro barato.
Mañana, ese hoy,
acostado en mi ayer tardío,
y el karma quedó dormido por vivir al día mi triste vida de futuro incierto.
Tierra mía: ¡Me llaman nativo de África! A ellos los parece una situación patética, mientras que por acá la vida es pacífica. ¡Todo se piensa más allá de la física!
Trompifai: Entre ceja y ceja yo entusiasmado por una damita a la que conturba mi grandilocuencia. Protagonistas: ¡A mí! Antagonistas: ¡Conmigo!
El mundo de los escritores goza de las virtudes y defectos de los humanos. Más o menos neuróticos, normalitos, empáticos o soberbios, un artista, un escribidor, un narrador, un poeta, un novelista no están eximidos de las carnaduras propias de la vida.
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