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Esta vida acaba de morir,
por ser tú el roba corazones,
sin piedad mi karma quedó gris luto algo oscuro.
Esta vida acaba de morir,
por ser yo y solamente yo,
sin compartir esas luces por mil corazones rotos en aquel pasado roto en su tiempo.
Esta vida acaba de morir,
por perderme buscando cien mil destinos desconocidos,
sin vivir aquél que me regaló mi vida con algo de buen y viejo nuevo sino.
Tierra mía: ¡Me llaman nativo de África! A ellos los parece una situación patética, mientras que por acá la vida es pacífica. ¡Todo se piensa más allá de la física!
Trompifai: Entre ceja y ceja yo entusiasmado por una damita a la que conturba mi grandilocuencia. Protagonistas: ¡A mí! Antagonistas: ¡Conmigo!
El mundo de los escritores goza de las virtudes y defectos de los humanos. Más o menos neuróticos, normalitos, empáticos o soberbios, un artista, un escribidor, un narrador, un poeta, un novelista no están eximidos de las carnaduras propias de la vida.
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