Barcelona se cubrió de blanco y el Real Madrid cayó en octavos de la Champions. Hay cosas que parece imposible que ocurran y otras que no cambiarán nunca. Para la primera hay una explicación meteorológica: una gran nevada puso de blanco el Camp Nou para gloria de Joan Gaspart. La segunda no tiene explicación alguna: si bajara un marciano de la Luna y viera la plantilla de Florentino Pérez diría: “Con estos tíos tienen que ganar todos los partidos y por goleada”.

Pues no, no es así. Tres errores deportivos graves le han bastado al Real Madrid para dinamitar la temporada del club, una más. Las derrotas en fútbol de Alcorcón y Lyon, junto a la última de baloncesto en casa ante el Maccabi han dilapidado una fortuna gastada para eso, porque no olvidemos que los éxitos deportivos son directamente proporcionales al retorno de la inversión que se hace para conseguirlos.

Dejaré las Matemáticas para entrar en el terreno de las Letras. El triunfo del Madrid en Alcorcón le hubiese dado la posibilidad de optar al título de Copa. El triunfo del Madrid en Lyon le hubiese dado la posibilidad de estar entre los grandes de Europa con serias posibilidades de disputar la final en su feudo. El triunfo del Madrid de basket ante el Maccabi le hubiese dado la posibilidad de alcanzar la Final Four y no hacer otro ridículo en cuartos ante el eterno rival…

Es demasiado lo que ha perdido el Madrid por el camino. Desde luego, tiene todas las papeletas de quedarse en blanco este año en ambas secciones a no ser que se cargue al mismísimo ‘lobo feroz’ azulgrana, algo que en estos momentos se me antoja casi imposible.

Más que buscar culpables, hay que buscar responsables y soluciones ante tamañas crisis deportivas. Está claro que el madridismo quería a Florentino, el único capaz de inmolarse domingo tras otro ante 100.000 almas. Por tanto, me parece que el presidente no es sospechoso del ‘madricidio’. No lo tienen tan claro socios y aficionados con respeto a Jorge Valdano, ese personaje de folletín cuya prosa ejerce de apagafuegos en Concha Espina ¿Pardeza? No sabe/no contesta ¿Butragueño? Idem. ¿Pellegrini?

Vamos a ver, Pellegrini estaba de vacaciones en Chile cuando ficharon a todos los galácticos. Y ahora qué pasa, que se le ha olvidado lo de Villarreal, ¿o qué? A lo mejor es que el Madrid tiene una “plantilla corta”. Por favor, para plantilla corta la del Jerez, o el Sporting hombre, que esto no cuela. Es que son tantos errores que uno no sabe ni por donde empezar.

Voy a citar diez nombres que me vienen a la cabeza y que son un fiel indicativo de que el Real Madrid es todo menos un EQUIPO de fútbol. Sjneider (se sale en el Inter), Robben (se sale en el Bayern), Benzema (para esto, ¿tanto?), Negredo (más rentable que Benzema), Villa (no pudo ser), Silva (tampoco), Gago (no es Redondo), Rooney (el que tuvieron que fichar), Raúl (dos décadas tapando agujeros) y Guti (dale 90 minutos y verás quién es).

Si es que no se puede hacer peor ¿Por qué no aprenderán del modelo inglés? Les haría falta un director deportivo-entrenador tipo Arsene Wenger o, si lo prefieren español, ahí tienen a Rafa Benítez y su Liverpool. Antes, te traes a Mourinho un año para hacer la limpia –lo malo es que éste se quedaría solo- y a correr. El otro día, en los últimos 15 minutos ante el Lyon, eché de menos un Juanito, un hombre que alzara los brazos a su público pidiendo ayuda y muriendo por cada balón. No encontré nada de eso, sólo reproches y un vestuario en el que cada uno va a lo suyo. ¡Qué pena! El mejor club del siglo XX anda sin pena ni gloria por el siglo XXI…