Haciendo un juego de palabras con el patrocinador del C.B. Valladolid, el Cajasol pudo degustar un trago de Blancos de Rueda que a punto estuvo de indigestársele. El trío Van Lacke-Dumas-Battle hizo estragos, pero a pesar de errar el 50% de los tiros libres intentados y pese a perder 19 balones, la casta y el acierto de tres de los sevillanos les acercan un poco más a la lucha por el título

Mario Cabana tapona a Lamont Barnes. Imagen Víctor Díaz.

FICHA TÉCNICA 69- Cajasol: Satoransky (2), Douglas (20), Kirksay (3), Savanovic (8), Triguero (2) -cinco inicial- Ellis (10), Calloway (12), Radenovic (9), Miso (2) y Cabanas (1). 64- Blancos de Rueda Valladolid: Dumas (10), Van Lacke (19), García (10), Battle (12), Barnes (6) -cinco inicial- Báez (2), López (-), Chase (3) y Grunfeld (2). Parciales: 17-22, 18-7, 15-19 y 19-16. Árbitros: De la Maza, Araña y Soto (0). Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes de San Pablo (Sevilla). 6.400 espectadores. DATOS DESTACABLES El mejor: Fede Van Lacke El escolta argentino del Blancos de Rueda anotó (19 puntos), reboteó (9 rebotes) y dirigió. Sus 24 puntos de valoración le hacen acreedor a la distinción, pese a que su equipo saliera finalmente derrotado. Lo peor: 11 de 21 en tiros libres para el Cajasol. Pésimo porcentaje de los locales, que no obstante anotaron todos los decisivos. La clave: El acierto cajista en los tiros de tres (12 de 26) Fue lo que mantuvo vivo al Cajasol durante casi todo el partido. Mención especial para Rubén Douglas (4 de 7). El dato: A un triunfo de la cuarta plaza El Cajasol distancia ya a su rival de hoy en cuatro victorias, y se coloca tan sólo a una de la cuarta plaza, después de la derrota del Power Electronics Valencia ante el Madrid.

Víctor Díaz / Sevilla

No fue un buen partido de baloncesto, pero la lucha y la emoción predominaron hasta el final; y de nuevo un desenlace apretado se resolvió a favor de los sevillanos, que se consolidan entre los ocho primeros, y se colocan ya con 15 triunfos, a una sola victoria del cuarto puesto.

El Cajasol empezó muy enchufado desde la línea de 6,25, dejando ya ver cuál sería la tónica de su juego durante la mayor parte del encuentro. Douglas y Savanovic, con dos triples cada uno, pusieron las primeras diferencias en el marcador favorables a los locales (12-4).

Pero fue un espejismo, porque Porfirio Fisac decidió mantener su defensa en zona, con bastante acierto porque desde ese mismo momento el porcentaje de acierto de los cajistas disminuyó y los pucelanos aprovecharon para remontar el resultado con un parcial de 0-11, gracias a Diego García y a la conexión entre Stephane Dumas y Lamont Barnes (12-15). El técnico visitante prepraró una presión asfixiante sobre Tomas Satoransky, y el joven base checo tuvo muchos problemas para dirigir el juego de los suyos. Plaza no tuvo más remedio que sacar a Calloway.

Hasta el minuto 8 no anotó el Cajasol una canasta de dos, mientras que al Blancos de Rueda le salía todo; como muestra, un triple afortunado de Dumas cuando intentaba un alley-hoop con Barnes. La defensa cajista, contrariamente a la filosofía de su técnico, era totalmente de mantequilla, encajando 22 puntos en diez minutos.

Reacción local
Plaza debió leerle la cartilla a los suyos, porque el Cajasol sólo concedió siete puntos en el segundo cuarto. El encuentro se convirtió en un correcalles lleno por momentos de imprecisiones que favoreció a los sevillanos, porque éstos se apretaron las clavijas atrás, mientras que en ataque continuaron con su gran acierto desde más allá de 6,25 (4 de 4 en este período).

Mención especial mereció Ivan Radenovic. El ala-pívot serbio anotó 8 puntos con 2 de 2 en tiros de tres, y su acierto propició que Plaza no tuviese necesidad de sacar de nuevo a pista a Savanovic. Una canasta en contraataque de Kirksay cerró la primera mitad del encuentro con seis arriba para el Cajasol (35-29); y todo ello a pesar de que el equipo azul contaba ya con diez balones perdidos, algo que continuaría sucediendo tras el descanso.

El tercer período nos dejó claro que el Blancos de Rueda es un conjunto al que cuesta dar por "muerto". El equipo pucelano aguantó la acometida de Rubén Douglas, quien con 9 puntos mantuvo a su equipo en ataque, adquiriendo los sevillanos otros tantos de ventaja (49-40). Pero los visitantes, tras un tiempo muerto de su técnico, reaccionaron rápidamente y con los triples de Van Lacke y las canastas de Dumas redujeron la ventaja local casi a la mínima expresión (50-48).

La reacción vallisoletana tuvo continuidad en el último cuarto. Nada más reanudarse el juego dos canastas de Grunfeld y de Van Lacke dieron la primera ventaja a los visitantes (50-52); mientras que el Cajasol erraba un tiro libre detrás de otro. Increíble porcentaje el que llevaban hasta ese momento: 5 de 15, lo que provocó un conato de desesperación en las gradas.

El cuadro visitante estaba en su salsa, y su mejor hombre, Van Lacke, además de anotar de tres se permitió el lujo de hacer un sensacional alley-hoop en conexión con Dumas. Como quiera que Robert Battle era el amo en ambas canastas, el Blancos de Rueda se fue hasta de cinco puntos (51-56).

Para colmo de males cajista, Juanjo Triguero se tuvo que retirar lesionado. No parece nada grave lo del pívot de Gandía, pero la contusión sufrida le impidió volver a reaparecer en el encuentro. Plaza lo solucionó con Radenovic y Savanovic; y precisamente una canasta de este último volvió a restablecer las tablas (56-56).

Y el Cajasol, finalmente, acabó metiendo los tiros libres
El Cajasol se puso por delante a 2:30 del final con un nuevo triple, éste de Calloway (60-59), aunque Battle, sin Triguero delante, contestó inmediatamente (61-62). Dos tiros libres –sí, dos seguidos- de Tyronne Ellis devolvieron la ventaja a los locales, y un robo providencial de Douglas a 1:30 estiró la renta un poco más.

La canasta del panameño -20 puntos en total- fue vital para el desenlace del choque. El Blancos de Rueda siguió dando guerra pero cuatro tiros libres consecutivos de Calloway sentenciaron. Paradójicamente fue el principal talón de Aquiles del Cajasol en la matinal sevillana el que terminó con los de Fisac.

Los locales acabaron con un paupérrimo 52% en tiros desde la personal –más 19 pérdidas-, pero metieron los seis últimos y, gracias a ello, distancian ya en cuatro triunfos a los equipos que marcan la frontera de los play-off, al que sigue optando el Valladolid, que continúa bastante más cerca del octavo puesto –una victoria- que del descenso –tres-.

SALA DE PRENSA

Porfirio Fisac (Técnico Blancos de Rueda Valladolid) ”Como solemos hacer nosotros, el partido ha estado siempre disputado, siempre reñido. Intentamos tener controlado el tiempo de juego y la intensidad del partido, y creo que lo hemos llevado un poco hacia donde queríamos ir. Ahora no vemos el aro con facilidad, pero sin embargo todos los días somos competitivos. Ellos han tenido la delicadeza, la paciencia para superar las dificultades de un partido como éste y, sobre todo, el acierto en el momento clave es lo que les ha dado el triunfo”. “Después de este partido sigo metido en este barco que no ve muy bien el camino porque hay mucha niebla. No quiero que los jugadores se acomoden en el objetivo de la permanencia con nuestras once victorias, porque si esperamos a ganar uno más nos vamos a acojonar, y yo quiero ser valiente ”.

Joan Plaza (Técnico Cajasol) “Lo primero que quiero decir se lo he dicho también a mis jugadores, y es que algunas veces todos perdemos el norte. Lo que no puede ser es que nos emborrachemos pensando que, como vamos quintos, si el equipo sufre en Murcia o sufre también hoy para ganar es que está mal. No nos equivoquemos: éste es un equipo que se hizo para salvarse, y si lo ponemos jugador por jugador, entrenador por entrenador, junto a otros, es un equipo que ha de ir a Murcia y sufrir. Siendo honestos, poniendo jugador por jugador, decid si escogeríais a mi equipo o al rival. Aquí llega Valladolid haciendo una buena temporada y hay que sufrir. ¿A quién vamos a ganar de 15 ó de 20? Un partido en el que tienes un 50% en tiros libres, un 30% en tiros de dos y 19 balones perdidos no dice sino que somos los que somos, y es lo que quiero haceros entender. A partir de ahí no salimos nunca del partido, peleamos por cada balón, estamos 6-7 abajo y mantenemos la cara… Claro que nos entran dudas. Con esas estadísticas es muy difícil ganar un partido, y eso es culpa mía; pero entendamos que somos quienes somos. Y a partir de ahí, el cielo y a luchar con quien haga falta. Hemos de sufrir casi con cualquier equipo de esta liga, lo que pasa es que mis jugadores tienen un deseo, una casta, una voluntad y una seriedad que les ha hecho llegar a ser quintos, pudiendo ser quizá cuartos. Pero cuando uno se acostumbra a ganar tanto suele perder el oremus".