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Almudena Negro

Internet se rebela contra el régimen. El régimen se rebela contra Internet

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Lo intentaron colar de rondón en la Ley de Economía Sostenible, que ni es ley por ser despojo legal, ni es sostenible en una sociedad abierta. Les salió mal el asunto porque un grupo de internautas, alertados el martes de madrugada de la intención del gobierno de crear “Sección Segunda” (SS) y una Comisión de amiguetes que pueda decidir qué webs pueden seguir abiertas y cuáles no, se reunieron en Google Wave y lanzaron a la red un manifiesto “en defensa de las libertades fundamentales en internet” que fue inmediatamente recogido por miles de decenas de miles de blogs y 150.000 Webs. Todos contra la “ley de la patada en el router” que pretende cerrar páginas sin orden judicial. Facebook consiguió reunir en contra de la ley a más de 135.000 personas. En Twitter los hashtags #manifiesto primero y #manifestacion después fueron retwitteados a lo largo y ancho… del globo terráqueo. Bien pronto el escándalo traspasaba nuestras fronteras. Un grupo de bloggers, encabezado por Prevost de la red antizp, hizo entrega del manifiesto el miércoles a Esperanza Aguirre, que calificó de “barbaridad” el cerrar webs sin autorización judicial. Toda la prensa en papel tradicional y a buen seguro sorprendida por la capacidad de reacción de la red recogía 24 horas después la noticia de la rebelión. Los “Ciudadanos” de Albert Rivera se sumaban como partido. El Partido Popular de Mariano Rajoy, que en la UE había votado a favor de una medida similar, se vio obligado a reaccionar por boca de González Pons y González-Sinde, mentiras y gordas, decidió convocar a un grupo de presuntos “gurús” en su mayoría cercanos al PSOE para hacerse una foto y tratar de calmar los cada vez más encendidos ánimos. Como la educación no va aparejada con el cargo, Sindescargas apareció, saludó, y se fue. Eso sí, dando instrucciones a su gente de no ceder ni un ápice. Mosqueo monumental en una red totalmente fuera de control para el poderoso.

Otro error de los tecnófobos: varios de los asistentes al ministerial encuentro propagandístico twittearon la reunión, a la cual asistieron miles de internautas. Cuando Enrique Dans, de los pocos que ha hecho y sigue haciendo un papel digno en todo este asunto (lo de Escolar Jr., pretendiendo culpar a USA del liberticidio de los socialistas y afirmando que en el PSOE nadie se lee las leyes que aprueba es una broma de mal gusto), se puso en pie fueron miles los dispuestos a abandonar la sala. Después se conocía gracias a alguno de los “bloggers” convocados, como recogió Elentir en su “Contando Estrelas”, que desde el Ministerio se había recordado a los presentes que “hay mucho dinero” en subvenciones para repartir. Qué cara.

Fracasado el encuentro, corregido y aumentado el malestar, los internautas decidieron convocar manifestaciones. Del “pásalo” vía SMS al “pásalo” vía redes sociales. El gobierno, que sabe que con 4 millones de parados cualquier cosa puede ser la espita que provoque su inmediata caída, se asustó. Rodríguez Zapatero acongojado porque a la cabeza de la revolución 2.0 se encuentra el sector de jóvenes que él cree granero de votos socialistas, compareció horas antes de la convocatoria callejera desautorizando a una achicharrada González-Sinde. Pero los internautas no se fían.

Ilustres periodistas “serios” de los de toda la vida, como Pedro J. salieron en defensa del gobierno y criminalizando a los internautas a los que desde “El Mundo” se tildó, en un ignominioso editorial y pocos días después de lo ocurrido con el “Alakrana”, de piratas. Julia Navarro, que habla de ladrones y no se refiere con ello a sus amigos los políticos, no se entera y afirma en su blog, en una entrada llena de victimismo, estereotipos y clichés y en la que demuestra que no se ha enterado de nada, que los internautas quieren legitimar el robo y lamenta mucho que ZP haya dado marcha atrás de momento.

Supongo que a Ramírez y Navarro les parecería fantásticamente bien que una comisión censora de amigos del poder pudiera decidir qué periódicos deben cerrar… sin autorización judicial. ¿Qué no? ¿Qué les parecería una barbaridad totalitaria? Entonces… ¿por qué quieren esto mismo para la red? Como les debe de parecer fantásticamente bien que alguien haya modificado un anteproyecto de Ley después de pasar por el Consejo de Ministros.

La SGAE se planta en un Ministerio, no en comisaría ni en un Juzgado, para denunciar 200 webs. Delegación del Gobierno, la misma que ha permitido concentraciones –y me parece bien- cuando ha habido atentados terroristas, asesinatos por malos tratos ó muertes de ilustres personajes, denegó la autorización para manifestarse a los internautas.

Es el contraataque de un régimen que creía que la sociedad civil estaba muerta.

Pese a que no hubo autorización gubernamental varios centenares de internautas salieron “a pasear” a las 8 de la tarde a las puertas del Ministerio de Subvenciones y las propuestas de iniciativas para denunciar lo que los internautas tildan de “asesinato de la libertad de expresión” no dejan de aumentar en número. Desde la Asociación de Internautas se exige la dimisión de González-Sinde. Miles de blogs colocaron el 6 de diciembre una esquela dedicada a la Constitución de 1978. Se anuncia una gran movilización off-line. La rebeldía de los ciudadanos 2.0 contra el régimen es ya imparable.

Y es que lo de esta semana, está claro, sólo ha sido una batalla. La guerra sigue abierta y será larga y duradera.

Los liberticidas no la van a ganar. No la pueden ganar. Aún no se han enterado cómo funciona esto de internet. Bloggers Yoani Sánchez o Martha Colmenares podrían dar fe de ello.

Internet se rebela contra el régimen. El régimen se rebela contra Internet

Almudena Negro
Almudena Negro
lunes, 7 de diciembre de 2009, 00:59 h (CET)
Lo intentaron colar de rondón en la Ley de Economía Sostenible, que ni es ley por ser despojo legal, ni es sostenible en una sociedad abierta. Les salió mal el asunto porque un grupo de internautas, alertados el martes de madrugada de la intención del gobierno de crear “Sección Segunda” (SS) y una Comisión de amiguetes que pueda decidir qué webs pueden seguir abiertas y cuáles no, se reunieron en Google Wave y lanzaron a la red un manifiesto “en defensa de las libertades fundamentales en internet” que fue inmediatamente recogido por miles de decenas de miles de blogs y 150.000 Webs. Todos contra la “ley de la patada en el router” que pretende cerrar páginas sin orden judicial. Facebook consiguió reunir en contra de la ley a más de 135.000 personas. En Twitter los hashtags #manifiesto primero y #manifestacion después fueron retwitteados a lo largo y ancho… del globo terráqueo. Bien pronto el escándalo traspasaba nuestras fronteras. Un grupo de bloggers, encabezado por Prevost de la red antizp, hizo entrega del manifiesto el miércoles a Esperanza Aguirre, que calificó de “barbaridad” el cerrar webs sin autorización judicial. Toda la prensa en papel tradicional y a buen seguro sorprendida por la capacidad de reacción de la red recogía 24 horas después la noticia de la rebelión. Los “Ciudadanos” de Albert Rivera se sumaban como partido. El Partido Popular de Mariano Rajoy, que en la UE había votado a favor de una medida similar, se vio obligado a reaccionar por boca de González Pons y González-Sinde, mentiras y gordas, decidió convocar a un grupo de presuntos “gurús” en su mayoría cercanos al PSOE para hacerse una foto y tratar de calmar los cada vez más encendidos ánimos. Como la educación no va aparejada con el cargo, Sindescargas apareció, saludó, y se fue. Eso sí, dando instrucciones a su gente de no ceder ni un ápice. Mosqueo monumental en una red totalmente fuera de control para el poderoso.

Otro error de los tecnófobos: varios de los asistentes al ministerial encuentro propagandístico twittearon la reunión, a la cual asistieron miles de internautas. Cuando Enrique Dans, de los pocos que ha hecho y sigue haciendo un papel digno en todo este asunto (lo de Escolar Jr., pretendiendo culpar a USA del liberticidio de los socialistas y afirmando que en el PSOE nadie se lee las leyes que aprueba es una broma de mal gusto), se puso en pie fueron miles los dispuestos a abandonar la sala. Después se conocía gracias a alguno de los “bloggers” convocados, como recogió Elentir en su “Contando Estrelas”, que desde el Ministerio se había recordado a los presentes que “hay mucho dinero” en subvenciones para repartir. Qué cara.

Fracasado el encuentro, corregido y aumentado el malestar, los internautas decidieron convocar manifestaciones. Del “pásalo” vía SMS al “pásalo” vía redes sociales. El gobierno, que sabe que con 4 millones de parados cualquier cosa puede ser la espita que provoque su inmediata caída, se asustó. Rodríguez Zapatero acongojado porque a la cabeza de la revolución 2.0 se encuentra el sector de jóvenes que él cree granero de votos socialistas, compareció horas antes de la convocatoria callejera desautorizando a una achicharrada González-Sinde. Pero los internautas no se fían.

Ilustres periodistas “serios” de los de toda la vida, como Pedro J. salieron en defensa del gobierno y criminalizando a los internautas a los que desde “El Mundo” se tildó, en un ignominioso editorial y pocos días después de lo ocurrido con el “Alakrana”, de piratas. Julia Navarro, que habla de ladrones y no se refiere con ello a sus amigos los políticos, no se entera y afirma en su blog, en una entrada llena de victimismo, estereotipos y clichés y en la que demuestra que no se ha enterado de nada, que los internautas quieren legitimar el robo y lamenta mucho que ZP haya dado marcha atrás de momento.

Supongo que a Ramírez y Navarro les parecería fantásticamente bien que una comisión censora de amigos del poder pudiera decidir qué periódicos deben cerrar… sin autorización judicial. ¿Qué no? ¿Qué les parecería una barbaridad totalitaria? Entonces… ¿por qué quieren esto mismo para la red? Como les debe de parecer fantásticamente bien que alguien haya modificado un anteproyecto de Ley después de pasar por el Consejo de Ministros.

La SGAE se planta en un Ministerio, no en comisaría ni en un Juzgado, para denunciar 200 webs. Delegación del Gobierno, la misma que ha permitido concentraciones –y me parece bien- cuando ha habido atentados terroristas, asesinatos por malos tratos ó muertes de ilustres personajes, denegó la autorización para manifestarse a los internautas.

Es el contraataque de un régimen que creía que la sociedad civil estaba muerta.

Pese a que no hubo autorización gubernamental varios centenares de internautas salieron “a pasear” a las 8 de la tarde a las puertas del Ministerio de Subvenciones y las propuestas de iniciativas para denunciar lo que los internautas tildan de “asesinato de la libertad de expresión” no dejan de aumentar en número. Desde la Asociación de Internautas se exige la dimisión de González-Sinde. Miles de blogs colocaron el 6 de diciembre una esquela dedicada a la Constitución de 1978. Se anuncia una gran movilización off-line. La rebeldía de los ciudadanos 2.0 contra el régimen es ya imparable.

Y es que lo de esta semana, está claro, sólo ha sido una batalla. La guerra sigue abierta y será larga y duradera.

Los liberticidas no la van a ganar. No la pueden ganar. Aún no se han enterado cómo funciona esto de internet. Bloggers Yoani Sánchez o Martha Colmenares podrían dar fe de ello.

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Pienso, y esto no deja de ser una opinión exclusivamente personal, que la literatura debe estar escrita siempre desde el foco de la ilusión y la esperanza. Son los esenciales avituallamientos para la creatividad. No digo ya que las novelas deban tener un matiz rosa y de amores platónicos que nos alejan de la realidad. Porque ante todo hay que tener presente el punto de unión entre la ficción y la realidad.

Estoy arrepintiéndome de votar, arrepintiéndome de leer páginas de opinión política en la prensa, arrepintiéndome de acudir a manifestaciones manipuladas, arrepintiéndome de ver noticiarios de televisión y, mucho más, tertulias generalistas con tertulianos mediocres.

El padre de la Constitución argentina, Juan Bautista Alberdi, en su obra "El Crimen de la Guerra"(1870), afirma: "No puede haber guerra justa, porque no hay guerra juiciosa. La guerra es la pérdida temporal del juicio". Asimismo, añade que "las guerras serán mas raras a medida que la responsabilidad por sus efectos se hagan sentir en todos los que las promueven y las invitan".

 
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