Cuando empezó el Eurobasket la confianza en nuestros chicos de oro era incuestionable. Para sorpresa de muchos a la selección española de baloncesto le costó entrar en el campeonato. Surgieron las dudas con derrotas ante equipos como Serbia o Turquía. Pero ya se sabe que las grandes hazañas se les dan bien a los españoles. La prueba de ello…somos campeones de Europa.
España llegaba al Eurobasket con el listón muy alto. Se esperaba que los nuestros dieran lo mejor de sí mismos en Polonia. La fecha a alcanzar, el 20 de Septiembre, día en el que se jugaba la final y se disputaba la medalla de oro. Los problemas vinieron en los primeros momentos del campeonato.
En la primera fase, España se jugaba el pase en un grupo con rivales complicados como Serbia o Eslovenia y eso se notó en el primer partido. La roja no estaba fina y cayó ante los serbios. Con miedos por cosechar una derrota que ya hacía que no se veía en partido oficial, ganaron los otros dos encuentros ante Gran Bretaña y Eslovenia y pasaron a la siguiente fase.
En la segunda, volvió a ocurrir lo mismo. Parece que los de Scariolo necesitaban un aviso para después arrasar. Porque la derrota vino ante Turquía, por tres puntos (63-60) en un partido agónico. Con este panorama, si no ganaban los otros dos partidos ante Lituania y Polonia volvían para casa con las manos vacías y ese no era el objetivo.
Pero lo peor de estas derrotas no era el simple hecho de perder, sino que las sensaciones del equipo no eran buenas. Faltaba comunicación entre los nuestros y parece que Rudy era la única inspiración de un equipo al que le faltaba confianza. A partir de esta derrota las cosas cambiaron, parece que esto de perder cambió el rumbo de nuestra selección. Se empezó a ganar y haciéndolo bien, ante Lituania y ante Polonia. Ganamos a Francia en cuartos y barrimos a Grecia en semifinales.
Y en la final, pues que quieren que les cuenten. Los nuestros se lo creyeron y lo demostraron en un partido en el que fueron superiores en todo momento. Se le ganó a Serbia, rival que nos había sacado los colores en la primera fase y se hizo con un título que emociono a todos. Pau Gasol sacó su mejor versión, lo que le valió el trofeo de MVP del torneo. Y Rudy cortó la red como nos tiene acostumbrados.
La ÑBA volvió a demostrar que hay selección para rato y que los cambios de seleccionador son lo de menos cuando hay unión en un vestuario. Nadie duda de que aquí la hay. Enhorabuena chicos.