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Claudia Casanova, escritora

“La novela histórica es una forma excelente de explicar la Historia”

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Claudia Casanova, exitosa autora de ‘La dama y el león’, acaba de publicar una nueva novela: ‘La tierra de Dios’. Con ella regresa a la Edad Media, época turbulenta y bulliciosa, y nos retrata la España islámica y la consolidación de los reinos cristianos en la Península. Claudia escribe a todas horas, en ordenador, rodeada del silencio más absoluto, al uso y costumbre de los antiguos monjes en su scriptorium, rodeados de volúmenes trazados con pulcros caracteres góticos e ilustrados por polícromos iconos. Claudia procede del mundo editorial donde, durante un largo tiempo, ha traducido a los grandes clásicos de la historiografía francesa.




Claudia Casanova.


Herme Cerezo / SIGLO XXI

Claudia, tú trabajabas en una editorial, ¿cómo se te ocurrió ponerte a escribir?

Yo trabajaba en una editorial traduciendo textos de autores franceses como Jacques Dupuy, Le Goff … Eso despertó mi interés por la Edad Media en general. Mi primera novela, ‘La dama y el león’, transcurría en Francia y entonces me sugirieron escribir sobre España. Comencé a documentarme y eso hice.

Y te decantaste por el registro histórico.

Así fue. Traducir es hacer tuyas las palabras de otro y cuando trabajé sobre los historiadores franceses pude ver con qué interés, con qué pasión, hablaban ellos del año mil. Entonces me entraron ganas de contar otras historias, propias, mías. Y precisamente por esa pasión que citaba antes, que me había deslumbrado, decidí ubicar mis novelas en la Edad Media.

¿Escribir novela histórica es la forma didáctica de explicar la Historia?

Es una forma excelente de explicar la Historia. Me encanta cuando se me acercan jóvenes con el libro porque eso significa que tienen interés por conocer el pasado. Muchos sabemos quién es Richelieu a través de ‘Los tres mosqueteros’ y opino que no es una mala forma entrar en la Historia a través de una aventura. Todo lo contrario. Hay que manejar los datos con cuidado, porque ya hay maestros en esto, pero yo aspiro a ser maestra en el arte de contar historias.

¿Por qué ese título de ‘La tierra de Dios’?

Porque los árabes hablan de Dar el Islam, es decir, la Tierra de Dios, su espacio, la tierra de Alá, en contraposición a la otra tierra, la morada de la guerra, la que habitan los demás. Todo lo que consiguen lo hacen desde su territorio. De ahí me vino la idea para el título.

Tanto tu anterior novela como ‘La tierra de Dios’ atraviesan el siglo XII. ¿Qué ocurrió en este siglo que te atrae tanto?

El siglo XII es un momento previo al Renacimiento. Yo tengo un espíritu muy contestatario y me gustó mucho descubrir que antes del italiano hubo muchos otros renacimientos, entre ellos la época de los carolingios. Hay que bucear también en España, en Toledo, y observar la Escuela de Traductores, donde se traducían los textos más importantes de la literatura musulmana. Por otro lado, Córdoba, dentro del territorio árabe, también era un foco cultural de primer orden. Creo que tenemos motivos más que de sobra para estar orgullosos de todo esto y escribir sobre ello.

El siglo XII, además, es un momento clave en la Reconquista porque España está dividida casi al cincuenta por ciento entre cristianos y musulmanes.

El último cuarto del siglo sí que lo es. Según lo vende la historiografía tradicional, la batalla de Las Navas de Tolosa es el momento clave para inclinar la Reconquista a favor del bando cristiano. Seguramente este enfrentamiento no es más que la explosión de algo que se venía acumulando desde tiempo atrás. Los almohades, musulmanes mucho más estrictos, estaban imponiéndose a los almorávides, que hasta entonces gobernaban en Córdoba, y expulsando a todos los que no pensaban como ellos. Por ejemplo, el sabio Maimónides tuvo que huir de aquellas tierras. Hasta esos momentos los cristianos caminaban a duras penas y sus reinos sobrevivieron como Dios les dio a entender. Precisamente lo que me interesaba era contar qué llevó a los reinos cristianos a pensar que o se unían o la guerra se les iba de las manos. ¿Qué hubiera ocurrido si no hubiesen decidido trabajar juntos? Pues, no se sabe. Ese es el condicional de la Historia que a mí me atrae tanto.

La convivencia entre las tres culturas, la judía, la árabe y la cristiana ¿es un camelo o una realidad?

Como todo en la vida ni es tan cierto ni tan falso. Es verdad que en Toledo se dio esa convivencia pero también probablemente se trataba de algo forzoso. En determinados momentos, entre los judíos, árabes y cristianos, que habitaban sus propios barrios, sí se produjo una cierta integración porque en el mercado de la ciudad o de la villa, que era comunal, todos se mezclaban y un odio tan visceral no puede durar todo el tiempo. Sin duda, las diferencias culturales marcaron la frontera y seguro que, cuando los caballeros entraron en tierras conquistadas, se produjeron matanzas y venganzas.

El medioevo fue tiempo duro y difícil, masculino, donde los bigardos campaban a sus anchas. Pero Claudia Casanova crea una protagonista femenina: Aalis de Saint Noire, ¿cómo es Aalis?

Era una mujer que no quería casarse con el hombre que le habían impuesto y que prefería morirse antes de pasar por el aro. Yo he leído mucho a Dumas y a Walter Scott y las mujeres de sus novelas históricas oscilan entre el modelo blando o tierno y el pérfido. Así se comportaban Constance Bonancieux o Milady de Winter, por ejemplo. Esos prototipos ya me los sabía y buscaba alguien distinto. Había que imaginarse algo diferente, porque las mujeres no estaban tan encerradas en casa como se nos ha contado. Por ejemplo, las poetisas de Al-Ándalus o las cantoras de jarchas gozaban de gran prestigio y libertad.

¿Piensas continuar con Aalis en tus futuras novelas?

No sé si continuaré con ella. Aquí hay un elenco de treinta y cinco personajes que dan para mucho juego. Aalis tiene un carrerón por delante, pero hay otros tan interesantes o más que ella. Lo que sí es seguro es que continuaré adentrándome por la Edad Media.

Aalis presenta un perfil perfecto para su adaptación al cómic, ¿verías a tu personaje llevado a un álbum?

¿Por qué no? Es un vehículo tan bueno como otro cualquiera. Hay mucha gente que empezó con la Iliada o la Odisea, pero no fue ese mi caso. Yo aprendí a leer con los cómics. El medio no me importa. Lo interesante es escribir historias y que la gente las lea.

“La novela histórica es una forma excelente de explicar la Historia”

Claudia Casanova, escritora
Redacción
lunes, 7 de septiembre de 2009, 05:09 h (CET)
Claudia Casanova, exitosa autora de ‘La dama y el león’, acaba de publicar una nueva novela: ‘La tierra de Dios’. Con ella regresa a la Edad Media, época turbulenta y bulliciosa, y nos retrata la España islámica y la consolidación de los reinos cristianos en la Península. Claudia escribe a todas horas, en ordenador, rodeada del silencio más absoluto, al uso y costumbre de los antiguos monjes en su scriptorium, rodeados de volúmenes trazados con pulcros caracteres góticos e ilustrados por polícromos iconos. Claudia procede del mundo editorial donde, durante un largo tiempo, ha traducido a los grandes clásicos de la historiografía francesa.




Claudia Casanova.


Herme Cerezo / SIGLO XXI

Claudia, tú trabajabas en una editorial, ¿cómo se te ocurrió ponerte a escribir?

Yo trabajaba en una editorial traduciendo textos de autores franceses como Jacques Dupuy, Le Goff … Eso despertó mi interés por la Edad Media en general. Mi primera novela, ‘La dama y el león’, transcurría en Francia y entonces me sugirieron escribir sobre España. Comencé a documentarme y eso hice.

Y te decantaste por el registro histórico.

Así fue. Traducir es hacer tuyas las palabras de otro y cuando trabajé sobre los historiadores franceses pude ver con qué interés, con qué pasión, hablaban ellos del año mil. Entonces me entraron ganas de contar otras historias, propias, mías. Y precisamente por esa pasión que citaba antes, que me había deslumbrado, decidí ubicar mis novelas en la Edad Media.

¿Escribir novela histórica es la forma didáctica de explicar la Historia?

Es una forma excelente de explicar la Historia. Me encanta cuando se me acercan jóvenes con el libro porque eso significa que tienen interés por conocer el pasado. Muchos sabemos quién es Richelieu a través de ‘Los tres mosqueteros’ y opino que no es una mala forma entrar en la Historia a través de una aventura. Todo lo contrario. Hay que manejar los datos con cuidado, porque ya hay maestros en esto, pero yo aspiro a ser maestra en el arte de contar historias.

¿Por qué ese título de ‘La tierra de Dios’?

Porque los árabes hablan de Dar el Islam, es decir, la Tierra de Dios, su espacio, la tierra de Alá, en contraposición a la otra tierra, la morada de la guerra, la que habitan los demás. Todo lo que consiguen lo hacen desde su territorio. De ahí me vino la idea para el título.

Tanto tu anterior novela como ‘La tierra de Dios’ atraviesan el siglo XII. ¿Qué ocurrió en este siglo que te atrae tanto?

El siglo XII es un momento previo al Renacimiento. Yo tengo un espíritu muy contestatario y me gustó mucho descubrir que antes del italiano hubo muchos otros renacimientos, entre ellos la época de los carolingios. Hay que bucear también en España, en Toledo, y observar la Escuela de Traductores, donde se traducían los textos más importantes de la literatura musulmana. Por otro lado, Córdoba, dentro del territorio árabe, también era un foco cultural de primer orden. Creo que tenemos motivos más que de sobra para estar orgullosos de todo esto y escribir sobre ello.

El siglo XII, además, es un momento clave en la Reconquista porque España está dividida casi al cincuenta por ciento entre cristianos y musulmanes.

El último cuarto del siglo sí que lo es. Según lo vende la historiografía tradicional, la batalla de Las Navas de Tolosa es el momento clave para inclinar la Reconquista a favor del bando cristiano. Seguramente este enfrentamiento no es más que la explosión de algo que se venía acumulando desde tiempo atrás. Los almohades, musulmanes mucho más estrictos, estaban imponiéndose a los almorávides, que hasta entonces gobernaban en Córdoba, y expulsando a todos los que no pensaban como ellos. Por ejemplo, el sabio Maimónides tuvo que huir de aquellas tierras. Hasta esos momentos los cristianos caminaban a duras penas y sus reinos sobrevivieron como Dios les dio a entender. Precisamente lo que me interesaba era contar qué llevó a los reinos cristianos a pensar que o se unían o la guerra se les iba de las manos. ¿Qué hubiera ocurrido si no hubiesen decidido trabajar juntos? Pues, no se sabe. Ese es el condicional de la Historia que a mí me atrae tanto.

La convivencia entre las tres culturas, la judía, la árabe y la cristiana ¿es un camelo o una realidad?

Como todo en la vida ni es tan cierto ni tan falso. Es verdad que en Toledo se dio esa convivencia pero también probablemente se trataba de algo forzoso. En determinados momentos, entre los judíos, árabes y cristianos, que habitaban sus propios barrios, sí se produjo una cierta integración porque en el mercado de la ciudad o de la villa, que era comunal, todos se mezclaban y un odio tan visceral no puede durar todo el tiempo. Sin duda, las diferencias culturales marcaron la frontera y seguro que, cuando los caballeros entraron en tierras conquistadas, se produjeron matanzas y venganzas.

El medioevo fue tiempo duro y difícil, masculino, donde los bigardos campaban a sus anchas. Pero Claudia Casanova crea una protagonista femenina: Aalis de Saint Noire, ¿cómo es Aalis?

Era una mujer que no quería casarse con el hombre que le habían impuesto y que prefería morirse antes de pasar por el aro. Yo he leído mucho a Dumas y a Walter Scott y las mujeres de sus novelas históricas oscilan entre el modelo blando o tierno y el pérfido. Así se comportaban Constance Bonancieux o Milady de Winter, por ejemplo. Esos prototipos ya me los sabía y buscaba alguien distinto. Había que imaginarse algo diferente, porque las mujeres no estaban tan encerradas en casa como se nos ha contado. Por ejemplo, las poetisas de Al-Ándalus o las cantoras de jarchas gozaban de gran prestigio y libertad.

¿Piensas continuar con Aalis en tus futuras novelas?

No sé si continuaré con ella. Aquí hay un elenco de treinta y cinco personajes que dan para mucho juego. Aalis tiene un carrerón por delante, pero hay otros tan interesantes o más que ella. Lo que sí es seguro es que continuaré adentrándome por la Edad Media.

Aalis presenta un perfil perfecto para su adaptación al cómic, ¿verías a tu personaje llevado a un álbum?

¿Por qué no? Es un vehículo tan bueno como otro cualquiera. Hay mucha gente que empezó con la Iliada o la Odisea, pero no fue ese mi caso. Yo aprendí a leer con los cómics. El medio no me importa. Lo interesante es escribir historias y que la gente las lea.

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Elsy es abogada, doctora en jurisprudencia, narradora, dramaturga y poeta ecuatoriana. Comienza su carrera literaria con la publicación del libro de cuentos De mariposas, espejos y sueños. La mayor parte de su obra cuentística está reunida en el libro Los miedos juntos (El Ángel Editor, 2009).

 
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