Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cristianismo originario
Teresa Antequera

Las oscilaciones en el campo magnético potencian enfermedades y suicidios

|

El campo magnético terrestre tiene una indiscutible e importante influencia sobre el cerebro humano. El Centro Médico Rabin, en Israel, publicó que cuando se producen perturbaciones geomagnéticas aumentan considerablemente los parámetros de coagulación e infección en la sangre humana. Es decir que determinados valores de laboratorio aumentan y con ello crece el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la trombosis. Además, las oscilaciones del campo magnético producen un incremento de las arritmias cardíacas. La Universidad de Melbourne publicó en 2006 un estudio sobre las oscilaciones biomagnéticas en el que se evidencia que éstas son las “responsables” del aumento de los suicidios en mujeres. En 2008 científicos rusos corroboraron que se producían perturbaciones notables del rendimiento de la capacidad cerebral, en base a experimentos realizados en una habitación que estaba aislada magnéticamente. En todo esto se puede entender que el campo magnético terrestre sí que tiene entonces una influencia importante sobre el cerebro.

La biología celular, es decir la investigación médica de los elementos básicos de la vida ha demostrado que los campos magnéticos, ya a una potencia reducida tienen efectos biológicos muy considerables. No es que se necesite un campo energético fuerte, sino que las células reaccionan más a campos magnéticos finos o de intensidades bajas. Algo parecido ocurre también en el mundo animal, de hecho el que las ballenas encallen en las playas es un ejemplo de este desequilibrio, así como la irritación que sufren algunos animales con motivo de cambios locales en el campo magnético terrestre.

Sin embargo existen ya algunas señales de una inminente reversión de los polos, por ejemplo en algunas regiones del campo magnético la dirección del movimiento de las partículas magnéticas está invertido, justamente en la región del sur del Atlántico donde se produce esa anomalía, pero también en la costa este de Norteamérica y debajo de la Antártida. Y esas regiones se vuelven cada vez más grandes y se mueven también en dirección polar. ¿Sabe acaso el ser humano en qué medida ha contribuido cada uno de nosotros en este desequilibrio que podría traer un cambio en el eje de los polos con consecuencias impredecibles para la vida en la Tierra?

Las oscilaciones en el campo magnético potencian enfermedades y suicidios

Teresa Antequera
Vida Universal
martes, 1 de septiembre de 2009, 05:32 h (CET)
El campo magnético terrestre tiene una indiscutible e importante influencia sobre el cerebro humano. El Centro Médico Rabin, en Israel, publicó que cuando se producen perturbaciones geomagnéticas aumentan considerablemente los parámetros de coagulación e infección en la sangre humana. Es decir que determinados valores de laboratorio aumentan y con ello crece el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la trombosis. Además, las oscilaciones del campo magnético producen un incremento de las arritmias cardíacas. La Universidad de Melbourne publicó en 2006 un estudio sobre las oscilaciones biomagnéticas en el que se evidencia que éstas son las “responsables” del aumento de los suicidios en mujeres. En 2008 científicos rusos corroboraron que se producían perturbaciones notables del rendimiento de la capacidad cerebral, en base a experimentos realizados en una habitación que estaba aislada magnéticamente. En todo esto se puede entender que el campo magnético terrestre sí que tiene entonces una influencia importante sobre el cerebro.

La biología celular, es decir la investigación médica de los elementos básicos de la vida ha demostrado que los campos magnéticos, ya a una potencia reducida tienen efectos biológicos muy considerables. No es que se necesite un campo energético fuerte, sino que las células reaccionan más a campos magnéticos finos o de intensidades bajas. Algo parecido ocurre también en el mundo animal, de hecho el que las ballenas encallen en las playas es un ejemplo de este desequilibrio, así como la irritación que sufren algunos animales con motivo de cambios locales en el campo magnético terrestre.

Sin embargo existen ya algunas señales de una inminente reversión de los polos, por ejemplo en algunas regiones del campo magnético la dirección del movimiento de las partículas magnéticas está invertido, justamente en la región del sur del Atlántico donde se produce esa anomalía, pero también en la costa este de Norteamérica y debajo de la Antártida. Y esas regiones se vuelven cada vez más grandes y se mueven también en dirección polar. ¿Sabe acaso el ser humano en qué medida ha contribuido cada uno de nosotros en este desequilibrio que podría traer un cambio en el eje de los polos con consecuencias impredecibles para la vida en la Tierra?

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto