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Almudena Negro

Cuando la fiscalía está para proteger al criminal

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Indignación, impotencia e inseguridad. Es lo menos que cualquier persona de psique normal puede sentir al enterarse que una vez más la Justicia, que en España no es ciega sino que tiene carnet de partido, se convierte en Indecencia y que los que deberían velar por la memoria y dignidad de las víctimas se dedican a la protección y al mimo de los criminales. Con el dinero de nuestros impuestos y dejándonos, ideología manda, desamparados frente al crimen. Y no me refiero en este caso a los matones de la ETA, que también.

Y es que los dos menores asesinos de Maores, una cría de 15 años enamorada de quien habría de ir a su casa a buscarla, degollarla, apalearla y abandonarla en un descampado de Ripollet en estado crítico –la niña falleció en la ambulancia camino del hospital- sólo hayan pasado nueve meses en un centro de menores, un curso escolar, para ser devueltos a las calles debido a que lo de la inmediatez de la Justicia en España es un chiste malo. Mientras el joven cuerpecito de Maores se descompone en su nicho, sus asesinos volverán al cole y podrán elegir la nueva víctima, la cual, seguro, no será hija de los defensores de la miserable Ley del Menor. Supongo que a nadie sorprenderá si los padres de Maores, viendo que el Estado incumple con la función que justifica su existencia, les ha dado la espalda y los humilla una y otra vez, deciden tomarse la Justicia, para que su hija la tenga, por su mano.

Pero la indignación y el miedo se convierten en enfado sordo y monumental cuando te enteras que la Fiscalía de Menores, que es ese órgano, al igual que el Defensor del Menor, dedicado a proteger a los criminales y asesinos con menos de 18 años, ha solicitado, entre otros a Blogger, la retirada de varias páginas web porque habían publicado fotografías de los delincuentes que los propios criminales habían colocado pública y abiertamente en sus fotologs. No vaya a ser que alguna futura víctima de estos desalmados los reconozca y pueda protegerse a tiempo. Pero claro, ¿eso qué le importa a estos leguleyos tan amigos de la legislación y tan enemigos de la Ley?

Lo denuncia, y adjunta la orden de la Fiscalía, el autor del blog Caballero ZP (http://caballerozp.blogspot.com/2009/08/la-fiscalia-de-menores-ordena-la.htmll ), de la Red Anti-ZP, que es una de las bitácoras víctimas del sistema de protección de delincuentes organizado por los progres de todos los partidos.

Pero no es la primera vez que se pone de manifiesto que la Ley del Menor de Javier Urra y los políticos tiene como fin proteger al delincuente. Había sucedido ya en un caso anterior: “el Rafita”, menor que secuestró, torturó, violó, quemó viva y participo en el atropello y asesinato de Sandra Palo no sólo fue puesto en libertad para volver a delinquir, pese a que hasta los informes psicológicos advertían que el criminal no se había rehabilitado, sino que la misma Fiscalía se encargó de que sus vecinos no supieran qué clase de depredador podría cortejar a sus inocentes hijas, como de hecho hizo en Córdoba. Se prohibió toda difusión de su imagen. Pobrecito asesino. ¿Qué los padres tendría derecho (moral y justo) a saber, para proteger a sus hijas, que junto a ellos reside un psicópata? ¡A callar y a trabajar para pagar impuestos! De vez en cuando, una de gambas.

Ahora saldrán los del gobierno diciendo que es que no hay que exigir acabar con la ley más criminal aprobada en este país “en caliente”. O casi. ¡Qué asco!

Cuando la fiscalía está para proteger al criminal

Almudena Negro
Almudena Negro
domingo, 30 de agosto de 2009, 22:47 h (CET)
Indignación, impotencia e inseguridad. Es lo menos que cualquier persona de psique normal puede sentir al enterarse que una vez más la Justicia, que en España no es ciega sino que tiene carnet de partido, se convierte en Indecencia y que los que deberían velar por la memoria y dignidad de las víctimas se dedican a la protección y al mimo de los criminales. Con el dinero de nuestros impuestos y dejándonos, ideología manda, desamparados frente al crimen. Y no me refiero en este caso a los matones de la ETA, que también.

Y es que los dos menores asesinos de Maores, una cría de 15 años enamorada de quien habría de ir a su casa a buscarla, degollarla, apalearla y abandonarla en un descampado de Ripollet en estado crítico –la niña falleció en la ambulancia camino del hospital- sólo hayan pasado nueve meses en un centro de menores, un curso escolar, para ser devueltos a las calles debido a que lo de la inmediatez de la Justicia en España es un chiste malo. Mientras el joven cuerpecito de Maores se descompone en su nicho, sus asesinos volverán al cole y podrán elegir la nueva víctima, la cual, seguro, no será hija de los defensores de la miserable Ley del Menor. Supongo que a nadie sorprenderá si los padres de Maores, viendo que el Estado incumple con la función que justifica su existencia, les ha dado la espalda y los humilla una y otra vez, deciden tomarse la Justicia, para que su hija la tenga, por su mano.

Pero la indignación y el miedo se convierten en enfado sordo y monumental cuando te enteras que la Fiscalía de Menores, que es ese órgano, al igual que el Defensor del Menor, dedicado a proteger a los criminales y asesinos con menos de 18 años, ha solicitado, entre otros a Blogger, la retirada de varias páginas web porque habían publicado fotografías de los delincuentes que los propios criminales habían colocado pública y abiertamente en sus fotologs. No vaya a ser que alguna futura víctima de estos desalmados los reconozca y pueda protegerse a tiempo. Pero claro, ¿eso qué le importa a estos leguleyos tan amigos de la legislación y tan enemigos de la Ley?

Lo denuncia, y adjunta la orden de la Fiscalía, el autor del blog Caballero ZP (http://caballerozp.blogspot.com/2009/08/la-fiscalia-de-menores-ordena-la.htmll ), de la Red Anti-ZP, que es una de las bitácoras víctimas del sistema de protección de delincuentes organizado por los progres de todos los partidos.

Pero no es la primera vez que se pone de manifiesto que la Ley del Menor de Javier Urra y los políticos tiene como fin proteger al delincuente. Había sucedido ya en un caso anterior: “el Rafita”, menor que secuestró, torturó, violó, quemó viva y participo en el atropello y asesinato de Sandra Palo no sólo fue puesto en libertad para volver a delinquir, pese a que hasta los informes psicológicos advertían que el criminal no se había rehabilitado, sino que la misma Fiscalía se encargó de que sus vecinos no supieran qué clase de depredador podría cortejar a sus inocentes hijas, como de hecho hizo en Córdoba. Se prohibió toda difusión de su imagen. Pobrecito asesino. ¿Qué los padres tendría derecho (moral y justo) a saber, para proteger a sus hijas, que junto a ellos reside un psicópata? ¡A callar y a trabajar para pagar impuestos! De vez en cuando, una de gambas.

Ahora saldrán los del gobierno diciendo que es que no hay que exigir acabar con la ley más criminal aprobada en este país “en caliente”. O casi. ¡Qué asco!

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