Al final llegó la tan ansiada paz que todos esperábamos, La fórmula 1 vuelve a ser un deporte, antes que el hervidero de rumores y despachos que tan cansados nos tenían a los aficionados. Ha llegado un momento en el que ya tanta reunión de FIA y FOTA saturaba, y aunque la FOTA tuviera razón en sus exigencias, el tira y afloja que se han traído con el tema de la escisión ha perjudicado tanto a la imagen de la fórmula 1, que dudo que alguna vez se recupere del todo.

Sin embargo, y aunque parece que las aguas han vuelto a su cauce, aún quedan preguntas en el aire: ¿Quién será el sucesor de Mosley?, ¿Logrará que las relaciones entre FIA y FOTA vuelvan a ser cordiales?

El posible sucesor que además contaría con el apoyo del propio Mosley, sería el francés Jean Todt, hombre de la casa Ferrari, de valía demostrada al frente de la escudería Ferrari, y con un curriculum envidiable. Sus cotumbres y excentridades (vestía jersey en todas la épocas del año y siempre llevaba un cronometro, aún en los tiempos de la telemetría y la información digital) marcaron una época dorada para el cavallino. Junto con el ahora archiconocido Ross Brawn fueron responsables directos de las victorias de Schumacher.

Sin embargo una trayectoria profesional tan brillante no parece impresionar a la FOTA, que desconfían de todo lo que proponga Mosley. Una pena pues el francés, a mi modo de ver, es un perfecto candidato para el puesto.

Otro asunto turbio es el de la escudería “novata” Manor F1. Una escudería que sólo tiene experiencia en F3 y que ha sido escogida por la FIA en detrimento de Prodrive o Epsilon, apuestas mucho más fuertes y con muchas más garantías de éxito que esta. Todo parece indicar que Manor no tiene infraestructuras para llevar a cabo un proyecto del calibre de crear un F1 y que su plaza puede ponerla en venta al mejor postor. Una estrategia poco clara por parte de la Fia y que confunde a los aficionados aún más. USF1 parecen dispuestos a competir y desde luego dinero no les faltara para ello. En cuanto al Campos Meta, aunque no construyan su propio chasis, cuentan con el apoyo de Dallara, que aportará experiencia y ciertas garantías, ya que son los encargados de desarrollar el chasis de la GP2. El motor será Cossworth y el plantel de pilotos promete aunar experiencia con talento y juventud española.

Desde aquí desear suerte a Joan Villadelprat y su escuadra Epsilon, pues su proyecto era muy sólido y por motivos económicos y especulativos no ha podido entrar en el grupo de los elegidos.