Años de historia volvían a reunirse en La Catedral. El Athletic de Caparrós luchaba por volver a convertirse en ese león que hizo historia hace tantos años, y que se convirtió en uno de los equipos más entrañables de esta nuestra liga. Enfrente estaba todo un Sevilla, historia actual de la Copa, frente a la antigua, un partido en el que presente y pasado se encuentran en busca de la confirmación o del regreso. Y en medio de todo esto, el fútbol.
Una semifinal de Copa, con ambiente de los de antes, de esos que convirtieron a La Catedral en todo un coliseo del fútbol español, uno de los estadios con más historia. Tras el resultado de ida, Caparrós y Jiménez cruzaban espadas, tras el 2-1 de la ida, con las declaraciones de un prepotente Del Nido que ha pecado de lo que ya se conoce como “Boluditis”.
Si el Sevilla esperaba encontrarse un infierno en San Mamés, las declaraciones del hombre fuerte del club hispalense, terminaron de motivar a un equipo, que ofreció todo un espectáculo futbolístico, para mandar a la lona a todo un Sevilla, por un KO directo en la primera mitad.
El 3-0 con el que los leones se fueron al descanso, demostraron que esta vez no solo Del Nido tuvo que comerse sus palabras, sino que el león dormido se lo comió a él, a toda Sevilla, y por qué no, una de las últimas bazas de Jiménez para su continuidad. Y ahora, 24 años después, solo Mestalla, y todo un Barcelona separan al Athletic de la gloria absoluta.
El fútbol está de enhorabuena, San Mamés ha vuelto, el Athletic ha vuelto, gracias Caparros por devolver a nuestro fútbol a su “Rey León”.