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Toni Castro

A cuatro días del Barça-Madrid

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Barcelona y Real Madrid llegan al gran clásico del fútbol español en condiciones bien diferentes. Los azulgranas son líderes, juegan bien y convencen a su afición, en cambio, los blancos son quintos, el equipo no funciona y buena parte del entorno exige la dimisión del entrenador y del presidente. Pese a estas notables diferencias, cuando este sábado a las diez de la noche el balón empiece a rodar sobre el césped del Camp Nou, los merengues olvidarán los problemas y buscarán dar la sorpresa.

El Barça es el claro favorito para el duelo del sábado. Los azulgranas suman 20 partidos sin perder, son líderes de la Liga con 44 goles a favor y 9 en contra, han superado la primera eliminatoria de la Copa del Rey y están clasificados para los octavos de final de la Champions como primeros de grupo.

Además, los buenos resultados han traído la calma al entorno y ahora ya son pocos los que piden la dimisión del presidente Joan Laporta. El equipo está funcionando bastante por encima de las expectativas de los más optimistas, gracias al buen rendimiento de hombres como Xavi, Messi, Iniesta y Alves y al trabajo serio y exigente del debutante en los banquillos de Primera, Josep Guardiola.

Ante este bloque que parece invencible estará el Real Madrid. Los blancos viajarán a la capital catalana con nueve bajas, como mínimo. A las bajas de larga duración de Van Nistelrooy y De la Red, se le ha unido esta semana la del malí Mahamadou Diarra que se perderá toda la temporada por una grave lesión de rodilla. Miguel Torres, Pepe, Sneijer y Heinze completan la lista de una abarrotada enfermería blanca. Pero además de los lesionados, el cuestionado Bernd Schuster tampoco podrá contar con Marcelo y Robben que están sancionados..

Quintos en la clasificación, después de perder tres de los últimos cuatro partidos de Liga, eliminados de la Copa por el Real Unión de Irún y clasificados con apuros para los octavos de la Champions, el Real Madrid es ahora mismo un equipo cuestionado, sin rumbo, sin capitán y sin timonel, con un entrenador enfadado con el mundo, con un presidente insultado en la Asamblea y con unos aficionados que difícilmente sueñan con ganar en el Camp Nou.

A cuatro días del gran clásico todas las apuestas están a favor del Barcelona, pero como dicen los sabios ‘el fútbol es fútbol y puede pasar cualquier cosa’. De hecho, los merengues llegarán a Barcelona con mucho que ganar y poco que perder. Con el equipo en cuadro y la mala dinámica de juego y de resultados sería toda una sorpresa que los azulgranas no sumaran la victoria.

Pero atención que hace nueve años ya se produjo una sorpresa similar. En la temporada 1999-2000 el Barcelona de Van Gaal estaba realizando un buen juego, los blancos que llegaban al Camp Nou como víctimas, tenían varios jugadores lesionados y el entrenador Toshack, al igual que hoy en día Schuster, llegaba cuestionado al partido ante los azulgranas.

Aquel partido acabó con empate 2-2, gracias al famoso gol de Raúl, a cinco minutos del final, con el que mandó callar al Camp Nou. Todavía hoy se recuerda esa sorpresa en el clásico. Nueve temporadas después, el mismo protagonista, Raúl, volverá al templo azulgrana para intentar hacer callar a la afición del mejor equipo del momento. Más vale que los de Guardiola no salten al campo pensando que el partido ya está ganado.

A cuatro días del Barça-Madrid

Toni Castro
Toni Castro
miércoles, 10 de diciembre de 2008, 11:28 h (CET)
Barcelona y Real Madrid llegan al gran clásico del fútbol español en condiciones bien diferentes. Los azulgranas son líderes, juegan bien y convencen a su afición, en cambio, los blancos son quintos, el equipo no funciona y buena parte del entorno exige la dimisión del entrenador y del presidente. Pese a estas notables diferencias, cuando este sábado a las diez de la noche el balón empiece a rodar sobre el césped del Camp Nou, los merengues olvidarán los problemas y buscarán dar la sorpresa.

El Barça es el claro favorito para el duelo del sábado. Los azulgranas suman 20 partidos sin perder, son líderes de la Liga con 44 goles a favor y 9 en contra, han superado la primera eliminatoria de la Copa del Rey y están clasificados para los octavos de final de la Champions como primeros de grupo.

Además, los buenos resultados han traído la calma al entorno y ahora ya son pocos los que piden la dimisión del presidente Joan Laporta. El equipo está funcionando bastante por encima de las expectativas de los más optimistas, gracias al buen rendimiento de hombres como Xavi, Messi, Iniesta y Alves y al trabajo serio y exigente del debutante en los banquillos de Primera, Josep Guardiola.

Ante este bloque que parece invencible estará el Real Madrid. Los blancos viajarán a la capital catalana con nueve bajas, como mínimo. A las bajas de larga duración de Van Nistelrooy y De la Red, se le ha unido esta semana la del malí Mahamadou Diarra que se perderá toda la temporada por una grave lesión de rodilla. Miguel Torres, Pepe, Sneijer y Heinze completan la lista de una abarrotada enfermería blanca. Pero además de los lesionados, el cuestionado Bernd Schuster tampoco podrá contar con Marcelo y Robben que están sancionados..

Quintos en la clasificación, después de perder tres de los últimos cuatro partidos de Liga, eliminados de la Copa por el Real Unión de Irún y clasificados con apuros para los octavos de la Champions, el Real Madrid es ahora mismo un equipo cuestionado, sin rumbo, sin capitán y sin timonel, con un entrenador enfadado con el mundo, con un presidente insultado en la Asamblea y con unos aficionados que difícilmente sueñan con ganar en el Camp Nou.

A cuatro días del gran clásico todas las apuestas están a favor del Barcelona, pero como dicen los sabios ‘el fútbol es fútbol y puede pasar cualquier cosa’. De hecho, los merengues llegarán a Barcelona con mucho que ganar y poco que perder. Con el equipo en cuadro y la mala dinámica de juego y de resultados sería toda una sorpresa que los azulgranas no sumaran la victoria.

Pero atención que hace nueve años ya se produjo una sorpresa similar. En la temporada 1999-2000 el Barcelona de Van Gaal estaba realizando un buen juego, los blancos que llegaban al Camp Nou como víctimas, tenían varios jugadores lesionados y el entrenador Toshack, al igual que hoy en día Schuster, llegaba cuestionado al partido ante los azulgranas.

Aquel partido acabó con empate 2-2, gracias al famoso gol de Raúl, a cinco minutos del final, con el que mandó callar al Camp Nou. Todavía hoy se recuerda esa sorpresa en el clásico. Nueve temporadas después, el mismo protagonista, Raúl, volverá al templo azulgrana para intentar hacer callar a la afición del mejor equipo del momento. Más vale que los de Guardiola no salten al campo pensando que el partido ya está ganado.

 
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