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El gran exterminador de especies

María José Navarro
Vida Universal
domingo, 29 de junio de 2008, 06:44 h (CET)
Un aspecto más del cambio climático es que éste será también un gran exterminador de especies. El informe de la ONU de 2007 parte de la base de que una quinta parte de las especies de animales y plantas se extinguirán cuando llegue la catástrofe climática. Otro estudio muy extenso sobre el que informa la revista especializada Nature describe cómo investigadores de los 5 continentes han reunido datos e investigaciones llegando así al resultado de que el cambio climático será la causa principal de la extinción de especies y que más de 1 millón de especies están amenazadas de extinción hasta el año 2050. Klaus Töpfer, director del Programa de Medio Ambiente de la ONU, dice que si se extingue un millón de especies como consecuencia del recalentamiento global, no sólo sufrirán las especies animales y de plantas, sino que también millones de personas, especialmente en los países subdesarrollados. Estos se verán igualmente afectados porque la naturaleza es la que les ofrece alimentos, medicina y protección.

Es decir que no se trata sólo de la extinción de especies animales, sino también de la especie humana. Y quien considere que esto es algo increíble o imposible, debería hacerse presente que en los últimos 500 millones de años se produjeron en 5 ocasiones muertes en masa sobre esta Tierra. Lo especial de la situación actual es que en este caso se trata de una muerte en masa que hemos causado nosotros mismos. La naturaleza, los seres humanos, los animales cuando no son capaces de adaptarse se extinguen.

Pero cómo es posible que se haya llegado hasta el punto de que los seres humanos estemos destruyendo nuestro planeta y con ello posiblemente a nosotros mismos. Más de una persona se preguntará tal vez por qué permite Dios todo esto. ¿Quizás nos envía Él las catástrofes? o ¿Por qué no interviene? Pero no es así que Dios permita esto y simplemente contemple como se hunde la humanidad sin hacer nada.

Lo que hace que el mundo se esté hundiendo no son cosas externas. Sino que se trata al fin y al cabo de una destrucción del clima en la persona, en el interior de cada uno. Si miramos en la Biblia y citamos a Isaías que vivió hace 3000 años, ya en aquel entonces transmitió él la palabra de Dios y dijo: «La Tierra será vaciada y devastada, robada y arrasada. La Tierra marchita, se desmorona, se amustia. Se marchita el cielo con la Tierra pues la Tierra ha sido profanada por sus habitantes que han pisoteado los Mandamientos, han infringido los reglamentos, han roto la alianza eterna». Esto fue hace 3000 años. En aquel entonces no había coches, no había emisiones industriales de CO2. Las convicciones o inclinaciones de las personas, según Isaías, es lo que destruye el mundo, lo echa a perder con su manera de ser. Quizás en ese punto comenzó la extinción de especies.

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