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Asombrosa Cataluña, oiga usted

Los nacionalistas nunca se sentirán satisfechos porque lo que buscan es esencialmente la diferenciación, la singularidad, ser lo que los demás no son, tener los que los demás no tienen
Pedro de Hoyos
miércoles, 30 de septiembre de 2015, 06:00 h (CET)
Años de dominio absoluto en los medios de comunicación, con televisión de ideología exclusiva y periódicos subvencionados, más una escuela fuertemente ideologizada, han dado forma a la Cataluña actual. Y los catalanistas –que no los catalanes- se dicen oprimidos por España. ¿No es asombrosa Cataluña, oiga usted? Mientras tanto, durante décadas, nadie en los gobiernos centrales osó protestar ni desmontar el tinglado.

La Generalitat abría embajadas mientras cerraba plantas de hospital o reducía derechos sociales. O desobedecía las leyes. Siempre con conocimiento y consentimiento de PP y PSOE. La sociedad civil nacionalista, impulsada por los dineros de todos los catalanes, se agrupaba en diversas asociaciones y organizaciones por la independencia. Sin embargo, la sociedad no catalanista callaba, abandonada de los partidos no nacionalistas y de los gobiernos centrales, carente de una organización, de un pastor, que la dirigiese. Y PP y PSOE han observado y callado. Décadas, insisto.

Ciudadanos supuso un pequeño aviso en el Parlament, siempre disimulado por los serviles medios de comunicación. Tarde, muy tarde, surgió Sociedad Civil catalana que puso en la calle la voz que no ponían PP o PSOE. Era un pequeño contrapunto a tanta organización catalanista.

Ese enorme desorden democrático (periódicos, radio, televisión y escuela ideologizada más las organizaciones subvencionadas) no se hubiese permitido en ningún otro rincón del mundo. Por antidemocrático y ruin. Pero PP y PSOE se han encogido de hombros ante esta carencia de garantías democráticas. Si Rajoy se ha fumado un puro mientras todo esto pasaba, Zapatero, el inútil de León, prometió aceptar el nuevo “Estatut” saliese como saliese del Parlamento catalán. No olvidemos la colaboración del PSC cuando gobernó Cataluña o al PP apartando a Vidal Quadras porque molestaba…

Con estas truculencias antidemocráticas los nacionalistas han organizado un enorme desafío al Estado. No buscando la secesión, que ésa es otra historia, sino buscando para Cataluña su propio concierto vasco. Si hubieran tenido su Euskal konzierto a la catalana todo esto no habría pasado. Y ahora PP y PSOE nos venden que la solución es reformar la constitución al gusto de los catalanistas… Porque nos imponen sea como sea hay que encontrar la forma de aceptar a Cataluña como “nación”… y ya de paso que paguen menos impuestos. Los ricos siempre quieren más, claro…

Piden una constitución para los catalanistas. ¿Y otra para los vasquistas… y galleguistas? ¿O alguien cree que iban a parar aquí las tensiones nacionalistas? PP y PSOE nos han cocinado este gigantesco problema y la solución es siempre la misma: satisfacer las demandas de los nacionalistas sin advertir que históricamente sus demandas jamás concluyen. Los nacionalistas nunca se sentirán satisfechos porque lo que buscan es esencialmente la diferenciación, la singularidad, ser lo que los demás no son, tener los que los demás no tienen. Sus demandas hoy serían otras si no hubiese más autonomías que las suyas, si no hubiese más parlamentos que los suyos, si pudieran conseguir que los españoles no fuésemos iguales ante el Estado. Sólo así se terminarían los problemas secesionistas en España.

Castilla fue una nación independiente, tuvo ejército y moneda propia, embajadas (legales, digo) y un sistema judicial propios. ¿Para cuándo una constitución para Castilla? ¿Por qué nadie piensa en castilla, rota en cinco autonomías, cuando piensa en una nueva constitución?

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