El lujo ha muerto,
tres días a media asta en la morada del ex marido de la riqueza,
mañana te costará tres veces más competentemente noble ser el nuevo dueño de tu antiguo don, el abandonado en la cuna del genio.

El lujo ha muerto,
fallece la fortuna del alma más cruel y la de aquélla más noble,
se suicidó al caer la acción de la mera triste existencia, en el epitafio del escondite del muerto cita sólo: "descansa en paz, dulce compañía..."

El lujo ha muerto,
se calculó al alza el incremento del sacrificio de cuatro vidas pasadas en la falsa eternidad,
mas la crisis de las nuevas eras terminó con los ahorros del ayer perdido y tardío en las sonrisas borradas, falsamente estaban pintadas...

El lujo ha muerto,
el entierro es hoy a las seis en punto de esta tarde tan siniestra,
todos vendrán de luto y el enterrador llevará el sombrero de pico de la paja más barata.

Consuelos de saldo, la única esperanza verde podrida...

El lujo ha muerto,
en este triste y desesperado velatorio alguien llora en el último banco, es la amante de negro, aquella señora que nadie saluda...
le acompasan todos sus lamentos, gimen al unísono más silencioso y mañana se leerá ese testamento del precio perdido, aquella morada del buen vividor perdió su dueño.

Se mudarán todos y partirán al amanecer de la mansión de aquella vieja comodidad tan comodona...

El lujo ha muerto,
¿quién es el siguiente que cotizará al alza del buen cubero sin el pronóstico del ángel de este sino?
Has gastado hoy tu último céntimo, se lo diste al pobre niño descalzo de la esquina, sonrió y te dio a cambio su rosa más preciada...

Acabas de sentir el lujo de ser amado y bien apreciado,
dos lágrimas ruedan por tus pálidas mejillas que marcan el cuadro de tu rostro,
ahora cotizarás al alza de los besos el cambio de las mil sonrisas y las nuevas temidas caricias por el odio del ayer avaro y tan tristemente calculado.

El lujo ha muerto, tres “hurras” por este trabajo tan bien hecho...