Rompe a llover,
estado melancólico de tu memoria,
las gotas de lluvia marcan la triste música en los ventanales de mi frágil alma.

Cristales empañados de mi olvidado recién recuerdo...

El agua de la lluvia,
limpia las impurezas de mi fatigado ser,
purifica el tormento que sacude el tic-tac de mi agitado corazón.

El agua de la lluvia,
el goteo de su perdido ritmo marca el compás de mi tristeza,
en este mirar agotado de observar por su ventana interior esta tragedia más aguda.

Lloro amargamente mi pesar con esta lluvia de la tormenta en mis desconocidas entrañas...

El agua de la lluvia,
da paso a otro nuevo día, empieza claroscuro,
suena ya el piar de la nueva alegría y el despertar se torna con los pálidos tonos del luto perdido lejanamente.

El agua de la lluvia,
ha cesado ayer repentinamente, esta mujer ha vuelto hoy a nacer...
me suelto el pelo y uso aquel maquillaje guardado en el laberinto de la esperanza, el que camufla el tormento del olvidado ayer.

Se ha evaporado todo mi estropeado lamento del pasajero perdido,
ese que viajaba de polizón con el robo de mi falsa estima,
lentamente, se va purificando mi espíritu.

¡Oh! El agua de la lluvia vuelve a caer después de este largo retiro de mi atormentada vida...