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El Próximo Oriente Asiático (I): Kobane

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Una de las tareas más gratificantes de todo columnista, es dar a conocer la cultura de los pueblos que nos antecedieron, dado que podemos aprender mucho de los mismos. Ayn al-Arab (en árabe: عين العرب ʿAyn al-ʿArab‎, que significa ojo del árabe o Kobane en kurdo: Kobanî o Kobanê) es una ciudad en la gobernación de Alepo, al norte de Siria. Es habitada mayoritariamente por kurdos (89%) y también por árabes (5%), turcos (5%) y armenios (1%). El poblado surgió alrededor de la estación de tren construida en 1912 por la empresa alemana Koban Railway Company para el Ferrocarril de Bagdad, en torno a la cual los kurdos de las zonas cercanas fueron construyendo viviendas. En 1915, refugiados armenios que huían del genocidio en Turquía se establecieron al lado de la estación. Después de la demarcación de la frontera con Turquía en 1921, una parte del poblado quedó en el otro lado de la frontera, hoy incorporado en el distrito turco de Suruç, como Mürşitpınar. La infraestructura de la ciudad fue planeada y construida durante el mandato francés de Siria y una serie de edificios franceses se mantienen en pie y son utilizados hasta hoy en día.

Una vez ubicada la ciudad, vamos a conocer mejor su pasado histórico. La historia de Siria comprende los acontecimientos que han tenido lugar en este país desde la prehistoria hasta la actualidad, marcados por la situación geográfica. La región de Siria fue el centro de una civilización semita de gran importancia en torno a las ciudades de Ebla y Ugarit. Allí tuvo lugar el descubrimiento del bronce. Tierra de paso, el país ha estado dominado por egipcios, cananeos, hititas, hebreos, asirios, persas, griegos, imperio seléucida, romanos, árabes, mongoles, otomanos y franceses, hasta su independencia en 1946. Durante los años 1950 y 1960 se sucedieron varios golpes de estado y las relaciones exteriores estaban marcadas por la oposición al estado de Israel.

Los arqueólogos han demostrado que la civilización en Siria era una de las más antiguas sobre la Tierra. Alrededor de la ciudad excavada de Ebla en el norte de Siria, descubierta en 1975, un gran imperio semita se diseminó desde el Mar Rojo norte hasta Turquía y al este hasta Mesopotamia desde el 2500 hasta el 2400 A.C. Ebla parece haber sido fundada alrededor del 3000 A.C y construyó gradualmente su imperio a través del comercio con las ciudades de Sumer y Akkad, así como también con pueblos al noroeste. La ciudad de Ebla durante ese tiempo tenía una población estimada en 260,000. Los eruditos creen que la lengua de Ebla era la lengua semita más antigua. La civilización ebla era probablemente conquistada por Sargón de Acad alrededor del año 2260 A.C.; la ciudad fue restaurada como la nación de los amoritas unos siglos después y floreció a principios del segundo milenio AC hasta que fue conquistada por los hititas.

Durante el segundo milenio a. C., Siria estuvo ocupada sucesivamente por cananeos, fenicios, y arameos como parte de las desorganizaciones generales asociadas con los Pueblos del Mar. Los hebreos finalmente se establecieron al sur de Damasco, en la región conocida como Canaán; los fenicios se establecieron a lo largo de la costa de estas áreas, así como también en el oeste, en la zona (Líbano) ya conocida por sus cedros. Egipcios, sumerios, asirios, babilonios e hititas ocuparon sucesivamente el estratégico suelo de Siria durante este periodo, mientras fuera una tierra de paso entre sus imperios. Los persas tomaron el control de Siria como parte de su control general del suroeste de Asia. Este control se transfirió a los griegos tras las conquistas de Alejandro Magno. Tras su muerte la hegemonía de Siria pasó a l Dinastía Antigónida , y subsecuentemente a los Seléucidas y posteriomente los romanos. En el año 83 a. C., cayó bajó el rey de Armenia, Tigranes el Grande. Los armenios la gobernaron durante trece años, hasta que finalmente fue incluida en la provincia romana de Siria en el año 64 a. C.

Siria fue una provincia romana desde el 64 a. C. hasta 636. En el periodo de gobierno romano, la gran ciudad de Antioquía, (llamada la «Atenas del este» era la capital provincial. Era una de las más grandes ciudades del mundo antiguo, con una población estimada de 500.000 habitantes, siendo un boyante centro de comercio e industria. Al ser una de las ciudades más ricas y populosas de las provincias del Imperio romano, se ha estimado que la población de la Siria romana a comienzos del Imperio, solo fue sobrepasada a mitades del siglo XX, con un censo de 7 8 millones o más, incluyendo a Palestina y al territorio del río Jordán, excluida la parte oriental de la actual región allende el Éufrates. En la época romana, Siria era el hogar de Heliogábalo, un emperador romano de la dinastía Severa que reinó desde 218 hasta 222. Su familia tenía derechos hereditarios sobre el sacerdocio del dios del sol El-Gabal, de quien Heliogábalo era el sumo sacerdote en Emesa (actual Homs), en sirio.

Siria fue importante en la historia del cristianismo: Pablo de Tarso se convirtió a esta religión en la carretera a Damasco y emergió como una significante figura del primer núcleo de la Iglesia cristina de Antioquía, primera ciudad no judía que se convirtió al cristianismo. Ciudad a la que peregrinó a menudo en sus viajes misionales. Siglos después fue conquistada por los bizantinos.

En el siglo VII, Siria fue conquistada por los árabes, y la cultura actual data de aquella conquista musulmana. Secciones de la línea costera de Siria fueron tomadas por señores francos durante las Cruzadas en el siglo XII. En el siglo XIII, llegaron los primeros mongoles, destruyendo ciudades y canales de irrigación. A finales del siglo XV, el descubrimiento de una ruta marítima desde Europa hasta el Lejano Oriente terminó con la necesidad de un ruta comercial a través de Siria. Destruida por los mongoles, Siria fue parte del Imperio otomano desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y se encontró a sí misma enormemente apartada e ignorada por los asuntos mundiales.

Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio otomano se disolvió, y en 1922 la Liga de las Naciones repartió el dominio de la antigua Siria entre dos países: el Reino Unido recibió Transjordania y Palestina, y Francia recibió a las que se convertirían en las actuales Siria y Líbano. Aunque el rápido desarrollo económico siguió a la declaración de independencia, la política siria desde la independencia hasta los últimos años de la década del 60 estuvo marcada por el cataclismo. Entre 1946 y 1956, Siria tuvo 20 gabinetes diferentes y redactó cuatro constituciones separadas. En 1948, Siria estuvo involucrada en la guerra árabe-israelí. El ejército sirio fue sacado del área de Israel, pero fortificó sus fortalezas en los Altos del Golán y logró mantener sus antiguos límites. Una serie de golpes militares, iniciada en 1949, minó al gobierno civil y condujo a la toma del poder al coronel de ejército Adib Shishakli en 1951. Tras el derrocamiento del presidente Shishakli en un golpe de 1954, las continuas maniobras políticas apoyadas por facciones competidoras en el ejército llevó finalmente elementos nacionalistas y socialistas árabes al poder.

Durante la crisis de Suez de 1956, tras la invasión de la península del Sinaí por tropas israelíes, y la intervención de tropas británicas y francesas, se declaró ley marcial en Siria. Más tarde, tropas sirias e iraquíes fueron trasladadas a Jordania para prevenir una posible invasión israelita. Los ataques de noviembre de 1956 sobre oleoductos iraquíes fueron en venganza por la aceptación de Irak dentro del Pacto de Baghdad. A principios de 1957, Irak asesoró a Egipto y Siria contra una concebible toma de posesión de Jordania. En noviembre de 1956 Siria firmó un pacto con la Unión Soviética, proporcionando un asidero para la influencia comunista dentro del gobierno a cambio de aviones, tanques, y otros equipos militares que eran enviados a Siria. Con este aumento en la fortaleza de la tecnología militar siria preocupaba a Turquía, mientras que parecía factible que Siria pudiese intentar retomar Alejandreta, una antigua ciudad siria que está ahora en Turquía. Por otro lado, Siria y la U.R.S.S. acusaron a Turquía de masificar sus tropas en la frontera siria. Durante esta reserva, los comunistas ganaron más control sobre el gobierno y ejército sirios. Sólo los acalorados debates en las Naciones Unidas (de la cual Siria era miembro original) aminoraron la amenaza de guerra.

La inestabilidad política de Siria durante los años después del golpe de 1954, el paralelismo de las políticas sirias y egipcias, y la atracción del liderazgo del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser en el amanecer de la crisis de Suez crearon el apoyo en Siria para la unión con Egipto. El 1 de febrero de 1958, el presidente sirio Shukri al-Kuwatli y Nasser anunciaron la fusión de los dos países, creando la República Árabe Unida, y todos los partidos políticos sirios, así como los comunistas en ese respecto, cesaron sus actividades abiertas. La unión no fue un éxito, no obstante. Seguido de un golpe militar el 28 de septiembre de 1961, Siria se separó, restableciéndose a sí misma como la República Árabe Siria. La inestabilidad caracterizó los siguientes 18 meses, con varios golpes culminando el 8 de marzo de 1963, en la instalación por parte de los oficiales izquierdistas del ejército sirio del Consejo Nacional del Comando Revolucionario (CNCR), un grupo de funcionarios militares y civiles que asumieron el control de toda autoridad ejecutiva y legislativa. La toma de posesión fue ingeniada por miembros del Partido de Resurrección Socialista Árabe (Partido Ba'ath), el cual había estado activo en Siria y otros países árabes desde los últimos años de la década del 40. El nuevo gabinete estuvo dominado por los miembros del Ba'ath.

La toma del Ba'ath en Siria siguió a un golpe de estado del Ba'ath en Irak el mes anterior. El nuevo gobierno sirio exploró la posibilidad de federación con Egipto e Irak controlado por el Ba'ath. El acuerdo se materializó en El Cairo el 17 de abril de 1963, plasmándose en un referéndum sobre la unidad que se sostendría en septiembre de 1963. Sin embargo, pronto aparecieron desacuerdos entre las partes y la materialización de la federación tripartita fracasó. Después de eso, los regímenes del Ba'ath en Siria e Irak comenzaron a trabajar por la unidad bilateral. Estos planes fracasaron en noviembre de 1963, cuando el régimen Ba'ath en Irak fue derrocado. En mayo de 1964, el presidente Amin Hafiz de la CNCR promulgó una constitución provisional que aseguraba al Consejo Nacional de la Revolución (CNR), una legislatura compuesta de representantes de sindicatos de organizaciones masivas—laborales, campesinos y profesionales—un consejo presidencial, en la que el poder ejecutivo era conferido, y un gabinete. El 23 de febrero de 1966, un grupo de oficiales del ejército llevó a cabo un exitoso golpe intrapartidario y pusieron en prisión al presidente Hafiz, disolvieron el gabinete y la CNR, abrogaban a la constitución provisional, y diseñaron un gobierno regionalista y civil del Ba'ath el 1 de marzo. Los líderes del golpe lo describieron como una "rectificación" de los principios del partido Ba'ath. Israel invadió Siria en la guerra de junio de 1967 y capturó y ocupó los Altos del Golán. Esta invasión debilitó al régimen socialista radical establecido por el golpe de 1966.

El conflicto se desarrolló entre un ala militar moderada y un ala civil más extremista del partido Ba'ath. La retirada en 1970 de las fuerzas sirias enviadas para ayudar a la OLP durante las hostilidades del "Septiembre Negro" con Jordania reflejaron este desacuerdo político dentro de la jefatura del partido Ba'ath. El 13 de noviembre de 1970, el ministro de Defensa Hafez al-Asad efectuó un pacífico golpe militar, expulsando a la jefatura civil y asumiendo el rol de primer ministro.

Hafez al-Asad gobernó Siria durante 30 años. En los mismos hay que destacar la intervención de Siria en la guerra contra Israel en 1973, conocida como Guerra del Yom Kippur. A su muerte en el año 2000 le sucedió el hijo, Bashar al-Asad.

Hemos recorrido la Historia de Siria, a vuela pluma. Como la intención es seguir conociendo su gran pasado histórico, a la vez que sus influencias en las distintas culturas del Próximo Oriente Asiático, vamos a ir recogiendo todo lo que conocemos del mismo, y lo vamos a ir ofreciendo a nuestros lectores del siglo XXI, para que nos hagamos una idea de la importancia de los Pueblos del Creciente Fértil, que no siempre han estado rodeados de la maldad con la que nos los han presentado. Así contribuiremos a su conocimiento y admiración.

El Próximo Oriente Asiático (I): Kobane

Manuel Ibañez Ferriol
martes, 10 de febrero de 2015, 08:11 h (CET)
Una de las tareas más gratificantes de todo columnista, es dar a conocer la cultura de los pueblos que nos antecedieron, dado que podemos aprender mucho de los mismos. Ayn al-Arab (en árabe: عين العرب ʿAyn al-ʿArab‎, que significa ojo del árabe o Kobane en kurdo: Kobanî o Kobanê) es una ciudad en la gobernación de Alepo, al norte de Siria. Es habitada mayoritariamente por kurdos (89%) y también por árabes (5%), turcos (5%) y armenios (1%). El poblado surgió alrededor de la estación de tren construida en 1912 por la empresa alemana Koban Railway Company para el Ferrocarril de Bagdad, en torno a la cual los kurdos de las zonas cercanas fueron construyendo viviendas. En 1915, refugiados armenios que huían del genocidio en Turquía se establecieron al lado de la estación. Después de la demarcación de la frontera con Turquía en 1921, una parte del poblado quedó en el otro lado de la frontera, hoy incorporado en el distrito turco de Suruç, como Mürşitpınar. La infraestructura de la ciudad fue planeada y construida durante el mandato francés de Siria y una serie de edificios franceses se mantienen en pie y son utilizados hasta hoy en día.

Una vez ubicada la ciudad, vamos a conocer mejor su pasado histórico. La historia de Siria comprende los acontecimientos que han tenido lugar en este país desde la prehistoria hasta la actualidad, marcados por la situación geográfica. La región de Siria fue el centro de una civilización semita de gran importancia en torno a las ciudades de Ebla y Ugarit. Allí tuvo lugar el descubrimiento del bronce. Tierra de paso, el país ha estado dominado por egipcios, cananeos, hititas, hebreos, asirios, persas, griegos, imperio seléucida, romanos, árabes, mongoles, otomanos y franceses, hasta su independencia en 1946. Durante los años 1950 y 1960 se sucedieron varios golpes de estado y las relaciones exteriores estaban marcadas por la oposición al estado de Israel.

Los arqueólogos han demostrado que la civilización en Siria era una de las más antiguas sobre la Tierra. Alrededor de la ciudad excavada de Ebla en el norte de Siria, descubierta en 1975, un gran imperio semita se diseminó desde el Mar Rojo norte hasta Turquía y al este hasta Mesopotamia desde el 2500 hasta el 2400 A.C. Ebla parece haber sido fundada alrededor del 3000 A.C y construyó gradualmente su imperio a través del comercio con las ciudades de Sumer y Akkad, así como también con pueblos al noroeste. La ciudad de Ebla durante ese tiempo tenía una población estimada en 260,000. Los eruditos creen que la lengua de Ebla era la lengua semita más antigua. La civilización ebla era probablemente conquistada por Sargón de Acad alrededor del año 2260 A.C.; la ciudad fue restaurada como la nación de los amoritas unos siglos después y floreció a principios del segundo milenio AC hasta que fue conquistada por los hititas.

Durante el segundo milenio a. C., Siria estuvo ocupada sucesivamente por cananeos, fenicios, y arameos como parte de las desorganizaciones generales asociadas con los Pueblos del Mar. Los hebreos finalmente se establecieron al sur de Damasco, en la región conocida como Canaán; los fenicios se establecieron a lo largo de la costa de estas áreas, así como también en el oeste, en la zona (Líbano) ya conocida por sus cedros. Egipcios, sumerios, asirios, babilonios e hititas ocuparon sucesivamente el estratégico suelo de Siria durante este periodo, mientras fuera una tierra de paso entre sus imperios. Los persas tomaron el control de Siria como parte de su control general del suroeste de Asia. Este control se transfirió a los griegos tras las conquistas de Alejandro Magno. Tras su muerte la hegemonía de Siria pasó a l Dinastía Antigónida , y subsecuentemente a los Seléucidas y posteriomente los romanos. En el año 83 a. C., cayó bajó el rey de Armenia, Tigranes el Grande. Los armenios la gobernaron durante trece años, hasta que finalmente fue incluida en la provincia romana de Siria en el año 64 a. C.

Siria fue una provincia romana desde el 64 a. C. hasta 636. En el periodo de gobierno romano, la gran ciudad de Antioquía, (llamada la «Atenas del este» era la capital provincial. Era una de las más grandes ciudades del mundo antiguo, con una población estimada de 500.000 habitantes, siendo un boyante centro de comercio e industria. Al ser una de las ciudades más ricas y populosas de las provincias del Imperio romano, se ha estimado que la población de la Siria romana a comienzos del Imperio, solo fue sobrepasada a mitades del siglo XX, con un censo de 7 8 millones o más, incluyendo a Palestina y al territorio del río Jordán, excluida la parte oriental de la actual región allende el Éufrates. En la época romana, Siria era el hogar de Heliogábalo, un emperador romano de la dinastía Severa que reinó desde 218 hasta 222. Su familia tenía derechos hereditarios sobre el sacerdocio del dios del sol El-Gabal, de quien Heliogábalo era el sumo sacerdote en Emesa (actual Homs), en sirio.

Siria fue importante en la historia del cristianismo: Pablo de Tarso se convirtió a esta religión en la carretera a Damasco y emergió como una significante figura del primer núcleo de la Iglesia cristina de Antioquía, primera ciudad no judía que se convirtió al cristianismo. Ciudad a la que peregrinó a menudo en sus viajes misionales. Siglos después fue conquistada por los bizantinos.

En el siglo VII, Siria fue conquistada por los árabes, y la cultura actual data de aquella conquista musulmana. Secciones de la línea costera de Siria fueron tomadas por señores francos durante las Cruzadas en el siglo XII. En el siglo XIII, llegaron los primeros mongoles, destruyendo ciudades y canales de irrigación. A finales del siglo XV, el descubrimiento de una ruta marítima desde Europa hasta el Lejano Oriente terminó con la necesidad de un ruta comercial a través de Siria. Destruida por los mongoles, Siria fue parte del Imperio otomano desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y se encontró a sí misma enormemente apartada e ignorada por los asuntos mundiales.

Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio otomano se disolvió, y en 1922 la Liga de las Naciones repartió el dominio de la antigua Siria entre dos países: el Reino Unido recibió Transjordania y Palestina, y Francia recibió a las que se convertirían en las actuales Siria y Líbano. Aunque el rápido desarrollo económico siguió a la declaración de independencia, la política siria desde la independencia hasta los últimos años de la década del 60 estuvo marcada por el cataclismo. Entre 1946 y 1956, Siria tuvo 20 gabinetes diferentes y redactó cuatro constituciones separadas. En 1948, Siria estuvo involucrada en la guerra árabe-israelí. El ejército sirio fue sacado del área de Israel, pero fortificó sus fortalezas en los Altos del Golán y logró mantener sus antiguos límites. Una serie de golpes militares, iniciada en 1949, minó al gobierno civil y condujo a la toma del poder al coronel de ejército Adib Shishakli en 1951. Tras el derrocamiento del presidente Shishakli en un golpe de 1954, las continuas maniobras políticas apoyadas por facciones competidoras en el ejército llevó finalmente elementos nacionalistas y socialistas árabes al poder.

Durante la crisis de Suez de 1956, tras la invasión de la península del Sinaí por tropas israelíes, y la intervención de tropas británicas y francesas, se declaró ley marcial en Siria. Más tarde, tropas sirias e iraquíes fueron trasladadas a Jordania para prevenir una posible invasión israelita. Los ataques de noviembre de 1956 sobre oleoductos iraquíes fueron en venganza por la aceptación de Irak dentro del Pacto de Baghdad. A principios de 1957, Irak asesoró a Egipto y Siria contra una concebible toma de posesión de Jordania. En noviembre de 1956 Siria firmó un pacto con la Unión Soviética, proporcionando un asidero para la influencia comunista dentro del gobierno a cambio de aviones, tanques, y otros equipos militares que eran enviados a Siria. Con este aumento en la fortaleza de la tecnología militar siria preocupaba a Turquía, mientras que parecía factible que Siria pudiese intentar retomar Alejandreta, una antigua ciudad siria que está ahora en Turquía. Por otro lado, Siria y la U.R.S.S. acusaron a Turquía de masificar sus tropas en la frontera siria. Durante esta reserva, los comunistas ganaron más control sobre el gobierno y ejército sirios. Sólo los acalorados debates en las Naciones Unidas (de la cual Siria era miembro original) aminoraron la amenaza de guerra.

La inestabilidad política de Siria durante los años después del golpe de 1954, el paralelismo de las políticas sirias y egipcias, y la atracción del liderazgo del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser en el amanecer de la crisis de Suez crearon el apoyo en Siria para la unión con Egipto. El 1 de febrero de 1958, el presidente sirio Shukri al-Kuwatli y Nasser anunciaron la fusión de los dos países, creando la República Árabe Unida, y todos los partidos políticos sirios, así como los comunistas en ese respecto, cesaron sus actividades abiertas. La unión no fue un éxito, no obstante. Seguido de un golpe militar el 28 de septiembre de 1961, Siria se separó, restableciéndose a sí misma como la República Árabe Siria. La inestabilidad caracterizó los siguientes 18 meses, con varios golpes culminando el 8 de marzo de 1963, en la instalación por parte de los oficiales izquierdistas del ejército sirio del Consejo Nacional del Comando Revolucionario (CNCR), un grupo de funcionarios militares y civiles que asumieron el control de toda autoridad ejecutiva y legislativa. La toma de posesión fue ingeniada por miembros del Partido de Resurrección Socialista Árabe (Partido Ba'ath), el cual había estado activo en Siria y otros países árabes desde los últimos años de la década del 40. El nuevo gabinete estuvo dominado por los miembros del Ba'ath.

La toma del Ba'ath en Siria siguió a un golpe de estado del Ba'ath en Irak el mes anterior. El nuevo gobierno sirio exploró la posibilidad de federación con Egipto e Irak controlado por el Ba'ath. El acuerdo se materializó en El Cairo el 17 de abril de 1963, plasmándose en un referéndum sobre la unidad que se sostendría en septiembre de 1963. Sin embargo, pronto aparecieron desacuerdos entre las partes y la materialización de la federación tripartita fracasó. Después de eso, los regímenes del Ba'ath en Siria e Irak comenzaron a trabajar por la unidad bilateral. Estos planes fracasaron en noviembre de 1963, cuando el régimen Ba'ath en Irak fue derrocado. En mayo de 1964, el presidente Amin Hafiz de la CNCR promulgó una constitución provisional que aseguraba al Consejo Nacional de la Revolución (CNR), una legislatura compuesta de representantes de sindicatos de organizaciones masivas—laborales, campesinos y profesionales—un consejo presidencial, en la que el poder ejecutivo era conferido, y un gabinete. El 23 de febrero de 1966, un grupo de oficiales del ejército llevó a cabo un exitoso golpe intrapartidario y pusieron en prisión al presidente Hafiz, disolvieron el gabinete y la CNR, abrogaban a la constitución provisional, y diseñaron un gobierno regionalista y civil del Ba'ath el 1 de marzo. Los líderes del golpe lo describieron como una "rectificación" de los principios del partido Ba'ath. Israel invadió Siria en la guerra de junio de 1967 y capturó y ocupó los Altos del Golán. Esta invasión debilitó al régimen socialista radical establecido por el golpe de 1966.

El conflicto se desarrolló entre un ala militar moderada y un ala civil más extremista del partido Ba'ath. La retirada en 1970 de las fuerzas sirias enviadas para ayudar a la OLP durante las hostilidades del "Septiembre Negro" con Jordania reflejaron este desacuerdo político dentro de la jefatura del partido Ba'ath. El 13 de noviembre de 1970, el ministro de Defensa Hafez al-Asad efectuó un pacífico golpe militar, expulsando a la jefatura civil y asumiendo el rol de primer ministro.

Hafez al-Asad gobernó Siria durante 30 años. En los mismos hay que destacar la intervención de Siria en la guerra contra Israel en 1973, conocida como Guerra del Yom Kippur. A su muerte en el año 2000 le sucedió el hijo, Bashar al-Asad.

Hemos recorrido la Historia de Siria, a vuela pluma. Como la intención es seguir conociendo su gran pasado histórico, a la vez que sus influencias en las distintas culturas del Próximo Oriente Asiático, vamos a ir recogiendo todo lo que conocemos del mismo, y lo vamos a ir ofreciendo a nuestros lectores del siglo XXI, para que nos hagamos una idea de la importancia de los Pueblos del Creciente Fértil, que no siempre han estado rodeados de la maldad con la que nos los han presentado. Así contribuiremos a su conocimiento y admiración.

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