| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Sufrí cuando decidió dejarme y entregarse al dinero, que no a otra cosa, a otra mujer creyendo que yo no conseguiría el amor de otro, por ser yo, yo. Ya no le podré querer. Ya no podrá ser. Me enterró estando viva, se lo agradezco hoy, sabiendo ya lo que ha hecho y lo que es. El castigo que se merece ojalá le sea dado y bien. Se planifica el porvenir de algunos con niveles uno en las empresas, con futuro, buenos sueldos y caprichos de oro. Yo no tendré un nombre en esos altares, pero con que Dios le siga dando vida al hermoso gato blanco y naranja, Jerry, me será suficiente.
Para Jerry, QDEP.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de viajar y visitar la ciudad de Praga con el apoyo de EUROPAMUNDO, emprendimos una excursión con muy buenos guías, como primera impresión y al cruzar a pie uno de los puentes de Praga, capital de la República Checa, quedamos fascinados por su belleza arquitectónica y monumental, el río Moldova que atraviesa esta ciudad, su gente hospitalaria y sus mujeres guapérrimas.
GatoTruffo, fiel. Te queremos muy muy bien. Eres buen tesoro.
María Herreros es una ilustradora valenciana que termina de publicar ‘Un barbero en la guerra’ (Ed. Lumen), un trabajo que no resulta fácil de catalogar. No es un cómic. No es un libro ilustrado. Es otra cosa. Una hibridación, un cruce, una suma de. Al final las hibridaciones van a consolidarse como género. ‘Un barbero en la guerra’ cuenta la historia del abuelo de la propia María, Domingo Evangelio, un hombre que con diecinueve años hubo de incorporarse a la lucha.
|