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Otra final más. El trepidante final de Liga sirve este sábado la enésima final tanto para Barça como para Betis. Los de Martino no pueden confiarse si quieren seguir contando con opciones de alzarse con el campeonato mientras que a los béticos, colistas, no les vale otra cosa que sumar de tres en tres para mantener la categoría.
El esfuerzo realizado en Champions mermará la zaga azulgrana ante la baja de Piqué que se unirá a la ya conocida de Victor Valdés bajo palos. Pinto y Bartra, que saldó con nota el examen ante el Atlético, sustituirán a la columna vertebral del Barça atrás. Por bando bético, Calderón viaja a Barcelona con 20 de sus hombres consciente de que no es momento de reservas ya que de perder este sábado el Betis sería virtualmente equipo de segunda.
El Barça saltará al césped
conocedor de lo ocurrido en el Calderón entre Atlético y Villarreal lo que
podría imprimir aún más presión al choque o brindar una oportunidad de oro para
recuperar el liderato en el tramo final de Liga. Para más inri, la semana en
Can Barça no ha sido precisamente una balsa de aceite ante la sanción de la
UEFA por lo que está por ver la reacción de la grada y cómo afecta esa
situación al equipo en el momento clave de la temporada.
Tras el derroche físico realizado el pasado martes ante el Atlético y consciente de la vuelta en el Calderón la próxima semana, el Tata Martino introducirá variantes en el esquema azulgrana. Las bajas obligarán a no escatimar en recursos atrás al entrenador argentino pero en la medular y línea de ataque los Xavi, Iniesta, Busquets, Neymar y compañía podrían no ser de la partida o al menos no arrancar de inicio.
En frente aguardará un Betis
al que le queda más fe que opciones ante lo acontecido el pasado lunes frente al
Málaga. Los verdiblancos fueron por delante durante todo el choque y acabaron
perdiendo el encuentro en los últimos cinco minutos. La moral bética por tanto
no será la mejor para visitar Can Barça pero los de Calderón no
reservarán esfuerzos con el objetivo de poder seguir soñando con la permanencia. De nuevo, match-ball
en el Camp Nou.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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