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El presidente del Gobierno responde con una batería de reformas que presentará en abril

Barroso pide a Rajoy una simplificación fiscal y de contratos

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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reclamó este viernes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que apruebe una reducción de tipos de contratos, que vaya “tan lejos como sea posible” en la simplificación del sistema fiscal y que avance en la liberalización de servicios.

En la rueda de prensa conjunta posterior a su reunión en el Palacio de la Moncloa, Barroso avanzó que ha trasladado a Rajoy “la necesidad de proseguir las reformas en general” teniendo en cuenta que las acometidas hasta el momento “han sido un éxito” y han “cambiado muy positivamente en los últimos meses la percepción que se tiene sobre España".

Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea también puso deberes concretos al jefe del Ejecutivo. Aseguró que no le ha pedido “una nueva reforma laboral”, porque ya ha habido avances importantes en “moderación salarial y flexibilidad”, pero insistió en que “los esfuerzos tienen que continuar”. “Es necesario reducir la diferencia en las condiciones entre contratos temporales y fijos”, reclamó.

“Además, hay que avanzar en el proyecto de ley sobre la liberalización de servicios y hay que ir tan lejos como sea posible en la simplificación del sistema fiscal”, reclamó Barroso para descartar que la Comisión vaya a proponer a España otra subida del IVA. “Se dice que Bruselas impone y no es así, son reformas necesarias para garantizar la competitividad”, se justificó el dirigente europeo.

Rajoy recogió el guante en materia fiscal y se comprometió a que la tributaria será una de las reformas incluidas en una nueva batería de medidas que España tiene previsto remitir a la Comisión Europea el próximo mes de abril. “Habrá una reforma del sistema tributario para hacerlo más sencillo y para garantizar una suficiencia de ingresos”, adelantó.

Además, el presidente del Gobierno avanzó que ese nuevo paquete también contemplará medidas para “ayudar a las familias y las personas con discapacidad y para estimular el ahorro”, revisará el sistema de financiación autonómica, profundizará en la disciplina fiscal, creará una central de información presupuestaria, incluirá una reforma de la Administración pública, una ley de desindexación de la economía española y una autoridad reguladora independiente, pondrá en marcha un plan de fomento de la financiación empresarial y una línea ICO de apoyo al sector exterior y desarrollará reformas sectoriales para mejorar la competitividad energética y de transportes.

En materia laboral, Rajoy avanzó, sin entrar en detalles, nuevas medidas para la creación de empleo, sobre todo, juvenil. “El paro, y en especial el juvenil, es uno de los mayores retos a los que se enfrenta Europa. Necesita el talento de los jóvenes. Es y sigue siendo nuestra prioridad”, admitió.

“Todavía quedan muchísimas cosas por hacer y continuaremos con las políticas reformistas. Seguimos teniendo la misma determinación y las mismas ganas para llevarlo a buen término”, se comprometió el presidente del Gobierno para insistir en que “no podemos ni debemos bajar la guardia porque no existen atajos para la recuperación y hay que seguir trabajando sin tregua para la creación de empleo”. En este sentido, Rajoy llamó la atención sobre el hecho de que “hace un año” se hablaba de la desaparición del euro, la prima de riesgo, la recesión, el rescate, la destrucción de empleo y la falta de competitividad y “hoy no se habla de ello”.

Barroso lanzó también varios mensajes a la ciudadanía española. Después de reconocer los “grandísimos esfuerzos” que ha realizado la población en los últimos tiempos para superar la crisis, les trasladó un mensaje de confianza. “Los primeros signos positivos están aquí. Ahora estamos mejor, pero la crisis no ha terminado. Tenemos que seguir trabajando y espero que los primeros signos se empiecen a notar en la mejoría de la vida de los españoles”, avanzó Barroso para reconocer que hay “diferencias” entre los grandes datos macroeconómicos y su traslado a la economía real.

En esta línea, Barroso admitió ser “consciente” de la desconfianza generada entre la población en relación a la Unión Europea. “Europa no es responsable de la crisis. Ésta fue causada por un comportamiento irresponsable de los mercados financieros, un gasto nacional excesivo y errores en la supervisión”, justificó. "No debe convertirse en la víctima de la crisis”, reclamó.

A partir de ahí, el dirigente europeo hizo un llamamiento claro a que los españoles sigan “confiando en Europa y participen en las elecciones del próximo mes de mayo”. “La política europea hoy es política interior porque tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos. Europa somos todos y no es el problema, es la solución”, insistió para destacar el "importante peso" de los 54 europarlamentarios españoles en la toma de decisiones.

Rajoy, que puso el acento en que su “amigo” Barroso ha estado “a la altura de las circunstancias que han sido de una tensión y complejidad sin precedentes”, insistió en este sentido en que Europa “requiere instituciones fuertes y estables”.

“Debemos evitar los antieuropeísmos y los movimientos eurófobos que frenan la recuperación. Sin una Europa fuerte y unida la recuperación no hará sino retrasarse quién sabe por cuanto tiempo”, advirtió el presidente. “No tenemos un minuto que perder ni un ápice que malgastar para la recuperación económica”, avisó.

En la reunión y el almuerzo que mantuvieron Rajoy y Barroso en Moncloa participaron, además, los ministros de Economía y Competitividad, Luis de Guindos; Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro; el de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo; y la de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez.

Barroso pide a Rajoy una simplificación fiscal y de contratos

El presidente del Gobierno responde con una batería de reformas que presentará en abril
Redacción
sábado, 18 de enero de 2014, 00:17 h (CET)
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reclamó este viernes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que apruebe una reducción de tipos de contratos, que vaya “tan lejos como sea posible” en la simplificación del sistema fiscal y que avance en la liberalización de servicios.

En la rueda de prensa conjunta posterior a su reunión en el Palacio de la Moncloa, Barroso avanzó que ha trasladado a Rajoy “la necesidad de proseguir las reformas en general” teniendo en cuenta que las acometidas hasta el momento “han sido un éxito” y han “cambiado muy positivamente en los últimos meses la percepción que se tiene sobre España".

Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea también puso deberes concretos al jefe del Ejecutivo. Aseguró que no le ha pedido “una nueva reforma laboral”, porque ya ha habido avances importantes en “moderación salarial y flexibilidad”, pero insistió en que “los esfuerzos tienen que continuar”. “Es necesario reducir la diferencia en las condiciones entre contratos temporales y fijos”, reclamó.

“Además, hay que avanzar en el proyecto de ley sobre la liberalización de servicios y hay que ir tan lejos como sea posible en la simplificación del sistema fiscal”, reclamó Barroso para descartar que la Comisión vaya a proponer a España otra subida del IVA. “Se dice que Bruselas impone y no es así, son reformas necesarias para garantizar la competitividad”, se justificó el dirigente europeo.

Rajoy recogió el guante en materia fiscal y se comprometió a que la tributaria será una de las reformas incluidas en una nueva batería de medidas que España tiene previsto remitir a la Comisión Europea el próximo mes de abril. “Habrá una reforma del sistema tributario para hacerlo más sencillo y para garantizar una suficiencia de ingresos”, adelantó.

Además, el presidente del Gobierno avanzó que ese nuevo paquete también contemplará medidas para “ayudar a las familias y las personas con discapacidad y para estimular el ahorro”, revisará el sistema de financiación autonómica, profundizará en la disciplina fiscal, creará una central de información presupuestaria, incluirá una reforma de la Administración pública, una ley de desindexación de la economía española y una autoridad reguladora independiente, pondrá en marcha un plan de fomento de la financiación empresarial y una línea ICO de apoyo al sector exterior y desarrollará reformas sectoriales para mejorar la competitividad energética y de transportes.

En materia laboral, Rajoy avanzó, sin entrar en detalles, nuevas medidas para la creación de empleo, sobre todo, juvenil. “El paro, y en especial el juvenil, es uno de los mayores retos a los que se enfrenta Europa. Necesita el talento de los jóvenes. Es y sigue siendo nuestra prioridad”, admitió.

“Todavía quedan muchísimas cosas por hacer y continuaremos con las políticas reformistas. Seguimos teniendo la misma determinación y las mismas ganas para llevarlo a buen término”, se comprometió el presidente del Gobierno para insistir en que “no podemos ni debemos bajar la guardia porque no existen atajos para la recuperación y hay que seguir trabajando sin tregua para la creación de empleo”. En este sentido, Rajoy llamó la atención sobre el hecho de que “hace un año” se hablaba de la desaparición del euro, la prima de riesgo, la recesión, el rescate, la destrucción de empleo y la falta de competitividad y “hoy no se habla de ello”.

Barroso lanzó también varios mensajes a la ciudadanía española. Después de reconocer los “grandísimos esfuerzos” que ha realizado la población en los últimos tiempos para superar la crisis, les trasladó un mensaje de confianza. “Los primeros signos positivos están aquí. Ahora estamos mejor, pero la crisis no ha terminado. Tenemos que seguir trabajando y espero que los primeros signos se empiecen a notar en la mejoría de la vida de los españoles”, avanzó Barroso para reconocer que hay “diferencias” entre los grandes datos macroeconómicos y su traslado a la economía real.

En esta línea, Barroso admitió ser “consciente” de la desconfianza generada entre la población en relación a la Unión Europea. “Europa no es responsable de la crisis. Ésta fue causada por un comportamiento irresponsable de los mercados financieros, un gasto nacional excesivo y errores en la supervisión”, justificó. "No debe convertirse en la víctima de la crisis”, reclamó.

A partir de ahí, el dirigente europeo hizo un llamamiento claro a que los españoles sigan “confiando en Europa y participen en las elecciones del próximo mes de mayo”. “La política europea hoy es política interior porque tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos. Europa somos todos y no es el problema, es la solución”, insistió para destacar el "importante peso" de los 54 europarlamentarios españoles en la toma de decisiones.

Rajoy, que puso el acento en que su “amigo” Barroso ha estado “a la altura de las circunstancias que han sido de una tensión y complejidad sin precedentes”, insistió en este sentido en que Europa “requiere instituciones fuertes y estables”.

“Debemos evitar los antieuropeísmos y los movimientos eurófobos que frenan la recuperación. Sin una Europa fuerte y unida la recuperación no hará sino retrasarse quién sabe por cuanto tiempo”, advirtió el presidente. “No tenemos un minuto que perder ni un ápice que malgastar para la recuperación económica”, avisó.

En la reunión y el almuerzo que mantuvieron Rajoy y Barroso en Moncloa participaron, además, los ministros de Economía y Competitividad, Luis de Guindos; Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro; el de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo; y la de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez.

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