El Torneo de la Comunidad de Madrid de baloncesto, disputado los días 19, 21 y 24 de septiembre entre el Estudiantes, Fuenlabrada y Real Madrid, se saldó con la victoria final del conjunto de Joan Plaza tras derrotar sin paliativos al conjunto colegial en la última jornada, disputada ayer, domingo, por 69-57.

A escasas fechas para que comience la temporada regular de la ACB, los blancos prometen dar mucha guerra este año, sobre todo tras comprobar la cantidad de minutos que los técnicos le están ofreciendo al gigante bosnio Nedzad Sinanovic (2.20 metros) e incorporar a la plantilla a su compatriota Ratko Varda (2,13) por un mes, para suplir la baja de Eduardo Hernández-Sonseca.

Según han ido pasando los días, los entrenamientos se han intensificado y han dejado entrever las líneas maestras del Real Madrid en vistas a la temporada que el próximo sábado dará comienzo en Vistalegre frente al Unicaja de Málaga, vigente campeón de la competición. Louis Bullock, que el sábado revalidó su título de mejor triplista de la liga, se muestra feliz, distendido, contento de mantenerse un año más como pieza clave en un equipo que seguirá dependiendo en muchos momentos de él, pero sabedor de que a su alrededor existen mimbres capaces de solucionar partidos, como es el caso de Charles Smith, Alex Mumbrú o el propio Raül López.

Por parte del Estudiantes, tras la marcha de pilares como Carlos Jiménez o Sergio Rodríguez, el conjunto de Pedro Martínez ha construido un grupo joven (como siempre) pero compacto, escudado en la experiencia en el puesto de base de Gonzalo Martínez, que vuelve a casa, y de Marlon Garnett, triplista consumado. Sergio Sánchez retorna al Estudiantes tras su cesión al Fuenlabrada, y el serbio Goran Nikolic promete ser una de las más agradables sorpresas en cuestión de incorporaciones a la ACB esta temporada. En cambio, hombres como Sanikidze (fichaje georgiano) y los jóvenes Clark, Torres y Beirán deberán demostrar su calidad.

El Fuenlabrada, otro año más, luchará contra presupuestos mucho mayores con ingenio, calidad, garra y experiencia. Casimiro confía en Andrés Miso (ex-Estudiantes) para el puesto de escolta, mientras que Gerlad Brown, procedente del Breogán, compartirá la dirección de juego con el veterano Ferrán López. Saúl Blanco deberá explotar esta temporada para confirmar la gran calidad que atesora, mientras que jugadores como Paraíso o Praskevicius inculcarán el conociemiento y el temple necesario a los más jóvenes.

La competición vuelve a escena y los equipos madrileños, con objetivos muy distintos, buscan afianzar proyectos novedosos que comparten la misma ilusión por vencer, y sobre todo, mejorar.