Una nueva edición de la Euroliga abre el telón con un lugar deseado por todos los equipos: Milán. Allí, en la ciudad de la moda, tendrá lugar una Final Four, entre el 15 y 18 de mayo, en la que cinco equipos parten como favoritos para tratar de arrebatar la doble corona al Olympiakos. Fenerbahçe y CSKA serán junto al equipo de Spanoulis los principales rivales para Real Madrid y FC Barcelona.
Con unas distancias presupuestarias cada vez mayores y con sólo 11 campeones de liga presentes, se antoja complicado que pueda salir un campeón más alla de estos cinco aspirantes. Pese a todo, hay un segundo escalón, compuesto por Panathinaikos, Anadolu, Maccabi o Lokomotiv Cuban; que aspira a cambiar los pronósticos. En este sentido, Unicaja y Laboral Kutxa se perfilan como incógnitas y sólo su regularidad a lo largo de la temporada puede acabar por llevarlos a este segundo grupo.
Con un formato maratoniano de partidos, los 24 equipos que arrancan deberán de afrontar una competición marcada por las reglas particulares de Jordi Bertomeu, cabeza de la Euroliga, quien ya ha anunciado nuevos cambios en la competición. En concreto ha desvelado que se jugarán más partidos aún a partir del 2015.
Bajo este escenario, se presume realmente complicado que los equipos con talonarios más cortos pueden aspirar a llegar más allá del play-off de cuartos de final en el mejor de los casos.