Tras verse claramente superados en los dos primeros partidos, el Real Madrid apela a la heroica para aferrarse a sus opciones de continuar en competición
Cristian Rodríguez / Enviado especial al Palau
Tras la abismal diferencia que se ha visto entre ambos equipos en los dos primeros encuentros disputados del play off de cuartos de final, nada hace presagiar que se produzca un gran cambio de cara al tercer y quien sabe si último partido de la serie.
Mucho deberá mejorar el Real Madrid para poder disputar un cuarto partido ante su afición, y es que tras una más que irregular campaña, entre lesiones, enfermedades y decisiones técnicas el equipo ha llegado a la hora de la verdad sin tres de sus mejores jugadores, como son Rakocevic, Gelabale y Tomas. Prueba de ello lo está dando en esta eliminatoria, donde los jugadores blaugranas denotan estar a un nivel superior de los madridistas.
Un cuadro blaugrana que no quiere dejar escapar la posibilidad de clasificarse para semifinales lo antes posible y sellar, al mismo tiempo, su clasificación matemática para la disputa de la próxima Euroliga, lo que haría que el Real Madrid disputara la próxima campaña la cola Uleb en el mejor de los casos.
Para ello, los jugadores de Dusko Ivanovic se muestran totalmente concentrados de cara al choque, conscientes de que el ambiente del Palau le puede pesar a un Madrid que no está encontrando en Bullock al líder en quien confiaba agarrarse. Y con toda la plantilla a disposición del preparador montenegrino, la lógica, siempre tan esquiva en el mundo del deporte, está más que nunca del bando blaugrana ante uno de los Madrid más caóticos que se recuerdan.