| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
Con un “no” te he dicho todo
que yo no te quería
adios melancolía,
no me fijé en ti,
no te quise.
Con un “no” ya he dicho “no”
no hay nada más que decir
que ese “no” es para siempre
no te puedes resentir,
pero cuando me llegó a mí
con un “no” me ha dicho todo,
yo creí me iba a morir
que ese “no” suena a desgracia,
vida triste para mí
y yo quiero ser feliz.
Con un “no” hundió mi vida
y me hizo infeliz.
Que ese “no” fue tristeza mía
y ya no quiero vivir.
Con un “no” me sentí triste,
sin ganas de seguir.
Me acordé, yo también dije muchas veces “no”
… y hoy me tocó a mí.
En el poemario “Infamélica” Rolando Revagliatti emplea el desliz irónico, el doblez, el juego del pensamiento que nunca es liso, que se despliega en sus muchas dimensiones y matices para ofrecernos un compendio de la condición humana. Comulgamos de esta forma con una cantidad de perfiles expuestos en determinadas situaciones íntimas y desgajadas.
Como los dedos de la mano, cinco. Norte, sur, oriente, poniente, centro. Perversa, intuitiva o fortuitamente cinco. Cinco poemas de mi autoría sin aparente conexión, solo el lazo de la consecución en lo que va del año. Dosis y dieta, Ingesta, Retiro, Lucerna y Retablo.
Mi corazón se llena de alegría, sabiendo que el buen Dios, Amor inmenso, quisiera ver mi alma, siempre en ascenso, para poder vivir Su cercanía.
|