Anoche se celebró en Jerez de la Frontera el Gran Premio de España de motociclismo. Sin duda un acontecimiento capaz de congregar a cientos de miles de personas, y sobre todo, amantes del vehículo de las dos ruedas. La actuación de los pilotos españoles no pudo ser mejor. En 125, un jovencísimo Álvaro Bautista se hizo con el primer puesto, al igual que lo hizo Jorge Lorenzo, quien no hace tantos meses tenía sus disputas deportivas y dialécticas con el protagonista en Moto GP: Dani Pedrosa. El catalán terminó en segunda posición en su debut en la máxima competición.
Fue una exhibición en toda regla de los pilotos españoles. Un éxito que parece anticipar una temporada en la que los pilotos nacionales tendrán mucho protagonismo, y sobre todo, en donde no se espera ver ningún ‘monopolio’ de piloto alguno (ver Rossi).
Álvaro Bautista protagonizó una lucha con el checo Pesek. Ambos se separaron del grupo de perseguidores casi desde el principio, pero el español impuso su ritmo dominante y consiguió así la primera victoria de su carrera. Al piloto de Aprilia, para culminar el éxito, lo acompañaron otros seis españoles entre los diez primeros.
Más tarde llegó el turno de los 250cc. Muchos anticipaban que tras la marcha de Pedrosa la pugna por la supremacía de la categoría estaría entre Barberá y Lorenzo. Finalmente fue este último quien logó vencer imponiéndose con comodidad a Alex de Ángelis. Barberá, por su parte, pagó cara su caída durante los entrenamientos oficiales del sábado y no pudo llegar al podio, aunque se quedó en las puertas.
Pero con lo que más disfrutaron los aficionados que se congregaron en la ciudad andaluza fue con el segundo puesto de Daniel Pedrosa. El de Castellar del Vallés hizo callar a más de uno, que aseguraba que sus condiciones físicas le impedirían manejar una moto tan pesada. Lejos de eso, Pedrosa dio una lección de conducción y terminó la carrera en segunda posición. Incluso, en muchos momentos, Pedrosa agobió a Loris Capirossi, quien finalmente se llevó el triunfo.
Pero en toda fiesta suele haber un triste luto. Lo peor del espectáculo del Gran Premio de Jerez fue el carísimo coste que se cobraron las carreteras. Siete personas fallecieron, seis de ellas eran motoristas y otra perdió la vida al ser atropellada por una motocicleta. Es el triste colofón a un fin de semana de magia para tanta gente.