El pasado miércoles, el Real Madrid cayó eliminado de la única competición en la que tenía alguna opción seria de ser campeón. La ilustre Champions quedará para otro año, y la Cibeles tendrá que ser una fuente que solo sirva para adornar el Paseo de la Castellana. Serán tres años sin darle un uso festero, y de decepciones constantes. El Madrid es ahora un caro coche de lujo que ya no es capaz competir con los nuevos modelos. Los modelos rápidos, como el Arsenal.

Que en más de 180 minutos, un equipo tan repleto de estrellas no logre marcar un solo gol es algo tan destacable como alarmante. Y no es que el Arsenal sea el paradigma del ‘coco’ europeo, del equipazo. Es un jovencísimo conjunto, en plena transición, que es dirigido magistralmente por un estudioso del balompié llamado Arsene Wenger y que se mueve por y para Thierry Henry. Y aunque el miércoles no pudo contar con Lauren, Cole o Campbell dio una lección de humildad a los blancos.

Pero por si no fuera poco, el vestuario está tremendamente dividido. Las declaraciones del capitán Raúl no han ayudado, y entre el clan de los brasileños, que no sonríen como al principio de temporada (véase la cucaracha) y el de ‘los nacionales’ hay bastantes divisiones. Y un equipo son 22, no pequeñas guerrillas. Lo que adolece al Real Madrid es un cáncer.

Y mañana los blancos tendrán que visitar Valencia. La tierra de las flores, y la del equipo de Quique, que hoy por hoy está un peldaño por encima, y le puede dar otra lección de fútbol al Madrid. De perder ese encuentro, el equipo de Caro no solo diría adiós a la Liga, sino que provocaría una onda de decepción tan grande que haría que el nuevo Presidente Martín se viera obligado a convocar elecciones este verano.

Las soluciones pueden ser una renovación de jugadores como Ronaldo, Zidane o Roberto Carlos, un cambio en la política deportiva, iniciar una transición de un par de años para avanzar con pasos seguros… El Real Madrid que jugó contra el Arsenal tenía una media de edad de más de 28 años, y el equipo titular es el mismo que lleva sonando desde hace demasiado tiempo. Decir que el coche está viejo no es ninguna mentira.