Luis Alberto es un joven emprendedor, oriundo de Salamanca y afincado en Madrid. Ha convertido su pasión por las nuevas tecnologías y el emprendimiento en su profesión y como fundador de SumaTalento se encarga de ayudar a que otros descubran sus talentos ocultos.

Asiduamente escribe artículos en su Blog Talentosamente sobre una variada temática relacionada fundamentalmente con el talento, la tecnología, el emprendimiento y el desarrollo profesional. De su faceta como autor, podemos destacar el libro coral “Haz lo que temas hacer” (Círculo Rojo), galardonado como mejor libro de crecimiento personal 2017 y “Feliz Viernes” (Auto edición). Próximamente tiene intención de sacar al mercado su tercer libro.

Luis Alberto es de la opinión de que la vida se basa en un continuo aprendizaje y se autodefine como muy curioso y a veces inconformista.

El polifacético Luis Eduardo Aute, escribía en uno de sus poemas “Quien no tenga sueños, que se disponga a tener dueño”, ¿Cómo se fraguó su sueño de vivir sin jefe?
Pues este sueño no se debió al miedo o al típico odio a los jefes. En realidad, estaba bastante cómodo, pero tenía muchas ganas de hacer cosas por mí mismo, a mi manera y creer en mi capacidad creadora, pensando en que lo mío también podía funcionar. En realidad, quería corroborar que se puede vivir de otro modo haciendo las cosas de manera diferente.

En términos sociales, abandonar la zona supuestamente segura del empleo por cuenta ajena y adentrarse en una zona de incertidumbre, como fue su caso por el hecho de hacer realidad un sueño, poco menos que lo tachan de incauto ¿Cómo se vivió esa situación en su familia y en su círculo más cercano?
Sobre todo, recibí mensajes del tipo “¡Donde vas loco!”, “Ten cuidado”, “Eres un arriesgado”, “Te vas a morir de hambre”. En realidad, y afortunadamente, este tipo de mensajes agoreros nunca llegaron a suceder, como muchos de los miedos que nos aparecen por la cabeza de forma cotidiana.

En realidad, para mí supuso un reto más, el de ponerme en valor, con mi forma de pensar, mis decisiones y mi forma de vivir, aunque sin faltar al respeto a aquellos que, pensando en mi bien, vertían esas opiniones totalmente válidas y comprensibles sobre mis intenciones emprendedoras.

Luis Alberto, una vez que decidió dar el salto al mundo del emprendimiento, ¿Se ha sentido solo en algún momento o ha tenido el apoyo de alguna institución que le haya allanado lo que supongo fueron duros comienzos?
Institucionalmente he estado solo (excepto con los pagos de autónomos, que nunca fallan). No he recibido ningún tipo de ayuda ni financiación, solamente al inicio me beneficié de la tarifa plana de 50 €. También es cierto que me he sentido muy acompañado por otros emprendedores, a los que considero compañeros de camino y con los que he reforzado las relaciones, para que entre todos podamos llegar más lejos.

En su perfil de Twitter se define como Knowmad. Quien acuñó este término, John Moravec emplea la siguiente frase: “Saltar de un acantilado conlleva una emoción extraordinaria cuando lo decides tú. Nunca sentirás esa misma emoción si alguien te empuja”. ¿Sería comparable la tarea de emprender con la de saltar al vacío ?, ¿Qué emociones experimentó cuando inició de motu proprio ese viaje sin retorno como emprendedor?
Tal y como se entiende el emprendimiento, desde fuera sí podría considerarse como un salto al vacío, pero una vez decides dar ese paso, te das cuenta de que ese salto al vacío no es más que un espejismo de los que nunca han probado a darlo. No hay tal vacío, y el riego existe con independencia del rol de empleado o de emprendedor.

En definitiva, ser emprendedor lo considero un cambio de perspectiva vital, y como dice Moravec, cuando lo haces por tu propio pie, sin que te obliguen a ello, no hay color. No es un salto al vacío, es un paso hacia el lugar donde quieres estar.

Con respecto a las emociones, me generan entusiasmo y pasión, ya que soy yo el que mueve ficha, pensando que los resultados que coseche (si son buenos, como si no lo son tanto), dependen prácticamente exclusivamente de mí.

¿Es de la opinión de que en España hay un alto índice de fracasos al embarcarse en la aventura del emprendimiento?, ¿Cuáles cree que son los errores más comunes que comete un emprendedor novel?
En esta alta tasa de fracasos a la hora de emprender influyen muchos factores. El principal diría que es el que no se nos educa para emprender, por eso creemos que emprender es muy arriesgado, cuando en otros países, sobre todo en EE. UU, emprender está muy aceptado culturalmente.

Los mayores errores que he visto y experimentado suelen ser no saber vender, pensar que el dinero es algo sucio y que la venta es algo de lo que hay que avergonzarse. Pero, aun superando este tipo de creencias, es necesario tener constancia, ser flexible, saber afrontar la incertidumbre y aprender a relacionarte para generar nuevas oportunidades.

Hay que ser conscientes de la necesidad de considerar los posibles fracasos como aprendizajes y comprender que, en la vida, tendremos altibajos, ya que no es lineal, sino que es sinuosa (y apasionante).

Luis Alberto, la esencia de la singularidad está representada por el lema “O te distingues o te extingues”. Como emprendedor, ¿Cuál considera que es el sello que le hace dejar de formar parte del rebaño y le aleja del guión preestablecido socialmente?
Lo que intento que me diferencie de otros son los valores que imprimo en cada cosa que hago. Además, orientación al cliente muy cercana, tal y como me gustaría que hiciesen conmigo si estuviese en el otro lado como cliente.

Considero que mis clientes me eligen porque les inspiro confianza, porque saben que no les voy a fallar y también pienso que es porque saben que continuamente me estoy formando e investigando, lo que les ofrece garantías en temas de asesoría y consultoría.

No sé si en realidad esto es algo que me diferencia, pues supongo que muchos intentarán hacer lo mismo, pero así lo hago porque es mi naturaleza.

El prefijo co, está actualmente más en boga que tiempo atrás, con palabras como cocreación, coespacio, cofinanciación, colaboración, coliderazgo, cooperación, coparticipación … ¿Qué importancia tiene para un emprendedor la idea de compartir, ya sean conocimientos, proyectos, lugares de trabajo, etc.… Y sentirse apoyado por otras personas como las mismas inquietudes que ellos?
La importancia es crucial. Es el factor diferencial entre que te vaya bien o no tan bien. Veníamos de un tiempo donde primaba el individualismo y, afortunadamente, nos hemos dado cuenta de que lo que nos permite avanzar es juntarse con personas en nuestra misma sintonía, compartir información de valor y contactos.

En el contexto actual el que vaya de “Llanero solitario” lo va a pasar muy mal. Es tiempo de tribus y de clanes.

Ante el tsunami tecnológico en el que estamos inmersos: Robótica, Blockchain, Bitcoins, Drones, Nanotecnología, Big Data, Realidad virtual, Impresión 3D, Inteligencia Artificial, Biotecnología … Son muchos quienes erróneamente piensan que la tecnología ha venido para arrebatarles el trabajo, ¿Cómo podría tranquilizar a todos aquellos que se muestran escépticos laboralmente hablando?
Estos temas me encantan y son en los que investigo a menudo. Es cierto que van a desaparecer muchos empleos que conocemos hoy, pero no es menos cierto que nunca faltarán necesidades que cubrir. La tecnología ha venido para sustituirnos en tareas repetitivas y monótonas, pero donde no puede competir con nosotros (al menos de momento) es en las tareas que requieran creatividad, donde la materia prima necesaria sea el talento, en lo que realmente aportemos un valor añadido.

Suelo poner como ejemplo (entre muchos) que antaño un señor se encargaba de regular el tráfico en un cruce, cuando ahora son los semáforos los encargados de hacerlo, más eficientemente y de forma ininterrumpida; También hace unas décadas las comunicaciones telefónicas las establecían operadoras (en su mayoría mujeres) de forma manual, cuando actualmente las centralitas realizan múltiples interconexiones con una rapidez asombrosa.

Está demostrado que históricamente han desaparecido profesiones, pero nunca ha faltado trabajo.

Como complemento a su actividad emprendedora, recientemente ha comenzado una nueva actividad como consultor y headhunter tecnológico, ¿En algún momento se ha planteado abandonar su sueño de ser emprendedor, para ser de nuevo empleado a tiempo completo?
Para nada, esta actividad, aunque sea por cuenta ajena, está alineada con mi misión, con mis valores y con mis pasiones, y es totalmente compatible con mis proyectos, que por supuesto están en pleno funcionamiento.

Cuando emprendí lo hice porque era lo que me pedía el cuerpo en ese momento y la manera que encontré para reinventarme y dar valor a lo que hacía. Si he decidido tomar este nuevo camino es porque como autónomo o freelance he experimentado algunos límites que, a través de empresa, me resultan más fácil sortear.

Este nuevo camino es para mí una oportunidad de aprender y de crecer más en la decisión que tomé de reinventarme y de apostar por mis sueños uniendo Talento & Tecnología.

Uno de los capítulos de su libro “Feliz Viernes” lleva por título “Apaga la Tv, enciende la mente”, en el que nos invita a apagarla con el fin de conectarnos al optimismo y obtener más satisfacciones ¿Considera que la Tv es un instrumento anastesiante?, ¿En qué nos recomienda invertir las más de cuatro horas diarias que dedicamos de media los españoles a ver la Tv para ser un país más próspero?
Este es un tema complejo. La televisión como tal es una herramienta, y depende fundamentalmente del uso que se haga de ella. En este capítulo, en concreto me refería al visionado de noticias. Las noticias, más que anestesiantes, en mi opinión tienen un poder de influencia brutal, que condicionan en decisiones y en opinión de manera masiva. Suelen tener una alta carga de negatividad y muestran una visión del mundo distorsionada, teniendo un efecto castrante en cuanto a la creatividad se refiere y a la búsqueda de oportunidades, que al no aparecer en estos espacios, son invisibles ante nuestros ojos.

Hay un fenómeno que se conoce como la “indefensión aprendida”, que nos hace ser indolentes cuando vemos noticias trágicas en la otra parte del mundo, sin capacidad de cambiar la situación. Cuando vemos noticias trágicas solamente hay dos opciones: hacer algo o apagar directamente la televisión.

No todo lo que sucede son desgracias, y mi objetivo al escribir este capítulo es hacer ver que fuera de la televisión hay espacios donde conectarse a información nutritiva, positiva, que te potencie y que te acerque al destino al que te propongas llegar.

Ese tiempo que empleamos a ver la televisión, recomiendo dedicarlo en información positiva que podemos encontrar en buenas conversaciones, leyendo buenos libros, escuchando podcast, visionando vídeos, asistiendo a seminarios y conferencias, etcétera. Dedicar estas casi cuatro horas a este tipo de cosas pueden ser equivalentes a un año de carga formativa al realizar un máster.

El lado más personal
- Luis Alberto, en su libro “Haz lo que temas hacer”, cuenta que, en su afán por emprender incorporó a su vida el potente hábito de la lectura, inaugurando su biblioteca un libro de emprendimiento, ¿Cuál fue este primer libro y cuál ha sido el último?
Sí, por supuesto. El primer libro de emprendimiento que leí fue “Vivir sin jefe”, de Sergio Fernández y fue el que me abrió los ojos de que se pueden hacer las cosas de otra manera basadas en tu talento y tus capacidades.

El último que he leído es “La economía del bien común” de Jean Tirole, por el enfoque que el autor nos aporta de como desde el capitalismo y la empresa es posible apostar por un fin social y un mundo mejor.

- Con intención de hacer un ejercicio de introspección, comenzó repentinamente a leer libros, escuchar podcast y asistir a conferencias, ¿Cuáles consideraría que son sus referentes?
En realidad, tengo muchos referentes, y sería injusto hacer un ranking, ya que cada autor, cada formador y cada persona que me he cruzado en este camino me ha enseñado algo de lo que he sacado valiosos aprendizajes.

- Dice Anthony Robbins que son pocas las personas que acaban la lectura de los libros que comienzan, ¿Forma parte de este grupo de personas?
En realidad, sí. Tengo esa manía de libro que empiezo, libro que acabo. Aunque a veces es cierto que he tenido tentación de dejar alguno de ellos inacabado.

- Luis Alberto, el “Efecto Silla” es pernicioso para nuestra salud, convirtiéndose en una seria amenaza de muerte, ¿De algún modo planta cara al sedentarismo?
Me gusta mucho desplazarme andando y disfrutar de un paseo siempre que puedo.

Durante un tiempo he tenido un parón a la hora de hacer ejercicio, pero he retomado la actividad física en el gimnasio hace unas semanas. Me gustan las carreras populares, montar en bicicleta e ir al gimnasio.

- Cada vez es más preocupante la alta dependencia al teléfono móvil (Sobre todo entre los adolescentes) y los efectos nocivos sobre la salud mental que esto ocasiona. En su caso, ¿De qué forma pone freno a la conexión permanente?
Estoy en ello. En mi caso soy muy curioso, y pensar que dispongo de toda la información del mundo en la palma de mi mano hace que a menudo no tenga control de las horas que paso delante del móvil.

Últimamente estoy en el proceso de establecer unas horas de uso por los efectos mentales y sociales que acarrea el uso excesivo del teléfono móvil y de la hiperconectividad.

- ¿Recuerda cuando fue la última vez que escribió una carta a mano, la metió en un sobre, le puso un sello e introdujo el sobre en un buzón?
Sí, fue un caso excepcional para enviar una factura a la casera del piso de alquiler en el que vivía, en el año 2013.

- Luis Alberto, cada uno de los capítulos de su libro “Feliz Viernes”, los encabeza con una cita inspiradora, ¿Hay alguna de estas citas que le motive especialmente en momentos de flaqueza?
Todas están ahí precisamente porque en algún momento de mi vida me inspiraron especialmente, pero si he de quedarme con una, es “Elige un trabajo que te guste y no trabajarás ni un día de tu vida”, de Confucio.

- Para finalizar, y cerrar el círculo, volvemos a recurrir a Luis Eduardo Aute. En esta ocasión a la canción “Cine, cine”, y concretamente cuando dice: “Más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños cine son”. Su sueño, que visualizó, de convertirse en emprendedor se ha cumplido. Durante todo este tiempo ¿La realidad ha superado la ficción?
En efecto, Yo me visualizaba a futuro con bastante nivel de detalle, y la realidad ha superado con creces esa visualización. Es cierto que en esas visualizaciones me veía escribiendo un libro, dando formación, conociendo a determinadas personas… Pero no solo se han cumplido, sino que se han visto superadas. He conocido a mejores personas, he cambiado muchos hábitos de mi vida que jamás pensé que podría cambiar, me han galardonado, me han entrevistado… Y muchas más cosas que, de verdad, nunca pensé que fuesen para mí.

Para saber más sobre Luis Alberto y sus actividades, puedes consultar los siguientes enlaces:
www.luisalbertosantos.com
www.sumatalento.com