MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Solo el 15,2% de los jóvenes españoles viven fuera del hogar familiar, el peor dato registrado en un segundo semestre desde que se empezó a contabilizar este dato, en 2006.
Así se desprende de la última edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), publicada este martes en coincidencia con el Día Internacional de la Juventud.
Según sus resultados, una persona joven asalariada tiene que destinar el 92,3% de su sueldo si quiere vivir sola.
Este desequilibrio, agravado por una subida de precios mucho más rápida que la de los salarios, está consolidando lo que ya se conoce como una 'generación inquilina'. De hecho, el 57,9% de las personas jóvenes emancipadas vive de alquiler y, de ellas, casi un tercio comparte piso para poder asumir los gastos.
El acceso a la propiedad tampoco ofrece un panorama alentador, agrega el CJE. El precio medio de compraventa (197.210 euros) equivale a 14 años de salario juvenil, y la entrada necesaria para adquirir una vivienda (59.163 euros) supone cuatro años completos de sueldo. Esta barrera económica, unida a la precariedad laboral, retrasa la independencia residencial y prolonga la permanencia en el hogar familiar, apuntó.
EMPLEO Y POBREZA
Sí admitió que el mercado laboral muestra algunos signos de mejoría --la tasa de paro juvenil bajó al 19,1%, el valor más bajo desde 2007-- pero "la precariedad persiste".
Entre los menores de 25 años, el desempleo sigue en el 24,9%, y un 35,5% de quienes trabajan compaginan su empleo con estudios, especialmente las mujeres (40,5%). Además, el 36,2% de la juventud ocupada está sobrecualificada para su puesto.
Con todo, el problema económico va más allá de encontrar empleo. En 2024, el 30% de las personas jóvenes se hallaban en riesgo de pobreza o exclusión social, y casi 1 de cada 5 jóvenes con empleo (18,8%) seguía en esta situación, un porcentaje que ha aumentado respecto a 2009. Entre quienes están en paro, la cifra supera el 50%.
ESTUDIOS
Según los datos del CJE, más de 6 de cada 10 jóvenes han superado la educación obligatoria. Un 29,8% han cursado estudios superiores, pero esta formación no garantiza condiciones de vida independientes.
"La tasa de paro entre jóvenes con estudios superiores (13,4%) es significativamente más baja que entre quienes solo tienen estudios primarios (42,3%)", admitió, pero la dificultad para emanciparse persiste en ambos grupos debido a los costes de vivienda.
El Consejo de la Juventud de España reclamó al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana que abra un canal activo y periódico de seguimiento para evaluar la evolución de la situación juvenil y reformar aquellas políticas que no están funcionando.
Entre otras medidas, demandó la aplicación efectiva de la Ley por el Derecho a la Vivienda, la reforma del Bono Alquiler Joven para que llegue realmente a toda la población joven, y la construcción de parque público de vivienda con un 40% destinado a juventud.
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