MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La exposición prolongada a la contaminación atmosférica se asocia con signos tempranos de daño cardíaco.
Así se desprende de un estudio realizado por investigadores que utilizaron resonancia magnética cardíaca y publicado este martes en 'Radiology'. La investigación indica que las partículas finas en el aire pueden contribuir a la fibrosis miocárdica difusa, una forma de cicatrización en el músculo cardíaco que puede preceder a la insuficiencia cardíaca.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Existe una amplia evidencia que vincula la mala calidad del aire con las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no se conocen con certeza los cambios subyacentes en el corazón derivados de la exposición a la contaminación atmosférica.
"Sabemos que si una persona está expuesta a la contaminación atmosférica, tiene un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, incluyendo un mayor riesgo de sufrir un infarto", según Kate Hanneman, del Departamento de Imagenología Médica de la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto y la Red de Salud Universitaria de Toronto (Canadá).
PARTÍCULAS FINAS
Hanneman y sus colegas utilizaron la resonancia magnética cardíaca, una técnica de imagen no invasiva, para cuantificar la fibrosis miocárdica y evaluar su asociación con la exposición prolongada a partículas conocidas como PM2.5.
Con un diámetro de 2,5 micras como mucho, las partículas PM2,5 son lo suficientemente pequeñas como para entrar en el torrente sanguíneo a través de los pulmones. Las fuentes comunes incluyen los gases de escape de los vehículos, las emisiones industriales y el humo de los incendios forestales.
Los investigadores querían evaluar los efectos de la contaminación del aire tanto en personas sanas como en aquellas con enfermedades cardíacas, por lo que el grupo de estudio incluyó 201 controles sanos y 493 pacientes con miocardiopatía dilatada, una enfermedad que dificulta que el corazón bombee sangre.
Una mayor exposición prolongada a la contaminación atmosférica por partículas finas se relacionó con mayores niveles de fibrosis miocárdica tanto en pacientes con miocardiopatía como en el grupo control, lo que sugiere que la fibrosis miocárdica podría ser un mecanismo subyacente por el cual la contaminación atmosférica provoca complicaciones cardiovasculares.
Los efectos más significativos se observaron en mujeres, fumadores y pacientes con hipertensión.
CRECIENTE EVIDENCIA
El estudio se suma a la creciente evidencia de que la contaminación del aire es un factor de riesgo cardiovascular, que contribuye a un riesgo residual que no es tenido en cuenta por predictores clínicos convencionales como el tabaquismo o la hipertensión.
"Incluso aumentos modestos en los niveles de contaminación atmosférica parecen tener efectos mensurables en el corazón", indica Hanneman, antes de añadir: "Nuestro estudio sugiere que la calidad del aire podría desempeñar un papel importante en los cambios en la estructura cardíaca, lo que podría sentar las bases para futuras enfermedades cardiovasculares".
Conocer el historial de exposición a largo plazo de un paciente a la contaminación atmosférica podría ayudar a refinar la evaluación del riesgo de enfermedades cardíacas y a abordar las desigualdades en salud a las que contribuye la contaminación atmosférica, tanto en términos de nivel de exposición como de efectos.
Por ejemplo, Hanneman indica que, si una persona trabaja al aire libre en una zona con mala calidad del aire, los profesionales de la salud podrían incorporar ese historial de exposición en la evaluación del riesgo de enfermedades cardíacas.
Los niveles de exposición a la contaminación del aire de los pacientes del estudio estaban por debajo de muchas de las pautas globales de calidad del aire, lo que refuerza la idea de que no existen límites de exposición seguros.
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