MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
La reina Sofía clausurará este martes el Curso Académico 2024-2025 de la Escuela Superior de Música que lleva su nombre y entregará diplomas a los alumnos más sobresalientes de cada cátedra.
Durante la ceremonia, que tendrá lugar a las 19.00 horas en el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, se otorgará la Placa de la Escuela al profesor titular de la Cátedra de Dirección de Orquesta Zubin Mehta, Nicolás Pasquet, y al director del Diploma de Postgrado en Piano Contemporáneo, Florent Boffard, que son las dos novedades más recientes de la oferta académica de la Escuela.
La reina Sofía entregará también la Medalla de Honor de la Escuela a Nobuko Imai, profesora de la Cátedra de Viola Fundación BBVA; al profesor de armonía y compositor David del Puerto; y al director artístico de la Escuela, Juan Mendoza, responsable desde hace más de 25 años de la maduración de los estudiantes en el escenario.
Además, se hará entrega de la Placa de la Escuela a la integrante del Departamento Académico de la Escuela desde la apertura de ésta en otoño de 1991, Rosa Lázaro. El acto concluirá con la interpretación del Concierto para piano y orquesta núm. 9 en mi bemol mayor K 271 'Jeunehomme' de Wolfgang A. Mozart por parte de la Orquesta Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, dirigida por el maestro Pablo González, y con el alumno Michael Davidman al piano, ganador el pasado mes de abril del American Piano Awards.
La Escuela Superior de Música Reina Sofía fue fundada por Paloma O'Shea con la intención de situar en España un centro de alta especialización profesional al que pudieran acudir los jóvenes de mayor talento procedentes de todo el mundo para formarse con los grandes profesores internacionales y para acercar su música a la sociedad.
Nació como proyecto de ayuda a la juventud y a la cultura musical. Desde entonces, la Escuela trabaja para avanzar en dos objetivos: apoyar a jóvenes de mayor talento en su desarrollo personal y artístico; y acercar la mejor música a todos los públicos.
La capacidad transformadora de la música otorga un impacto social a estos dos objetivos. La música elimina barreras y trata a todas las personas por igual, sin importar idioma, tradición o cultura. La práctica de la música une a través de valores como el compromiso, la constancia, el liderazgo y la colaboración, que son esenciales para la vida y la convivencia.
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