MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
Los precursores de los dinosaurios y los cocodrilos del periodo Triásico pudieron migrar hasta 16.000 kilómetros a través de áreas del mundo antiguo consideradas "infernales" y "completamente inhóspitas para la vida" tras la mayor extinción de especies conocida en la Tierra, ocurrida hace 252 millones de años.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de las universidades de Birmingham y de Bristol (Reino Unido), y publicado este miércoles en la revista 'Nature Ecology and Evolution'.
La erupción de enormes volcanes liberó unos 100.000 billones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera hace 252 millones de años. Ello desestabilizó el clima y el ciclo de carbono con una subida de 10 grados en la temperatura global, océanos desoxigenados y una extinción masiva de especies.
La 'Gran Muerte' o 'Gran Mortandad' resultó ser tan dramática y generalizada que extinguieron más del 95% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres.
Esa extinción masiva puso fin a la era geológica del Pérmico hace 252 millones de años, al acabar con la mayoría de los animales que vivían en la Tierra.
Los autores del estudio emplearon un nuevo método de análisis geográfico para inferir cómo estos reptiles ancestrales, conocidos como arcosauromorfos, se dispersaron después de uno de los eventos climáticos más impactantes que la Tierra haya visto jamás: la extinción masiva del final del Pérmico.
Anteriormente se creía que los primeros arcosauromorfos, algunos parecidos a los reptiles modernos y muchas veces más pequeños que los dinosaurios conocidos, solo sobrevivían en ciertas partes del mundo debido al calor extremo en los trópicos - considerados por muchos paleontólogos como una zona muerta- en el Triásico temprano.
"LA VIDA SOBREVIVIÓ"
Con el desarrollo de una nueva técnica de modelización basada en reconstrucciones de paisajes y árboles evolutivos, el equipo de investigadores descubrió pistas sobre cómo estos reptiles se desplazaron por el mundo durante el periodo Triásico tras la extinción masiva, cuando murieron más de la mitad de los animales terrestres y el 81% de la vida marina.
Los arcosauromorfos que sobrevivieron a la extinción cobraron relevancia en los ecosistemas terrestres durante el Triásico, lo que condujo a la evolución de los dinosaurios. El equipo ahora sugiere que su éxito posterior se debió en parte a su capacidad para migrar hasta 16.000 kilómetros a través de la zona muerta tropical para acceder a nuevos ecosistemas.
"En medio del peor evento climático en la historia de la Tierra, donde murieron más especies que en cualquier otro periodo desde entonces, la vida sobrevivió. Sabemos que los arcosauromorfos, como grupo, lograron emerger de este evento y, durante el Triásico, se convirtieron en uno de los principales actores en la configuración de la vida posterior", según Joseph Flannery-Sutherland, de la Universidad de Birmingham.
Flannery-Sutherland añade: "Nuestros resultados sugieren que estos reptiles eran mucho más resistentes al clima extremo de la zona muerta tropical del Pangea, capaces de soportar estas condiciones infernales para llegar al otro lado del mundo. Es probable que esta capacidad para sobrevivir en los trópicos inhóspitos les haya otorgado una ventaja que les permitió prosperar en el mundo Triásico".
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