MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) considera que es necesario modificar el calendario de cierre de las centrales nucleares, especialmente en lo relativo a Almaraz, para cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec).
Así lo sostuvo Diego Rodríguez, investigador asociado de Fedea, en un acto informativo en el que esta organización presentó un análisis sobre la evolución del Pniec. "Claramente es necesario flexibilizar o modificar el Protocolo de cierre para permitir postergar el cierre de Almaraz", afirmó Rodríguez, quien justificó dicha afirmación en que "las circunstancias reales no son las previstas cuando se diseñó el Pniec" puesto que falta el almacenamiento previsto.
Además, defendió que "normativamente no es complejo" ya que solo se debe modificar una orden ministerial y que "no es por el interés de los propietarios, es por el interés general". A este respecto, explicó que el cierre de las nucleares supone un incremento del uso de los ciclos combinados, que emiten CO2, y que además encarecen la factura eléctrica.
"En el estadio actual lo lógico y sensato es proceder al no cierre de Almaraz", reiteró Rodríguez, quien añadió que "alguna solución se le debe dar a la fiscalidad" de las nucleares para que puedan seguir operando con margen operativo", teniendo en cuenta que serán necesarias nuevas inversiones.
Por otro lado, Rodríguez indicó que el cumplimiento del objetivo establecido en el Pniec requiere una reducción media anual acumulativa del 4,5% entre 2024 y 2030, cifra que en periodos de bonanza económica solo se ha logrado en 2019 y 2023 y en ambos casos gracias al mix de generación eléctrica.
Por ello, señaló que el problema es que el sector eléctrico, que ha sido hasta ahora el contribuyente clave en la reducción de emisiones, ya ha agotado gran parte de su contribución, tanto porque gran parte del mix de generación eléctrica está descarbonizado (renovables y nuclear) como porque su peso relativo en las emisiones globales ha disminuido de modo muy relevante a lo largo de la última década.
De esta manera, la reducción adicional deberá venir de la industria (incluyendo el refino) y, sobre todo, de los sectores tradicionalmente considerados difusos: transporte y edificios.
En residencial, Fedea pide una estrategia más contundente para el despliegue de bombas de calor. Eso pasaría por comenzar a abordar si debe seguir admitiéndose sine die la conexión a redes de gas de nuevos desarrollos urbanísticos.
En materia fiscal, pide la igualación del tipo impositivo del impuesto especial de hidrocarburos del diésel y la gasolina, eliminando exenciones al mismo y reduciendo significativamente el impuesto especial a la electricidad.
Por último, pide eliminar barreras regulatorias al bombeo y la repotenciación eólica, instrumentos para acelerar el despliegue del almacenamiento, subastas para eólica marina, incentivos para incrementar la demanda eléctrica, controlar los sistemas eléctricos extrapeninsulares y acabar con los cuellos de botella en el acceso a puntos de conexión.
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