MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
Ence ha desarrollado una innovadora gama de envases renovables elaborados con celulosa moldeada, diseñados para sustituir al plástico en el sector alimentario, ofreciendo soluciones sostenibles, como bandejas para productos frescos y platos preparados, en la que ha invertido más de 12 millones de euros.
La compañía tiene previsto iniciar la producción y comercialización de estos envases este ejercicio 2025 y prevé alcanzar una capacidad de producción de 40 millones de envases en 2026, con posibilidad de escalarla en el futuro.
Esta innovación constituye un paso decisivo de la compañía hacia la sustitución de envases plásticos en el sector de la alimentación, al ofrecer al consumidor alternativas sostenibles que responden a las demandas actuales del mercado y de la sociedad.
A partir de un proceso de investigación, Ence ha materializado sus esfuerzos en el desarrollo de envases sostenibles a partir de fibra moldeada, diseñados para reemplazar productos de plásticos utilizados en la alimentación y la distribución.
Estos nuevos envases, como bandejas para productos frescos y preparados, no solo reducen el uso de plástico, sino que también disminuyen el impacto ambiental al ser compostables y reciclables.
Al impulsar productos que ofrecen soluciones reales a los desafíos actuales, la compañía no solo mejora su competitividad, sino que también contribuye significativamente a la reducción de residuos plásticos y apuesta por un producto de proximidad reduciendo la huella de carbono.
Ence avanza firme en su transformación como fabricante de celulosas especiales. Así, Los productos especiales representaron, en el primer trimestre de 2025, el 35% de las ventas totales de celulosa de la compañía.
En este sentido, se prevé que su peso continúe aumentando hasta superar el 60% del total en 2028, incorporadas ya las 125.000 toneladas de la primera línea de celulosa fluff que arrancará en el cuarto trimestre de este ejercicio en la biofábrica de Navia para la industria de productos higiénicos absorbentes en Europa que actualmente se importan desde Norteamérica.
Este proyecto permitirá, entre otras ventajas, reducir la huella de carbono de los productos finales, al utilizar fibras naturales, renovables, biodegradables y compostables de origen local.
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