MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) reclamó este martes eliminar la brecha de género en investigación, desglosar correctamente los resultados, profundizar en las causas de las diferencias en función del sexo/género a lo largo de la vida y sensibilizar a los estudiantes y profesionales sanitarios para que conozcan mejor estas diferencias.
Asimismo, la SEFC recomendó emplear este conocimiento en el contexto clínico de una prescripción más personalizada, para lo cual resulta "imprescindible" mejorar la formación continuada.
La entidad señaló que las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de experimentar una reacción adversa a un medicamento. Varios grupos terapéuticos muestran diferencias en función del sexo, como los que se emplean para las patologías cardiovasculares y del sistema nervioso, fundamentalmente, los psicofármacos.
Las especialistas en Farmacología Clínica y profesoras de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga María Isabel Lucena González y Encarnación Blanco Reina aprovecharon la reciente celebración del Día Mundial de la Medicación Inteligente, impulsada por la International Union of Basic and Clinical Pharmacology (IUPHAR), para abordar las 'Diferencias de sexo/género en Farmacología Clínica', que es el lema de esta edición.
Ambas reconocieron que hay "retos pendientes prácticamente a todos los niveles": desde la investigación preclínica hasta la propia selección del medicamento y su dosis en la consulta. También, se observan desigualdades por sexo y género en la participación de los pacientes en los ensayos clínicos, así como en el análisis desagregado de los datos.
Los retos nacen de las "deficiencias, sobre todo, de la clásica exclusión de las mujeres" en los ensayos clínicos, algo que "se justificaba fundamentalmente" por el temor de riesgos fetales en caso de embarazo. También, se sustenta en la "variabilidad y complejidad" que introducen los ciclos hormonales femeninos, así como en la denominada 'medicina bikini', modelo simplista según el cual la salud de las mujeres sólo difiere de la de los hombres en las "partes del cuerpo que cubre un bikini, es decir, sus órganos reproductores", comentaron.
Por ello, en mujeres se emplean medicamentos que se desarrollaron en hombres, y se extrapolan resultados sin tener en cuenta las diferencias biológicas. "Como consecuencia de dichas lagunas de conocimiento, las mujeres sufren más reacciones adversas a medicamentos y ciertos problemas o diferencias en la eficacia", afirmaron las doctoras.
Para subsanar esta situación, y seguir mostrando signos de mejora, se cuenta con la implicación de las agencias reguladoras, las sociedades científicas y la comunidad investigadora. El objetivo es conseguir "una mayor o más equitativa" representación de las mujeres en los ensayos clínicos, analizar los resultados de forma desglosada por sexo e incorporar el enfoque de género.
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