MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó este miércoles a “la fuerza de la unión”, como se hizo para frenar la primera ola de la pandemia del Covid-19, frente “al griterío partidista” y así impulsar el crecimiento de España “sin dejar a nadie atrás”. Apostó por un "clima de unión, de concordia y de arrimar el hombro para empujar todos en la misma dirección".
“España avanzará. Pero lo hará con más fuerza y sin dejar a nadie atrás, si movilizamos todas las energías disponibles”, afirmó Sánchez en la presentación del 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia'.
Desde el Palacio de la Moncloa y con una cuidada puesta en escena para lanzar un mensaje de modernidad tecnológica de España, Sánchez estuvo arropado por casi todo su Gobierno y miembros de la sociedad civil y empresarial, así como embajadores en Madrid, conectados todos telemáticamente. El acto empezó y terminó con una interpretación al piano del Himno de la Unión Europea por James Rhodes.
El Plan, dijo el presidente, es “para una nueva modernización de España” y “no se trata sólo de recuperar el PIB que nos arrebató la pandemia, sino de crecer de una nueva manera. Más fuerte y justa, más competitiva y sostenible. Se trata de convertir este duro golpe en una oportunidad para ganar como sociedad nuestro futuro”, ahondó. Porque, resumió, “frente a una circunstancia extraordinaria, como es el Covid-19, se requiere una respuesta extraordinaria.”
UNIDAD
El combate contra el virus, frente “al griterío partidista que a menudo indica lo contrario, lo estamos haciendo apoyándonos en buena medida en la fuerza de la unión”, destacó.
En este sentido, Sánchez puso dos ejemplos: el de la llamada paz social de patronal y sindicatos con el Ejecutivo y el de los países de la UE para impulsar un fondo.
Del primero, de la labor de los agentes sociales y el Ejecutivo, recordó que van ya "seis grandes acuerdos": tres acuerdos para la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE); el Pacto por la Reactivación Económica y por el Empleo, y la Ley del Trabajo a Distancia. "Es el camino en el que cree el Gobierno. El del diálogo social".
El segundo ejemplo, dijo, se refiere a la Unión Europea. Europa ha sabido estar "a la altura" en esta ocasión y haciendo "honor" a su nombre la UE ha "respondido unida”.
“En marzo llegó la pandemia del Covid y todo se detuvo. Junto al resto del mundo, España fue durísimamente golpeada. En ese momento había que salvar vidas, primero, y salvar puestos de trabajo y empresas, después”, comentó.
PLAN PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS
Ahora, trasladó, el Ejecutivo “concentrará el esfuerzo de movilización de recursos en los próximos tres años para acelerar la reactivación de la economía”. Y en el plan que presentó, “vamos a concentrarnos en proyectos que se pondrán en marcha en los tres primeros años y que se ejecuten en ese mismo periodo. Serán 72.000 millones de euros para el periodo 2021-2023”.
En esa clave de recuperación, Sánchez lanzó un mensaje para las inversiones extrajeras: España es un país con “un entorno político, jurídico y social sólido”, dijo cara a las inversiones.
El presidente enumeró las cuatro grandes transformaciones, la digitalización, la transición ecológica, la igualdad de género y la cohesión social y territorial que marcarán el tiempo venidero y que, “coinciden” con las líneas de actuación que en la Unión Europea se acordó “priorizar” en julio.
Y en base a estos pilares nace el 'Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia' estructurado en “diez políticas tractoras” en las que se distribuirá el fondo de la siguiente manera: agenda urbana y rural (16%); infraestructuras y ecosistemas resilientes (12%); transición energética justa e inclusiva (9%); administración para el siglo XXI (5%); modernización y digitalización del tejido productivo (17%); ciencia e innovación y el refuerzo de las capacidades del Sistema Nacional de Salud (17%); educación y formación profesional (18%); economía de los cuidados y las políticas de empleo (6%); cultura y deporte (1,1%), y la modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible.
En resumen, dijo, la transición ecológica, con más del 37% de los recursos, y la digitalización, con el 33%, son las grandes prioridades de este plan.
PRESUPUESTOS
Pero para que la aplicación de todas las cifras económicas del 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia' es “necesario” que se “ponga en marcha cuanto antes. Acelerar el calendario. Y eso sólo es posible inyectando esos recursos a través de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado.
Para garantizar “la eficacia y agilidad” en la “absorción” de los fondos, anunció una “histórica” reforma de las normas y leyes de la Administración General del Estado en tres vertientes, que pidió que se extrapole a las comunidades autónomas.
En este sentido, avanzó “un real decreto ley para eliminar todos los cuellos de botella y todas las trabas administrativas” que supondrá la modificación, por ejemplo, de la Ley de Contratos del Sector Público, de la Ley General de Subvenciones o de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público. "Y, ¿por qué? Porque a menudo se detecta que suponen un obstáculo para la gestión y absorción de los recursos disponibles. A las dificultades no podemos añadir más dificultad, sino más flexibilidad", sostuvo.
Reformas que dijo que se harán conforme a la normativa europea, porque “ahora no podemos permitirnos -menos que nunca- que la burocracia obstaculice la recuperación que necesita España”.
NO A LA ANTIPOLÍTICA
El presidente insistió en el mantra de la unidad porque “no podemos permitirnos la deserción o la indiferencia” porque “nunca, al menos desde los tiempos de la transición, España ha necesitado tanto la unidad, la cooperación y la lealtad institucional del conjunto de todas las fuerzas políticas. Nunca”.
El presidente sostuvo que ante la coyuntura actual se puede apostar por la política o la antipolítica. “La política sirve para buscar puntos de acuerdo, para encontrar soluciones desde la diferencia”, mientras “la antipolítica sólo sirve para señalar culpables, a menudo imaginarios, para fomentar el odio y enfrentar la sociedad”.
Así, dijo que la “política puede tomar el camino de la colaboración o el camino de la trifulca” donde “nada bueno” se obtendría. “Estoy convencido que España va a tomar el camino de la política, el camino del acuerdo”.
Por lo que “no pido nada nada más que lo que ofrezco: unidad y estabilidad para que la economía funcione”, concluyó Sánchez, porque “si España quiere, España puede”, parafraseando el lema elegido por el Gobierno para esta recuperación.
Sánchez ahondó en que el Plan y los Presupuestos “que lo activan ofrecen una oportunidad única para demostrar el ímpetu de nuestro país y para poner a prueba la potencia de la política democrática, de la buena política, la que propicia acuerdos y soluciones justas”.
Además, consideró que el actual es “el mayor reto al que nos hemos enfrentado desde el restablecimiento de la democracia” y “no hay alternativa a este reto; no tenemos más opción que actuar en el tiempo que nos ha tocado vivir, y hacerlo con ambición y entusiasmo. No podemos permitirnos la deserción o la indiferencia”.
“Convencido de que será un camino lleno de dificultades; no me cabe duda alguna. Pero, una vez más, quiero reiterar mi confianza absoluta en las capacidades de la sociedad española”, trasladó el presidente del Gobierno en su larga intervención.
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