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La basura electrónica bate el récord de 53,6 millones de toneladas en 2019, según la ONU

jueves, 2 de julio de 2020, 16:00 h (CET)

MADRID, 02 (SERVIMEDIA)


Los residuos electrónicos llegaron el año pasado al récord de 53,6 millones de toneladas en todo el mundo, lo que supone un 21% más en el último lustro, según el informe 'Global E-waste Monitor 2020', elaborado por varios organismos de Naciones Unidas.


La basura electrónica generada en 2019 equivale al peso de 350 cruceros del tamaño del 'Queen Mary 2' y de todos los adultos de Europa; es una cantidad suficiente para formar una línea de 125 kilómetros de largo.


El informe fue realizado por la Universidad de Naciones Unidas (UNU), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA, por sus siglas en inglés), en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania también contribuyeron a su elaboración.


El trabajo predice que los residuos electrónicos globales (productos desechados con batería o enchufe) alcanzarán 74 millones de toneladas en 2030, casi cinco meses más en sólo 16 años. Ello hace que la basura electrónica sea el flujo de desechos domésticos de más rápido crecimiento en el mundo, impulsado principalmente por mayores tasas de consumo de equipos eléctricos y electrónicos, ciclos de vida cortos y pocas opciones de reparación.


Sólo un 17,4% de los residuos electrónicos generados en 2019 fueron recolectados y reciclados, lo que significa que el oro, la plata, el cobre, el platino y otros materiales recuperables de alto valor con un valor cercano a 57.000 millones de dólares (unos 50.600 millones de euros), que es una suma mayor que el PIB de la mayoría de los países, fueron en su mayoría arrojados o quemados en lugar de ser recolectados para su tratamiento y reutilización.


Según el informe, Asia generó el mayor volumen de residuos electrónicos en 2019 (24,9 millones de toneladas), seguida de América (13,1 millones), Europa (12 millones), África (2,9 millones) y Oceanía (0,7 millones).


EFECTOS AMBIENTALES Y DE SALUD


El informe indica que los residuos electrónicos son un peligro para la salud y el medio ambiente porque contienen aditivos tóxicos o sustancias peligrosas como el mercurio, que dañan el cerebro humano y/o el sistema de coordinación.


Cada año, unas 50 toneladas de mercurio, usadas en monitores, placas de circuito impreso (PCB, por sus siglas en inglés) y fuentes de luz fluorescentes y de ahorro de energía están contenidas en flujos indocumentados de desechos electrónicos.


La gestión adecuada de los desechos electrónicos puede ayudar a mitigar el calentamiento global. En 2019, se calcula que se liberaron a la atmósfera 98 millones de toneladas de CO2 equivalente de residuos de refrigeradores y acondicionadores de aire, lo que representa un 0,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero


En términos per cápita, los productos eléctricos y electrónicos desechados el año pasado promediaron 7,3 kilos por cada hombre, mujer y niño en la Tierra.


Europa ocupó el primer lugar mundial en términos de generación de residuos electrónicos por habitante (16,2 kilos), por delante de Oceanía (16,1), América (13,3), Asia (5,6) y África 82,5).


Los residuos electrónicos del año pasado se componían principalmente de equipos pequeños (17,4 millones de toneladas), equipos grandes (13,1 millones) y equipos de intercambio de temperatura (10,8 millones), por delante de pantallas y monitores (6,7 millones), lámparas (4,7 millones), equipos informáticos pequeños y equipos de telecomunicaciones (0,9 millones).


Desde 2014, las categorías de desechos electrónicos aumentaron más rápidamente en términos de peso total: equipos de intercambio de temperatura (un 7% más), equipos grandes (5%) y lámparas y equipos pequeños (4%).


Según el informe, esta tendencia es impulsada por el consumo creciente de esos productos en países de bajos ingresos, donde tales artículos mejoran el nivel de vida. Los pequeños equipos informáticos y de telecomunicaciones han crecido más lentamente, y las pantallas y monitores han mostrado una ligera disminución (-1%), debido en gran parte por pantallas planas más livianas que reemplazan monitores y pantallas más pesadas.


Desde 2014, el número de países que han adoptado una política, legislación o regulación nacional sobre desechos electrónicos ha aumentado de 61 a 78. Si bien es una tendencia positiva, esto está lejos del objetivo establecido por la UIT, que es aumentar el porcentaje de países con una legislación sobre residuos electrónicos al 50%.


“PELIGRO EMERGENTE”


Ante estos resultados, David M. Malone, rector de la UNU y subsecretario general de la ONU, apuntó que "la humanidad no está implementando suficientemente los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)", por lo que abogó por "esfuerzos considerablemente mayores para garantizar una producción, consumo y eliminación global más inteligente y sostenible de equipos eléctricos y electrónicos".


"Se generan muchos más desechos electrónicos de los que se reciclan de manera segura en la mayoría de las partes del mundo. Se requieren más esfuerzos cooperativos para tomar conciencia de este problema cada vez mayor y tomar el suplemento de contramedidas adecuado mediante la investigación y capacitación adecuadas", indicó Nikhil Seth, director ejecutivo del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (Unitar) y subsecretario general de la ONU.


Doreen Bogdan-Martin, directora de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT, indicó que el informe destaca el "problema apremiante de la gestión de residuos electrónicos en el mundo digital conectado de hoy en día". "La forma en que producimos, consumimos y desechamos dispositivos electrónicos se ha vuelto insostenible", añadió.


"Las cantidades de residuos electrónicos están aumentando tres veces más rápido que la población mundial y un 13% más rápido que el PIB mundial durante los últimos cinco años. Este fuerte aumento crea importantes presiones ambientales y de salud, y demuestra la urgencia de combinar la cuarta revolución industrial con la circular economía", destacó Antonis Mavropoulos, presidente de la ISWA.


Por último, María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, recalcó que el reciclaje informal e inadecuado de los desechos electrónicos es "un peligro emergente que afecta silenciosamente" a la salud humana actual y la de generaciones futuras. "Uno de cada cuatro niños muere por exposiciones ambientales evitables. Uno de cada cuatro niños podría salvarse si tomamos medidas para proteger su salud y asegurar un ambiente seguro".


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