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MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El 88,9% de los padres en España constataron cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos debido al confinamiento impuesto por la pandemia del Covid-19.
Los síntomas más habituales han sido dificultad de concentración, desinterés, irritabilidad, agitación, nerviosismo, sentimientos de soledad, inquietud y preocupación, según la Universidad Miguel Hernández y la Università degli Studi di Perugia .
Se trata de uno de los primeros estudios disponibles sobre el impacto emocional del Covid-19 en niños y adolescentes, apuntó Unicef España, que utiliza esta investigación como punto de partida del documento 'Salud Mental e Infancia en el escenario de la Covid-19', donde recoge una serie de propuestas para garantizar el derecho a la salud mental de los niños y adolescentes.
En este, Unicef pidió que se fortalezca el sistema de salud mental y de apoyo psicosocial a las familias y niños en España y que la respuesta al Covid-19 incorpore una estrategia específica sobre salud mental.
En su opinión, "las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo provocan respuestas emocionales extraordinarias", de modo que "lo que en otro contexto podría parecer patológico puede que no sea más que una expresión de dolor, sufrimiento o miedo durante un tiempo determinado. "Es importante evitar una patologización excesiva", admitió, pero también hay que "acompañar a los niños para que elaboren la experiencia de lo vivido y detectar posibles problemas en las primeras fases".
Además, prosiguió, los expertos llevan años advirtiendo del aumento de problemas de salud mental entre niños y adolescentes, con independencia del Covid-19.
En este contexto, urgió al Gobierno a aprobar la Estrategia Nacional de Salud Mental, garantizando una atención especial a las necesidades y derechos específicos de los niños y adolescentes.
A su juicio, la elaboración de esta estrategia debería ser prioritaria dentro del plan de respuesta del Covid-19 y desarrollarse después mediante planes autonómicos.
Entre las recomendaciones de Unicef España en este terreno, destacó la especialización y formación en infancia de los profesionales de las redes de salud mental y de apoyo psicosocial.
Para ello, solicitó el reconocimiento de la especialidad de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia y de Psicología Clínica infanto-juvenil.
También reclamó mayor atención hacia los colectivos más vulnerables, como niños que ya arrastraban problemas de salud mental, víctimas de violencia o abusos, migrantes y menores no acompañados.
Por último, Unicef España apuntó que se debe asegurar la coordinación de la red de salud mental con los profesionales que prestan apoyo psicosocial en los distintos ámbitos de infancia y juventud a nivel estatal, autonómico y local, y reforzar el papel de la atención primaria (médicos de familia, pediatras y psicólogos clínicos o sanitarios) y centros comunitarios en la prevención, detección, diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud mental y bienestar psicológico.
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