
El Consell ha tomado razón de la declaración de emergencia de las actuaciones necesarias para la recuperación y restauración de las infraestructuras educativas de la Comunitat Valenciana que han sufrido daños a causa de la dana del pasado 29 de octubre.
Estos daños han afectado a un total de 60 centros educativos de la provincia de Valencia, ubicados en los municipios de Alaquàs, Albal, Aldaia, Alfafar, Algemesí, Alginet, Benetússer, Beniparrell, Buñol, Catarroja, Cheste, Chiva, l'Alcudia, Massanassa, Paiporta, Picanya, Riba-Roja, Sedaví, Siete Aguas, Utiel y Xirivella, así como las pedanías de Castellar-Oliveral, Horno de Alcedo y la Torre, de Valencia.
Para acometer las actuaciones necesarias y que estos municipios puedan volver a la normalidad en el menor plazo de tiempo posible, la Generalitat destina un presupuesto de 26.894.234 euros, que podrán ser cofinanciados con fondos de la Unión Europea.
La ejecución de las obras corre a cargo de la empresa pública Tragsa y su filial Tragsatec, responsable de la asistencia técnica y supervisión.
Concretamente, la empresa pública Tragsa está llevando a cabo la ejecución de las obras con un presupuesto de 23.368.795 euros, mientras que su filial Tragsatec es la responsable de la asistencia técnica y supervisión de la sobras, con un presupuesto de 3.525.439 euros.
En estos momentos hay en ejecución 40 obras, otras siete están ya terminadas y 13 en proceso de acometer los trabajos. Las actuaciones más urgentes consisten en la sustitución de pavimentos, carpinterías, instalaciones eléctricas, reposición de vallados, calderas, ascensores y tabiquería, entre otros.
Asimismo, cabe señalar que entre las reparaciones se han incluido mejoras como sistemas de drenaje o materiales resistentes para afrontar posibles episodios climáticos desfavorables.
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